Gaara iba caminando a casa tras un largo día en la oficina, disfrutando de la paz que llenaba su aldea. Algunos niños vinieron corriendo a él, pidiendo verle manipular la arena; él sonrió y felizmente accedió. Era asombroso qué diferencia en hecho tres años ... qué diferencia Ino había hecho, no sólo en él, sino toda la Villa Oculta de la Arena. Retomando su camino hacia la puerta de su casa, entró y fue recibido por el delicioso aroma del guiso, que Ino había dejado cociéndose a fuego lento en el fogón antes de irse a la academia.
- Hola, cielo - le saludó Ino animadamente, girándose desde el fogón y balanceándose hacia él.
Gaara aún no podía contener una sonrisa al pensar que esta fabulosa mujer era suya. Ino se alzó de puntillas para darle un besito rápido, pero Gaara inmediatamente la atrapó en sus brazos y la atrajo hacia sí para un beso mucho más satisfactorio. Esto duró hasta que Ino apartó bruscamente a Gaara, y rápidamente se volteó hacia el horno antes de sacar una bandeja de pan de maíz y enviarle una mirada regañona.
- ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me hagas eso mientras estoy cocinando? - farfulló ella, incapaz de retener el feliz destello de sus ojos, o de evitar que las comisuras de su boca se fruncieran hacia arriba.
Gaara sonrió sin arrepentimiento y se sentó a la mesa, que había sido puesta con la atención habitual de Ino a los detalles.
- Bueno, pues ... - dijo Ino mientras llevaba la comida a la mesa y se sentaba frente a Gaara - Tengo noticias.
El Kazekage la miró con curiosidad mientras inhalaba un poco del fragante estofado de su plato. Su ceja se arqueó mientras esperaba pacientemente a que ella continuase, preguntándose qué clase de noticias eran exactamente. Todavía no era un experto en interpretar emociones, e Ino tenía tantas que a veces era difícil entenderlas.
- Oh, no me mires así. ¡Es una buena noticia! Al menos, yo creo que lo es - dijo un tanto más vacilante.
Gaara solamente asintió con la cabeza para que continuara, impaciente por conocer lo que sea que ella quería decirle.
- Sé que no hemos realmente hablado de esto todavía, pero ha sucedido ... y bueno, en realidad lo estaba esperando-
- ¿Qué es? - preguntó Gaara, cansado de los intentos de ella por eludir la cuestión.
- Estoy embarazada.
Gaara se congeló, una repentina sensación de terror recorriéndole.
- ¿What? - inquirió incrédulo.
- Oh, vamos Gaara, no te hagas el sorprendido. Esto iba a pasar tarde o temprano, con la frecuencia que ... - Ino se detuvo para aclararse la garganta - Entonces, ¿qué piensas? - le preguntó de nuevo, algo más tiernamente.
Gaara, incapaz de afrontar este giro repentino e inesperado en su vida, abruptamente se puso de pie y caminó hacia la puerta.
Ino tan sólo suspiró y se inclinó con tristeza sobre su cena. Después de todo, tenía que cuidar de sí misma ahora. Este era su hijo y el de Gaara, y no podría estar más feliz ... de acuerdo, eso era mentira. Sería más feliz si su marido no se hubiera simplemente ido tras oír la noticia, pero sabía que Gaara necesitaría tiempo para aceptar este cambio, y podía esperar. Por un poco rato. Luego únicamente tendrá que meter algo de sentido en él.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Gaara vagaba sin rumbo por la aldea. Sus pies, sin embargo, seguían tratando de llevarle de vuelta con Ino, así que Gaara finalmente cedió y se sentó en el techo de su casa, mirando las estrellas. ¿Un niño? Destruiría la paz de su hogar. Gaara ni siquiera pensaba que sería un especial buen padre; simplemente no parecía algo que él pudiera hacer. Además, el bebé acapararía toda la atención de Ino.
ESTÁS LEYENDO
UN ASUNTO DE ESTADO ( Terminada )
Romancees una historia centrada en gaaino que primero es un asunto de estado y después se convierte en amor