La boda

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El viaje de tres días a Suna pasó sin problemas. Con la cantidad de ninjas que asistieron a la boda, nadie fue lo suficiente idiota en realidad para atacar al enorme grupo. Tsunade se había despedido de Ino en la puerta, ella no podía dejar Konoha vulnerable con su ausencia. Shikamaru, Chouji, su madre y su padre, Hinata y Neji, Sasuke, Naruto y Sakura, todos acompañaban a Ino en su viaje (Anko no había podido hacerlo porque estaba en una misión). Kurenai sí venía, en lugar de Asuma-sensei, y como una de las damas de honor.

La noche en que llegaron a Suna, las kunoichis aprovecharon un último minuto en el hotel para la ducha nupcial de Ino, mientras que Kankuro y Naruto organizaron una despedida de soltero de clase para el Kazekage. Ino se estaba divirtiendo, completamente relajada por primera vez en tres días, entre la compañía de todas sus amigas femeninas. El viaje no había sido difícil físicamente, pero mentalmente la había preocupado un poco bastante. Ella estaba abandonando su casa y su familia, y aún no estaba más cerca del hombre con el que iba a casarse. Apenas había ni siquiera visto de reojo a Gaara durante el viaje.

- Oye Ino, ¿podemos ver tu vestido de novia? - preguntó Hinata, ella había superado su constante tartamudeo algunos años atrás.

Ino sonrió abiertamente. Ahora esa era una cosa con la que estaba emocionada.

- No - dijo - Vas a tener que esperar hasta mañana, como todos los demás.

Estaba bastante entusiasmados con su vestido, se lo había topado una tarde con Temari y Sakura. La única otra persona que lo había visto hasta ahora era su madre.

- Ay Ino, no eres divertida - refunfuñó Kurenai, su hijo sentado en su regazo - Yo realmente quería verlo.

- Y lo harás, mañana - dijo Ino con una amplia sonrisa levemente maléfica - Además, necesito algo que se espere con impaciencia mañana - masculló para sí misma.

Las otras la oyeron, o al menos captaron la esencia de ello. Con la esperanza de ayudar a Ino a relajarse, apartaron la conversación de temas relacionados con la boda y parlotearon felizmente acerca de otras cosas, mientras se llenaban con una fondue de chocolate y fruta.

La velada de los shinobis masculinos fue mucho más torpe. A diferencia de las chicas, no todos eran amigos. De hecho, algunos de ellos no se llevaban en absoluto, así que fue un acto bastante tranquilo en el salón de Kankuro, con cerveza y televisión puesta en alguna competición de lucha libre. Naruto pasó su tiempo corriendo de un lado a otro entre Gaara, el hombre del momento, y Sasuke, que realmente no se llevaba con nadie más allí. Kankuro se mantuvo pegado al lado de Gaara toda la noche, y Gaara pasó todo su tiempo intentando desesperadamente escucharles a los dos e ignorar los consejos que éste le estaba dando.

De vuelta en el hotel, la de las chicas tocaba a su fin por esa noche. Aunque levemente reacias a abordar el tema de la boda de Ino, tenían un regalo para ella. Temari se presentó ante Ino con el bellamente envuelto regalo.

- Es de todas nosotras - dijo con una sonrisa - Incluso vino Kankuro a ayudar a elegirlo.

Ino elevó una ceja, su feliz sonrisa ganando una pizca de cautela.

- Él realmente tiene buen gusto - le defendió Temari, y Sakura, Kurenai y Hinata la respaldaron con un ferviente asentimiento.

Ino delicadamente desenvolvió el presente, y se sonrojó ligeramente cuando vio lo que había en la caja.

- Es hermoso - musitó.

Ella lo cogió y sacó un camisón de seda azul con clase. Era sencillo y la cubría bien, pero mirando el diseño podía decir que fue hecho a la medida, y se amoldaría perfectamente a su cuerpo. Las implicaciones del regalo fueron obvias, pero era un regalo maravilloso y atento. La verdad sea dicha, Ino se había estado preguntando cómo enfocar su primera noche de vida conyugal y qué exactamente se esperaba de ella, y este camisón era perfecto. No demasiado audaz y no demasiado tímido.

UN ASUNTO DE ESTADO ( Terminada ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora