ZWILLINGE

Capítulo XL

Tessa

Mi primera vez con Hardin es algo que no puedo explicar. Nunca me había puesto a pensar en cómo sería, pero tras lo que había pasado con Mitchell, tenía la idea de lo que no quería para ese momento. Afortunadamente, no hubo nada que me recordara el intento de violación, hacer el amor con Hardin fue más de lo que podía pedir; me cuido en todo momento y se preocupó de saber si me sentía cómoda o me dolía algo.

Terminé agotada la primera vez, pero tras unos segundos de descansar en su pecho, estuve lista para seguir explorando esa parte hasta ahora desconocida para mí. Tocarlo y que Hardin me tocará con la misma intensidad y devoción, me hizo dar cuenta que merecía a una persona como él en mi vida, nada menos.

Desperté cerca de las dos de la mañana con ganas de orinar y cuando estaba en el baño me dieron ganas de llamar a Emma, pero le escribí, al mismo tiempo que ella me escribió a mí.

—Tengo algo que contarte —decía su mensaje y el mío y no pude evitar sonreír por la coincidencia, pero antes que la pudiese llamar, ella me estaba llamando a mí.

—Emma, ¿cómo estás? —saludé medio sonriendo y nerviosa.

—¿Qué ha pasado Tessa? Más bien ¿qué NO ha pasado? —dijo riendo bajito y remarcando el NO.

—¿Quién empieza? —dijimos al unísono.

—Theresa Lynn Young, empieza tú, que estoy segura que mueres por contarle a alguien lo que acabas de hacer —dijo al parecer levantándose de la cama.

—Ya no soy virgen —solté de una vez.

—¿Cómo fue? ¿Te dolió? ¿Cómo te sientes ahora? —se apresuró a preguntar —No quiero detalles, Tessa —añadió riendo.

—Fue hermoso, Emma. Hardin me cuidó y se preocupó por mí en todo momento. No le cuentes a nadie, pero la habitación estaba llena de velas y la cama cubierta de pétalos de rosas, además me había preparado un baño de tina. Fue cliché, pero fue hermoso. ¿No te molesta que hablé de esto contigo? Digo, Hardin fue tu ex y...

—Para nada, Tessa. Hardin es mi amigo, siempre lo fue y estoy feliz de que estén juntos, porque se complementan y son buenos el uno para el otro —me interrumpió.

—Me dolió al principio, pero Hardin siempre se preocupó de preguntar antes de continuar, tú me entiendes —dije poniéndome un poco roja, aunque Emma no me viera —Es la conexión más bonita que he experimentado con alguien, porque sentí que hacíamos el amor, que nos demostrábamos sin palabras todo lo que sentimos. Me sentí segura en sus brazos y no tuve vergüenza de mi cuerpo ni de pedir probar algo que solo había leído en libros alguna vez. —añadí poniéndome roja al recordar lo que le había pedido.

—Eres preciosa, Tessa. No debes avergonzarte jamás de eso, no te lo digo porque sea tu gemela y somos casi iguales físicamente, sino porque es cierto. Linda por dentro y por fuera. —dijo con convicción.

—Gracias por eso, Emma. Te confieso que pensé que no podría, que lo de Mitchell me iba a marcar tanto, que no podría estar con un chico sin tener miedo o recordar lo que casi me pasó, pero Hardin es diferente. Supongo que también pensó que podía pasar y me trató con más delicadeza.

—Hardin es así, Tessa. Ha tenido sus momentos cabrones, influenciados por la presión de ser el capitán de equipo, pero es un chico dulce y atento. Fue contigo como es él de verdad, te cuidó como lo más valioso que tiene en la vida, porque eso eres para él. Yo que lo conozco de casi toda la vida, me doy cuenta. —confesó.

—Lo amo tanto, que a veces me da miedo sentir tanto por él en poco tiempo.

—Supongo que es normal —dijo nerviosa.

—Ahora cuéntame tú qué ha pasado, porque siento que es algo parecido a lo último que he dicho —dije sospechado algo.

—Me gusta Troian —soltó y me dejó sin palabras. Nunca las había visto más que amigas, aunque solo he convivido un par de veces con ambas juntas. —Di algo, Tessa, ¿te incomoda?

—¿Qué? No, solo me ha tomado por sorpresa, disculpa, lo estaba procesando —dije de inmediato —¿Ella siente lo mismo por ti? No quiero que sufras.

—Se lo dije —suspiró —Hoy cuando fuimos a la cafetería cerca de casa, le limpié la comisura de sus labios y me dieron ganas de besarla. Se lo expresé en el momento y Troian siente lo mismo que yo, pero ambas estamos de acuerdo en que necesitamos conocernos más antes de comenzar a salir.

—Me parece bien y ahora que me lo dices, sí he visto como te brillan los ojitos cuando están juntas, cuando hace esos comentarios tan propios de ella, es como si estuvieras orgullosa de sus bobadas —comenté riéndome para aligerar el ambiente.

—Es diferente, nunca había conocido alguien así y no me costó nada dejar que entrara en mi vida como una amiga, cosa que pensé que me costaría después de Vivian.

—Vivian nunca me dio buena espina, sentía que no era tu amiga realmente, que solo estaba contigo por quién eres dentro del instituto, pero buena vibra no da esa chica —confesé.

—Fui una tonta al no darme cuenta antes, pero al menos llegaste tú a mi vida y teniéndote a ti, no necesito esas amigas falsas. Estoy segura que también estaba colada por Hardin, porque a veces hacía cosas para que me enojara con él, que claramente no funcionaba.

—A mi también me alegra tener a alguien en Rockport, ya que mis amigos están lejos y últimamente no me contestan las llamadas, supongo que todos los planes de último año que teníamos los debe tener ocupados —respondí con nostalgia.

—¿Podemos hacer planes juntas? Me encantaría pasar más tiempo contigo, Tessa, porque siento que nadie nos entenderá mejor que nosotras.

—Me encantaría que nos fuéramos un fin de semana lejos o puedes venir a mi casa y hacemos nuestros propios planes para fin de año —propuse entusiasmada.

—Me agrada la idea, aunque mis padres se van por una semana, podrías quedarte conmigo y aprovechamos de estudiar para los exámenes que vienen, sé que no es un plan tan atractivo, pero necesito pasar con sobresaliente.

—Siii, mamá no tendrá problema en darme permiso, ya sabes —dije poniéndome roja.

—Cochina —respondió burlándose de mí—cambiando de tema, no te conté que Troian y mi madre se conocieron y sus padres al parecer son amigos de los míos.

—¿Cómo es eso? —pregunté de inmediato —Espera, ¿puedes contarme mañana? Hardin me está buscando, creo que piensa que me fui —añadí riendo bajito.

—Ve a buscar al pobre hombre, ya mañana te cuento todo.

—Adiós, Emma.

—Hasta mañana, not virgen Tessa —respondió y me cortó la llamada, dejándome con el reproche en la boca.