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— ¿Mejor? —negué recostándome en la cama, un fuerte dolor de cabeza me había agarrado una vez dentro de la habitación.

— ¿Qué demonios es ese bullicio de ahí abajo? —cerré los ojos lamentándome.

— Conocidos Tae, ¿qué no captas? Te he hecho una fiesta de cumpleaños. Y lo de antes de que te fueras fue planeado. —me incorporé con velocidad—. ¿Me perdonas? —¿es en serio?

— No puedo creerlo, eres el mejor. —dije en forma sarcástica.

— Oh vamos, ¡si te decía que te tenía una sorpresa no ibas a querer!

— No me gustan las aglomeraciones. Además sucedió algo raro, creí haber visto a alguien. —dije con los ojos cerrados mientras masajeaba mis sienes, maldito dolor.

— ¿Creíste haber visto a alguien? —comenzó a reír—. Pero claro, escaleras abajo hay como veinte personas.

— ¡No, no me refería a es..

— ¡Seokjin! Vamos dile a Tae que salga, ¡una fiesta de cumpleaños no es nada sin el cumpleañero! —gritó Soyeon del otro lado de la puerta.

— Escucha. —tomé asiento—. Lo que quiero decir es que...

— Bueno déjate de excusas y bajemos, no permitiré la música alta si te molesta pero vamos, te he hecho esta fiesta, disfrútala por favor, te la mereces.

— Pero yo..

— Vamos, sin peros Kim.


Alrededor de dos horas o algo así al fin se había acabado la fiesta del infierno, yo estaba abatido y el dolor de cabeza estaba comenzando a salir nuevamente, necesito dormir.

— ¿A dónde vas?

— Voy a dormir, no me molestes más por favor, te lo suplico. —rápidamente subí las escaleras mientras le escuché gritarme que no había probado el pastel.

Una vez en la cama tomé los auriculares y en volumen bajo reproduje mi recién canción favorita, no voy a dejar que este dolor de cabeza me termine de arruinar. Unos cinco minutos más tarde de Hotel California caí dormido.

 Unos cinco minutos más tarde de Hotel California caí dormido

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Al otro día seguía el dolor de cabeza.

— ¿Qué te sucede, no te gustó la fiesta sorpresa? —la miré y le medio sonreí.

— No es nada. Y sí, gracias por el susto antes de la fiesta, fue la cereza del pastel. —la escuché reír antes de dirigirme escaleras arriba.

Hoy Seokjin volvía a abrir la tienda ya que lo de ayer fue por una "ocasión especial".
Busqué algo que ponerme antes de entrar a la ducha y, mierda que me seguía doliendo la cabeza. No creo que sea normal.

Una vez vestido y listo volví a tirarme como peso muerto sobre la cama, cerrando los ojos unos segundos.

— Oye. —tocó la puerta dos veces y entró antes de hablar—. No es hora de holgazanear, a trabajar. —rodé los ojos y me senté en la cama unos segundos más.

My mingle.  || KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora