Familia Shim [Jakewon] [Omegaverse]

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Por otro lado Jungwon, estaba de camino a su casa con Sunoo, mientras reían a carcajadas or lo que le había pasado al menor de los dos.

— Hyung, hay que calmarnos— evito reír de nuevo.

— Si, mucho por hoy, incluso... ya me cansé— puso sus manos en sus rodillas para poder descansar un momento.— Won, la próxima vez no me vuelvas a contar algo gracioso, ¡mira como estoy!— bufó fingiendo estar indignado

— Esta bien, mejor avancemos, se está haciendo muy de noche, son casi las nueve.

— Si nos pasa algo, es por culpa de la maestra, que nos deja hacer ese proyecto y para morir es para mañana— puchereo.

— Por lo menos hemos avanzado un poco, lo terminaremos de hacer en mi casa

— Ojalá podemos terminarlo hoy

— Si..— se detuvo al sentirse observado, miro a sus lados y no había nadie.

— ¿Qué pasa, Won? Vamos.

— Es que, me siento observado...

— Won, no juegues de nuevo, bastó con lo que me hiciste correr veinte cuadras, hace dos semanas

— No hyung, es de verdad

— No mient-

— ¡Miren chicos ya tenemos a nuestras presas! Y dos en uno— rio mirando a los dos omegas— ¿Qué hacen a estas horas de la noche, pequeños?

— Por favor, no nos hagan nada...

— Muy tarde, hermoso.— otro del grupo de los alfas le acarició el rostro al menor de los dos omegas

— ¿Qué es lo quieren de nosotros?

— ¿Que qué queremos? ¿No está más que obvio?

Ambos estaban asustados, no sabían que hacer... No hasta que vieron a otro chico salir de la nada.

— ¡Dejen a mi omega y a su amigo en paz!

— ¿Cuál de los dos?

— El de menor estatura, ¡es mi omega!

— ¿Y la marca? Yo no veo ninguna marca

— A ustedes que les importa, solo denme a mi omega y a su amigo

— ¿A cambio de que? ¿De verdad vamos a dejar escapar a estas dos hermosuras?

El de baja estatura sintió desvanecerse y caer en el suelo por el miedo. Sunoo, intentaba despertarlo, se sentía más vulnerable.

El chico extraño, comenzó a golpear al grupo de alfas. Los alfas eran muy débiles para su suerte, por lo que los dejó yéndose casi corriendo del lugar donde todo ocurría.

— ¿Están bien?

— Yo si, pero, mi amigo no

— ¿Dónde queda su casa?

— Está a unas 6 cuadras.

— Vamos, los voy a acompañar, no dejaré que esos idiotas les hagan algo.

— Gracias...

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Llegaron a la casa del más bajo, y Sunoo aún con sus manos temblando abrió la puerta con la llave.

Los padres del menor aún no llegaban, puesto que trabajaban hasta tarde, y sus hermanos no estaban tampoco.

Sunoo prendió la luz y dejó que el extraño pasara a dejar al menor en su habitación. Pero, cuando se iba a ir el extraño, Sunoo reconoció su cara

— ¿Shim...?

— ¿Me conoces?

— ¿Qué haces aquí? Tu te fuiste hace diez años a Australia

— Si, lo hice, pero responde a mi pregunta

— Soy Sunoo

— ¿Sunoo?

— Si

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— ¡Sunoo!— llamó al menor

— Ah, hola Jake

— Sunoo, ¿le podrías decir a Won que lo espero en el parque de siempre

— ¡Claro!

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— ¿Y Jungwon?

— ¿No lo acabas de dejar en su habitación? Seguro lo desconociste, cambió un poco desde que te fuiste...

— Yo nunca quise irme—

— Mira, y yo puedo volar —rodó los ojos

— Es verdad

— Tienes suerte de que no sea como sus padres, sino te hubiera roto la cara que tienes ahora a salvo

— Me voy a quedar hasta que despierte

— Has lo que quieras

Jake suspiró, él y su lobo estaban felices de poder quedarse un rato con el omega. Se dirigió a la habitación del omega, quien aún no despertaba. Se acercó silenciosamente a su lado y se sentó al borde la cama.

— Lo siento... Te lo dije cuando me fui... Esperé que me disculparas...

— H-hyung— se removió en su cama mientras soltaba pequeñas lágrimas

— Tranquilo.— tomó su mano, al instante el omega comenzó a abrir sus ojos

— ¿Qui-quien eres tu?— se alejó

— ¿No me recuerdas?

— No te conozco

— ¡10 minutos!— gritó al alfa que aún estaba con el omega menor

— Nunca te he visto.— comentó el omega sintiéndose pequeño junto a su omega al ver al alfa

— Lo siento, seguro nos encontraremos más seguido.— se paró de la cama y camino hacia la puerta, bajó las escaleras, vio a Sunoo por última vez y salió de la casa.

Habiendo salido de la casa del omega menor, el alfa sintió sus ojos picar, ¿Cómo es que no lo recordaba? Pasó como ocho años de su vida con él, era imposible... Seguro que solo estaba bromeando...

Seguro...