Mientras el ahora aumentado grupo se dirigía hacia el restaurante, Ino mantenía su agarre sobre el brazo de Gaara. Podía decir que Sakura quería hablar con ella, pero únicamente tenía una semana para conocer a este silencioso hombre antes de tener que casarse con él, y planeaba aprovecharla. Además, Ino estaba acostumbrada al contacto físico, era una parte esencial de su existencia que le recordaba que ella estaba allí y conectada a todos los demás. Gaara iba a tener que acostumbrarse a ello, al menos con ella.
Cuando llegaron al restaurante, la camarera les condujo a una mesa y ellos se sentaron, Ino y Gaara a un lado y los tres miembros del Equipo 7 al otro. Después de ordenar sus pedidos, un desagradable silencio cayó sobre la mesa. De acuerdo, tal vez más personas no eliminarían la incomodidad, pensó Ino con un suspiro. Naruto, con lo directo que era, lo rompió primero.
- ¿Estáis vosotros dos... emm... saliendo? - preguntó de repente.
Gaara y Ino se miraron. ¿Qué decir, qué decir? Observando la aturdida y leve expresión de pánico de Gaara, Ino le dedicó una sonrisa tranquilizadora y se volteó hacia los otros tres para responder su pregunta.
- No - dijo Ino.
- Pero entonces, ¿por qué? - balbuceó Naruto, completamente perdido y todavía preguntándose por qué Ino no había saltado sobre Sasuke.
- Vamos a casarnos. Hablando de ello, frentona, ¿vas a ser una de mis damas de honor, sí? - dijo Ino, vertiendo la información sobre ellos sin ningún cuidado.
El silencio reinó una vez más, pero éste no era un silencio incómodo. No, fue un silencio de completa conmoción y estupor. Aparentemente, ninguno estaba seguro de cómo responder a eso. De repente, Naruto estalló en risas.
- Ja ja ja, casi me pillas con eso, Ino. ¡Esa fue una buena! Y sabiendo que yo soy el rey de las travesuras. ¡Ja!
Sakura miró aliviada y se permitió una sonrisa, pero Sasuke simplemente miró a los dos interrogante. Aunque ambos, Gaara y Ino, podían entender perfectamente por qué esto podría ser fácilmente confundido con una broma, no podían evitar sino sentirse un poco heridos. ¿Pensaban ellos que no eran lo suficientemente buenos para quien sería su cónyuge? Esta vez fue Gaara quien habló.
- Naruto, no es broma. Ino y yo nos casaremos al final de la semana.
Naruto dejó de reír abruptamente, y miró fijamente a su amigo con los ojos muy abiertos.
- ¿Por qué? - preguntó.
Ino resistió el impulso de golpearle en la cabeza, y estuvo feliz cuando Sakura cumplió su inexpresado deseo.
- ¡Ay! - aulló Naruto - ¿A qué vino eso, Sakura-chan?
- Por ser un idiota - dijo Sakura simplemente - Felicidades, vosotros dos - dijo con una pequeña sonrisa, y una mirada que dejaba saber a Ino que esperaba la historia entera más tarde.
Suficiente con decir que la cena pasó lentamente, llena de pequeñas e incómodas charlas y miradas. Cuando finalmente estuvieron listos para irse, todos se pararon en la puerta antes de decir adiós calladamente y marcharse por diferentes caminos.
- ¡Nos vemos mañana, Ino! - la llamó Sakura por encima del hombro, recordándole a Ino no muy sutilmente que aún le debía a la chica pelirosa la historia entera.
ESTÁS LEYENDO
UN ASUNTO DE ESTADO ( Terminada )
Romancees una historia centrada en gaaino que primero es un asunto de estado y después se convierte en amor