Capítulo XXIX

314 45 45
                                    

Tessa

—Tessa —exclamó Hardin sorprendido.

—Shhh —susurré poniendo mi dedo índice sobre sus labios y tomándolo de la mano para meterlo en mi baño.

Una vez dentro, lo atraje hacia mi cuerpo para volver a unir nuestros labios, impidiéndole hablar. Sorpresivamente y como si entendiera qué era lo que necesitaba, me tomó por las piernas, que enrollé por instinto alrededor de su cadera, pegó mi espalda a la pared y continuó besándome hasta que tuve que separarme para tomar aire.

—Lo siento, Hardin —musité apoyando mi cara en su pecho y bajando las piernas nuevamente al suelo —No suelo ser así de impulsiva, pero necesitaba demostrarte que no estoy molesta porque me besaras esta mañana —confesé poniéndome roja de vergüenza.

—Me alegra que hayas tomado la iniciativa —contestó tomando mi cara entre sus manos y dándome un suave beso en los labios —Venía a ver cómo estabas, porque me quedé preocupado en la mañana cuando te fuiste corriendo del instituto —dijo acariciando mi cara con ternura.

—Estaba muy confundida, Hardin, sabes que mi cabeza suele ser muy complicada y me juega malas pasadas —contesté jugando con un mechón de pelo, pero sin dejar de mirarlo —Me sentí tan patética —agregué riéndome.

—Vamos a hablar sobre eso, Tessa, pero necesito que te cubras primero o no podré concentrarme —pidió mirando hacia mis pezones que lo estaban saludando bajo mi camiseta de tirantes blancos. Me encerré casi desnuda con él en el baño y no me había importado. Definitivamente mis hormonas actuaron por mí hoy.

Bajé la cara con vergüenza y salí rápido del baño para tomar un pantalón de pijama de mi cómoda y un polerón grueso. Una vez lista me senté en la cama y palmeé a mi lado para que me acompañara.

—Primero que todo, quiero saber si ¿estamos bien? —preguntó un poco nervioso.

—Creí que te había quedado claro con mi arrebato en el baño —contesté riendo y sentándome en posición de indio. —Hablé con Emma hace un rato y le conté de nuestro beso en el aparcamiento del instituto —confesé.

—Oh —fue lo único que salió de su boca.

—Estaba molesta contigo porque te pedí respetar su tiempo y al corresponder el beso sentí que la estaba traicionando también, porque me gustó. Estaba confundida, porque no había sentido esto antes y ¡por Dios! Acabo de encontrar a mi gemela, que además resulta ser tu ex —suspiré —Todo eso, más lo de Mitchell, me sobrepasó y por eso actué así hoy en la mañana. Además, tampoco quería ir al instituto porque sigo teniendo miedo, pero debo superarlo, después de todo no hice nada malo.

—No pienses tanto las cosas, Tessa —dijo tomando mis manos —Sé que todo esto es nuevo para ti y lo entiendo, estás recién adaptándote a esta ciudad y te han pasado cosas fuertes que apenas has tenido tiempo de procesar, así que me disculpo por ser algo más en qué pensar.

—No, Hardin —interrumpí —Entiendo que no mándanos a nuestro corazón y sé que lo intentaste y estoy agradecida por eso—respondí —A pesar del caos que han sido mis primeras semanas de instituto, estás aquí y eso es lo que realmente me importa.

—No estaría en otro lugar —dijo acariciando mi mejilla con ternura —Sé que es raro que sienta tantas cosas por ti en tan poco tiempo, pero desde que te besé la primera vez, algo me decía que no eras Emma... Y disculpa mis palabras de ese día —pidió avergonzado.

—Ya quedó atrás mi súper bienvenida al East Rockport High School—respondí riendo.

—Eres especial, Tessa. Para mí lo eres —dijo besando mi frente.

—¿Lo que sientes por mí lo sentiste también por Emma? —pregunté con temor —Mi cabeza tiene dudas que necesito aclarar antes de cualquier cosa.

—Lo que siento por ti, no lo había sentido por nadie —confesó —Creí amar a Emma y te lo dije, pero solo era amor fraternal. Contigo es diferente, hasta siento las estúpidas mariposas en el estómago cuando estás a mi lado —suspiró —Cuando entré y te vi solo en bragas y camiseta, me provocó querer abrazarte y protegerte, ni siquiera pensé en algo más y no es porque no te desee, porque en el baño tuve que hacerme de todo mi autocontrol para no tomarte contra la puerta, pero sé que lo nuestro va mucho más allá que eso —finalizó.

—Yo ni siquiera me planteé la posibilidad de atacar a alguien a besos en el baño, pero me gustas mucho, Hardin Scott —confesé sintiendo como mis mejillas volvían a ponerse rojas.

—Eres adorable, Tessa Young y no podrías gustarme más —respondió besando mis labios con suavidad.

—Solo te quiero pedir una cosa —dije nerviosa —No pienses que es porque no quiero que nos vean juntos o algo parecido, pero me sentiría mejor si lo mantenemos entre nosotros hasta que todo el asunto con Mitchell se resuelva.

—Lo entiendo y respeto, Tessa —dijo estando de acuerdo —Solo quiero que sepas que puedes tomar mi mano sin miedo, que voy a estar para ti cuando me necesites.

—Justo ahora necesito que te quedes conmigo, Hardin —pedí.

—¿Tu mamá?

—Dame un minuto, ella entenderá que no quiero estar sola y que necesito descansar y tu pecho parece ser muy cómodo —dije parándome de la cama —Ya vuelvo.

Fui hasta la habitación de mamá, que aún estaba despierta. Le pedí permiso para que Hardin se quedara y tras muchas miradas de gato con botas, accedió, siempre y cuando dejara mi puerta sin seguro. Mamá confiaba en Hardin y pese a que somos algo conservadoras, confía en mí en que no pasará nada más esta noche. Me dijo que debíamos tener "la charla" y me ruboricé al instante en que esas palabras salieron de su boca. Me di cuenta que si quería ocultar lo que pasó en el baño, no lo había logrado.

Una vez que terminé de hablar con mi madre, volví a mi habitación, donde Hardin me esperaba ya acostado bajo mis mantas. Sus pantalones, chaqueta y zapatos estaban en el suelo, por lo que solo estaba en ropa interior y camiseta.

— ¿Cómo estabas tan seguro de que mi madre accedería? —pregunté acercándome a la cama para acostarme a su lado.

—Tu madre me ama, creo que tengo su bendición —bromeo haciéndome reír.

—No te creas tanto, mañana cuando tengamos "la charla" te odiará —dije acomodándome en sus brazos.

—Todo va a salir bien, Tessa. Papá sabe lo que hace —dijo adivinando los pensamientos que comenzaban a colarse en mi cabeza.

—Gracias por todo lo que hacen por mí. Toda tu familia se ha portado excelente conmigo y siento que no tengo cómo agradecerles —confesé dándome la vuelta para apagar la lámpara de noche de mi velador.

—Verme feliz es suficiente para ellos, lo hacen con gusto —dijo depositando un mechón de pelo tras mi oreja.

— ¿Yo te hago feliz? —pregunté con una sonrisa.

—Desde que pegaste una cachetada me haces feliz, Tessa —contestó burlón —Descansa, que mañana te obligaré a ir al instituto y me sentaré en todas tus clases para vigilar que no huyas —dijo haciéndome reír.

—Para eso está Emma, no te preocupes —dije.

—Somos un gran equipo de guardaespaldas —dijo bromeando.

—A propósito, Emma me ha propuesto algo, pero te cuento mañana camino al instituto, porque de verdad tengo sueño —dije bostezando.

—Genial, ahora no podré dormir —dijo bromeando —Buenas noches, Tessa —agregó abrazándome y acariciando mi cabello hasta que me dormí.

ZWILLINGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora