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Iba de camino a casa, eran pasada las ocho de la noche y el clima se encontraba algo frío, ya hacia una semana desde el raro incidente. No veía a Jungkook desde entonces, lo que en parte se me hizo un poco extraño por su personalidad persecutoria, me pregunto, ¿qué fue lo que hice? no entiendo nada, ya que desde mi punto de vista todo estaba bien, y yo claramente no dije nada para ponerle en ese estado.

Casi tropiezo con un piedra, si, por más tonto que suene estuve a punto de caerme, y no era muy pequeña.

— Cuidado, de el piso no pasas pero te puedes romper un par de dientes, o magullarlos. —me di la vuelta encontrándolo de pie unos pasos detrás de mi. Por alguna razón se sintió como si tuviera años sin verle.

— Ah, si. Soy un poco torpe. —metí las manos dentro de los bolsillos del pantalón que llevaba, esto es incómodo.

— ¿Quieres ir a caminar un rato?

— Eh.. son casi las nueve de la noche y hace un poco de frío. —él asintió, esta vez su rostro no me decía nada—. Pero, podemos ir a casa y charlar ahí, si quieres, creo que tenemos asuntos pendientes. —su rostro denotó algo de sorpresa antes de volver a asentir y comenzar a seguirme.

Ya que apareció va a tener que explicarme el porqué de su comportamiento tan raro, así no va a hacer amigos duraderos. Al llegar cerré la puerta, pensé que Jin estaría ya en casa pero no es así, Soyeon sorpresivamente había vuelto en la mañana y comunicó que no le molestaran porque estaría reflexionando sobre su vida en el cuarto, debe de estar pasando por alguna crisis existencial que luego le contará a Seokjin.

— Bien, ¿por dónde quieres empezar? —Jungkook estaba tenso en su lugar del otro lado del sofá, estaba sentado muy derecho y abría y cerraba los puños, estaba nervioso. ¿Tan malo es comunicándose? La vez que estuvo en la tienda no se veía así.

— ¿Tú no tienes algo que quieras decirme? —alcé una ceja.

— Tal vez.

— Puedes ir primero entonces. —respiré profundo.

— Bien, primero que nada no entiendo tu comportamiento, no se qué te hice para que te fueras así, te veías enojado. —comencé a hablar como si me estuviese defendiendo frente a la corte suprema—. Seokjin me acusó de haberte hecho algo cuando no fue así, el mismo Hoseok me dijo personalmente, casi amenazándome, que me disculpara contigo o me iba a ir mal, y yo me pregunto, ¿de qué debo de disculparme si no tengo culpa? —al hacer silencio reparé en mi postura, tenía los brazos en jarra y le miraba penetrante. Este tenía los ojos bien abiertos, parecía sorprendido y yo cada vez más confundido—. Jungkook, necesito que me digas algo.

— Yo, no se qué.. no se qué decirte. No esperaba eso.

— ¿Y qué esperabas que te dijera?

— Esperaba que fueras sincero.

— ¿Disculpa? —tensó su mandíbula.

— ¿Crees que no me di cuenta Taehyung? No soy tan tonto. —fruncí el ceño—. Lo que no entiendo es el por qué, no entiendo. —se puso de pie y se acercó lentamente hacia mi. Su cercanía me hizo sentir sofocado, ahí iba nuevamente a comportarse como un lunático.

— ¿Podrías ser más específico? Creo que no te estoy entendiendo, o que más bien, no nos estamos entendiendo.

— Taehyung, tu secreto conmigo va a estar a salvo. —su mirada estaba fija en la mía, algo que desconozco es la razón por la cual ahora quien comenzó a ponerse nervioso fui yo—. Pero necesito respuestas, y las quiero antes de irme. Me lo debes. —dio unos pasos más y yo no podía moverme, no me lo permitía—. No quiero hablar de eso ahora porque incluso te veo desconcertado pero créeme que sé lo que ocultas. —mi corazón latió fuertemente—. A mi nunca me has podido mentir, no a la cara. —nuestras miradas seguían conectadas y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, mi ceño no dejaba de fruncirse cada vez más de manera involuntaria y las palabras no querían salir—. Pasa buenas noches. —se dio la vuelta y una vez más lo hizo, me dejó en medio de la sala desconcertado, aunque esta vez fue peor porque ahora me encontraba con ganas de llorar.

Me sentía como un niño que había sido regañado, y dolía, dolía mucho. ¿Por qué? Nada de lo que dijo tiene lógica, mi comportamiento sumiso tampoco, ¿qué mierdas me pasa? ¿es que él acaso sabe de el secreto mío y de Seokjin, habrá escuchado algo?

Tomé asiento en el sofá mientras hacía desaparecer las efímeras lágrimas que se escaparon de mis ojos. Detrás de mi volví a escuchar la puerta y luego a Seokjin hablar.

— Ya llegué. —caminó directo a la cocina, rato más tarde le escuché salir y caminar hacia las escaleras pero se detuvo—. Hey. —volteé lentamente a verle—. ¿Qué miras? La televisión está apagada. —¿debería de decirle? me sentía amenazado, de todas partes. Lo correcto sería decirle, si Jungkook sabe algo y quiere hablar estamos en problemas—. ¿Está todo bien? —su mirada estuvo a punto de volverse preocupada, pero le sonreí y le asentí.

— No pasa nada, yo en mis episodios de ida y vuelta del limbo. —hizo una mueca.

— No me hagas llevarte al loquero. —rió un poco—. Voy a estar arriba cualquier cosa. —se volteó nuevamente perdiéndose escaleras arriba.

"Nunca me has podido mentir..."

¿Nunca? eso suena a mucho tiempo.

¿Nunca? eso suena a mucho tiempo

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My mingle.  || KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora