— Déjame analizar bien lo que sea que me acabas de decir. —se sentó en el sofá.
— Hyung.
No decía nada y entre ambos inundaba un silencio que me hacía cuestionarme muchas cosas, como el suceso de hace varios minutos donde sentí cosas raras por Jungkook. ¿En serio me gustaba o estaba confundiendo los latidos de mi corazón?
— ¿Te quiere llevar? —subió la mirada. Me veía de una manera nostálgicamente preocupada.
— Hyung, no tengas miedo, no dejaría que nadie te haga algo. —me senté a su lado—. Si me voy no diré nada de dónde he estado, ya soy mayor de edad, ¿lo recuerdas?
— Pero cuando desapareciste no lo eras Taehyung. Y ninguno de los dos sabemos el qué hacías en esa carretera, porque no lo recuerdas. —volvió a bajar la mirada y con algo de aparente frustración cubrió su rostro con ambas manos.
— Hyung, está bien, no pasa nada.
— Sabía que esto sucedería en cualquier momento. —sollozó, Dios, no quiero hacerle daño—. No quiero, no quiero que te quedes conmigo ni que no recuerdes tu vida, si, estoy preocupado tanto por mí como por ti pero está bien. Ya pasará, algún día esto llegaría. —balbuceó como si estuviese tratando de decírselo a sí mismo.
— No llores Hyung. No va a pasar nada malo, no te va a ocurrir nada, te lo juro.
— ¿Y si él quiere demandarme? —fruncí el ceño—. Dices que tienes padre, o hasta el mismo Jungkook.
— No. —negué tratando de tranquilizarlo—. Nada de eso, estás paranoico. No va a pasar nada, no vas a pagar por algo que no hiciste, ¿bien? —trató de calmar sus sollozos—. Respira profundo. No va a pasar nada malo.
Eso es lo que yo espero.
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— ¿Cuándo es que te vas?
— ¿Ya no quieres que te lleve? —tomé asiento en la cama con el celular en mano—. ¿Hablaste con tu hermano?
— Si, está asustado. —lo escuché reírse y me enojé —. ¿Qué te hace tanta gracia?
— ¿Tiene miedo de que vueles de la jaula?
— ¿Cómo que jaula? —me enojé más.
— Es una forma de decir. —seguía riéndose. Cómo puede ser que me haya gustado una cosa tan desagradable.
— Buenas noches. —colgué antes de ponerme agresivo.
¿Quién se cree? Tiene como cierto sentido de superioridad cuando habla, un total idiota. Miré el celular cuando vibró en mis manos.
Mañana deberías de venir a verme, tengo que mostrarte unas cuantas cosas antes de que decidas el siguiente paso a dar.
