¿¡CREÍAIS QUE OS IBAIS A LIBRAR DE MI ASI POR ASI?!
¡¡ YA HE VUEEEEELTOO !!
~Guille~
Oscuridad, un destello verde que derrepente se lo traga todo, convirtiendo el fondo negro en un paisaje de un prado con flores de todos los colores.
Una risa, y una canción se escuchaban en la distancia del campo, junto con el sonido chirriante de un columpio viejo.
"~London Bridge is falling down, falling down, falling down~"
La voz era suave y calmada, como si me estuviera llamando para que me acercase.
Con cautela, di dos pasos, alternando mi mirada del suelo al frente, preocupado por no pisar ninguna flor. Mientras, la voz seguía cantando al compás de mis pasos, ¿o eran mis pasos los que iban acompasando a la canción?
"~London Bridge is falling down, falling down, falling down...~"
Me acercaba, una silueta comenzaba a apreciarse entre las flores. Era un columpio, al parecer antiguo, ya que se veía oxidado y gastado.
Subido en el columpio, había un niño, parecía menor a mí, pero no mucho.
Sus ropas parecían antiguas, como si hubiera viajado dos siglos en el pasado, a la Inglaterra victoriana en la que los nobles mandaban sobre los demás.
"~London Bridge is falling down~"
Seguía cantando con la mirada gacha mientras se columpiaba despacio con los pies.
"~My fair lady~"
Cantaba la última línea de la canción infantil mientras con parsimonia levantaba la cabeza en dirección a mí, dejando ver un poco su sonrisa antes de que todo se volviera negro otra vez.
¿Que significaba esto? ¿Y la canción?
-Guille, arriba, es hora de levantarse, vamos, despierta...
La verdad es que llevaba despierto un buen rato, pensando en el significado del sueño, pero no me apetecía levantarme.
-Guillermo es hora de levantarse, ¿has olvidado ya que día es hoy?- Laurie llegó a mi habitación, hablándome con voz calmada, intentando despertarme abriendo las cortinas de par en par.
-Ojalá, no me apetece ir...- dije mientras me envolvía con las sábanas que parecían endemoniadamente cómodas y calentitas.
-Oh, vamos, levanta que si no luego vas a ir apurado- Laurie era terca como una mula y por lo visto, parecía ella más emocionada que yo respecto al instituto.
Resoplé mientras me levantaba resignado directo hacia el baño para ducharme.
Aquel sueño me había trastocado de una manera extraña, la canción decía:
"London Bridge is falling down, falling down, falling down"
"El puente de Londres se está cayendo, se está cayendo, se está cayendo"
Tenía un ritmo monótono y a la vez calmado e hipnotizante, por lo que deduje que sería una canción antigua. A parte, la ropa del niño que la cantaba no era de esta época...
De tanto pensar no me di cuenta de que Laurie me llamaba para el desayuno, así que me vestí rápido y bajé corriendo las escaleras.
- Buenos días Guille, ¿estás nervioso? - Hoy todo el mundo parecía feliz por una extraña causa.
Ciertamente, me extrañaba y me extresaba, pocas veces estaba la casa entera en paz y armonía...
-Realmente no, no estoy nervioso, pero como sigáis preguntándolo si que me pondré nervioso.- Quizás había sonado demasiado borde.
Desayuné bastante rápido, Laurie me dijo que mi padre quería verme antes de que me fuera, y ya quedaba poco tiempo, así que tuve que ir un poco más rápido de lo habitual.
Recorrí los monótonos pasillos de la mansión, sosos y tan distintos a las paredes de mi habitación que me hacían sentir que estaba en otra casa.
Dos pasos más y la puerta estaba enfrente de mí, tenía un poco de prisa, no me permitiría llegar tarde el primer día. Abrí la puerta de golpe después de tocar dos veces, viendo a mi padre escribiendo algo. Era curioso, siempre que entraba estaba escribiendo, no hacía otra cosa, normalmente ni miraba hacia mi cuando le hablaba.
-Buenos días Guillermo, ¿Qué tal has dormido? Espero que bien, ya que hoy es tu.primer día, ¿estás emocionado? Normalmente los chicos de tu edad nunca quieren ir a ese sitio, pero tu si, mira que eres raro...
Okay, ¿entonces sólo me llamó para hacerme preguntas que ni siquiera me deja contestar? Así es como pierdo el tiempo.
-¿Me llamaste por alguna razón en especial?- ¿o sólo para joder?
-No, en especial no, sólo quería verte antes de que te fueras, pocas veces te veo pasar por aquí, te la pasas encerrado en tu habitación y es-
-Padre, si no te importa, debo irme, no quiero llegar tarde
-Ah no, claro, entiendo, pues hasta luego entonces...
Salí de su despacho sin decir nada, me sentía extraño por su actitud, bueno por la suya y por la de los demás...
Subí otra vez las escaleras hacia mi habitación, cogí mi mochila y me mire una última vez al espejo que había enfrente de mi cama, ajustándome la corbata del uniforme y peinandome por encima.
Bajé las escaleras a paso ligero hasta llegar a la puerta principal de la casa, donde me esperaban Laurie con un paquete entre las manos.
-Guille, tengo algo para ti que quiero que abras al volver del instituto, ni antes ni después - me dijo mientras lo dejaba encima de un pequeño mueble cercano.
-No te preocupes, lo abriré nada más volver- le dije mientras me acercaba unos pasos más para darle un pequeño beso en la frente a mi "madre"
-¡Mucha suerte!- le escuché decir una vez yo ya había salido de casa.
Por Dios, que me voy al instituto no a la guerra, no hace falta despedirse de mi como si me fuera durante años...
El camino hacia el edificio era relativamente corto, si es cierto que estaba en buenas condiciones físicas, por mi falta de experiencia había elegido el camino más largo para llegar a el.
La primera clase empezaba a las 8:00 pero el profesor se retrasaba por un atasco, asi que me dio tiempo a llegar y sentarme tranquilamente en un sitio vacío en el fondo de la clase. O al menos eso creía. En menos de cinco minutos el profesor ya estaba en clase insistiendo en que me levantara para presentarme. Primer día de clase y ya tengo a quien odiar, eso si que es suerte...
-Buenas, mi nombre es Guillermo Díaz, soy de España y... Ya está, no hay nada más interesante.- No me apetecía hacerlo y por suerte el señor se dio cuenta de mi tono de voz y mi poca información y me mandó a sentar, comenzando la clase con total normalidad.
No quería pararme a escuchar los susurros de mis compañeros, no me esperaba elogios, la verdad, y menos ganas tenía de desanimarme escuchando posibles insultos de gente que sólo sabe mi nombre y de donde soy.
Las clases me las pasé tomando apuntes como un buen alumno hasta que llegó la hora del almuerzo.Vaya, que sorpresa, esperaba que nunca llegara...
Me senté en una de las muchas mesas grises que había por el comedor , de las pocas que había vacía, con suerte y sabía los nombres de cuatro de mis compañeros, como para relacionarme así...
- ¿Eres tu Guillermo?- Joder, a poco más me atraganto con el almuerzo al escuchar mi nombre tan mal pronunciado en un inglés pastoso.
-Si, soy el mismo en carne y hueso- que me vengan asi sólo puede significar dos cosas: ahora soy una celebridad o ya saben quien es mi padre.- ¿necesitabais algo?
- No, nada, a mi amiga le gustas, ¡hasta luego!
...Vale... Que raro...
Sacudí la cabeza intentando librarme del shock reciente, ¿Que leches? ¿Sería todo el mundo así? ¿Que hago yo aquí?
Continuará...
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Seguramente el capitulo más largo y random de todos, y eso que lo he cortado xD.
Perdón por no actualizar, pero es que no me acuerdo, o no tengo tiempo, o no hay inspiración, o mi madre intenta darle un martillazo a mi movil mientras me tira el ordenador por la ventana...
Intentaré actualizar más, ya que tengo en el instituto dos concursos de relatos, los cuales practicare por aquí ;)
Besos y abrazos,
~Dark~
