Bolsillos llenos y cabezas vacías

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Me molesta mi generación. Y lo grito a los cuatro vientos si es necesario. Me
aferro tanto a darle una oportunidad que ni siquiera reparo en el mínimo detalle de su compleja existencia. La bautizada generación de los "bolsillos llenos y las cabezas vacías". Me ofendo a mí misma por querer pensar que la que no encaja soy yo. ¿Pecaría de creída si pensara que soy un encendedor entre tantos fósforos húmedos? Sí, de esos que solo están ahí para recordarte lo que son y para qué sirven, pero que cuando se va la luz tiras media caja porque ninguno prende. Y es triste. Duele saber que cada vez hay menos sueños y más ropa en el closet, menos sonrisas y más corazones rotos, menos fuerza y más debilidades, menos alma y más zapatos de marca. Me preocupa el mundo, que
aún puede ser salvado, porque al ser humano...a esa bestia ya le perdí la fe
hace años.

De la cuarentena y sus secuelas [Disponible En Amazon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora