De la cuarentena y sus secuelas [Disponible En Amazon]

Oxitocina elevada

Asumir conceptos reversibles y dar por hecho actitudes tan cambiantes como desvelarse en las madrugadas, son errores que deambulan por las calles, en el rostro de cualquiera de nosotros, en nuestros cerebros cargados de oxitocina. Si aún no se ha descubierto, estoy casi segura. La oxitocina elevada intoxica. Deberían aclararlo en los comerciales que venden el amor tan rápido como el sándwich de jamón y queso. Te sale caro, y no precisamente me refiero a la comida. Me refiero a que el amor, si es de verdad, duele. Más cuando esa maldita hormona hace del apego y el afecto una creencia, y a tu compañero a veces se le olvida profesarla. Es bueno ser un poco egoísta y entender que no podemos amar a nadie sin antes aprender a amar nuestras propias cicatrices. Simple: no puedes correr sin antes caminar.