CAPITULO 4: El secuestro

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  • Dedicado a Liliana Márquez R
                                    

Desperté y una luz me cegaba, me frote los ojos y pude ver que la luz provenía de una ventana rota que se encontraba enfrente de mí, me exalte un poco al ver que Elena se encontraba a un lado de mí observándome. Estaba recostada sobre el suelo de aquella habitación que parecía ser parte de una casa abandonada, ya que solo había una silla de madera vieja y las paredes estaban despintadas y desgastadas.

-¿En dónde demonios estoy?- Pregunte mientras me reincorporaba para poder ponerme de pie, pero al momento de intentarlo caí de sentón, ya que el efecto de lo hubiera en ese trapo no se me había pasado del todo.

-Al fin despiertas bella durmiente- Me dice Elena acercándose y poniéndose en cuclillas para poder quedar frente a mí.

-¿En dónde estoy? - Pregunte tratando de que mi voz se escuchara firme.

-Estamos en Whitmore, cerca de Mystic Falls, en unas cuantas horas nos iremos a New Orleans a visitar un viejo amigo mío.

-Elena déjame ir por favor.- Dije desesperada ya que me estaba empezando a asustarme.

-¿Elena? ¿Sigues creyendo que soy esa pueblerina asquerosa? Lamento el no haberme presentado, al parecer tus amiguitos no te han contado nada, soy Katherine Pierce la doppelganger de Elena. No me digas... Están en su fallido intento por salvarte de tu inevitable destino.- Dijo sonando sarcástica y enarcando una ceja.

-Elena, o Katherine o como sea que te llames... ¿Por qué demonios me tienes aquí?- Pregunte desesperada.

-Veras, boleto a mi libertad, solo te diré que esto no te conviene en nada a ti, de hecho eres la que más sufrirá, pero mientras eso no me pase a mí todo estará perfecto.- Dijo mientras se ponía de pie, y salía de la habitación dejándome sola.

¿Por qué me habría llamado "Boleto a mi libertad"? ¿Yo que tenía que ver con su vida si ni siquiera la conocía? ¿En verdad no era Elena o solo quería hacerme una mala jugada?

Tengo que salir de este lugar ¿Pero por dónde?, lo más seguro es que si salía por la puerta estaría alguien ahí. Piensa Allison, vamos piensa.

Genial, era el peor momento como para no tener imaginación, e ingeniarme algo para salir de ahí.

-¡LA VENTANA!- Dije mientras me tapaba la boca con las 2 manos y las apretaba con fuerza. Genial, no pude haberlo gritado más fuerte, soy una estúpida.

Estaba esperando a que alguien apareciera por la puerta. Pero para mi suerte no sucedió nada. No perdí la oportunidad y me levante un poco tambaleante me dirigí hacia la ventana rota y mire el hueco que había para cerciorarme si cabía, para mi suerte así era.

Por una sola vez en mi vida me alegre de ser una flacucha (Sarcasmo) , ya que el hueco no estaba tan alto, decidí primero sacar los pies para poder saltar, al momento de hacerlo, me torcí el tobillo del pie derecho.

Se me escapo una exclamación de dolor, genial, ahora ya no podía caminar, insisto. Soy una idiota. Me levante con dificultad, voltee hacia todos lados y a lo lejos pude ver un pequeño camino de tierra, no sabía hacia donde me guiaba, pero con tal de salir de ahí, lo seguiría ciegamente, trate de correr pero no podía así que camine apresuradamente hasta el camino de tierra.

Camine casi por media hora sin llegar a ningún lado, no podía ver bien, pues todavía era de noche, pero estaba segura de que no faltaba mucho para que amaneciera, pues el cielo estaba menos oscuro que cuando salí al jardín de los Locwood.

Ya estaba cansada, y mi pie derecho no me estaba ayudando, tropecé con una piedra que había en el camino y caí al suelo, ya no podía más, y caí en un profundo sueño.

Desperté y me encontraba en una cama, abrí los ojos por completo, y me di cuenta de que estaba en un cuarto, pero no era en la casa abandonada en la que había estado con la tipa que dijo llamarse Katherine.

-¿Se encuentra bien señorita?- Dijo una voz masculina que era de una persona ya grande.

-¿En dónde estoy?- Dije mientras me acomodaba para poder sentarme.

-Se encuentra en Atlanta, la encontré desmayada en la carretera y pensé que sería buena idea traerla hasta aquí.

-Gracias.- La verdad es que ya no sabía ni en quien confiar, Quise levantarme de la cama pero al momento de querer ponerme de pie caí al suelo, pero el señor me ayudo a levantarme- Gracias...

-Raphael, mi nombre es Raphael.- Dijo con una leve sonrisa en los labios.

-Allison Hamilton, seria mucha molestia que le pidiera que me llevara a Mystic Falls- Dije mientras me sentaba de nuevo, no recordaba que me había torcido el tobillo y no podía caminar bien, solo que ahora tenía una venda en el lugar en el que me había lastimado.

Raphael era un hombre ya grande el cual dejaba ver ya unas cuantas canas, de piel clara y ojos de un color miel claro, con unas cuantas arrugas en su rostro.

-Claro que no.- Dijo con otra sonrisa en el rostro- De hecho, tengo un sobrino que vive en Mystic Falls y está aquí con migo, él podría llevarte.

Se lo agradecería muchísimo si me hiciera ese favor señor Raphael.

-Solo dime Raphael, se ve que eres una buena muchacha, ¿qué te llevo a Whitmore?

-Es una muy larga historia.- Dije con una cara de angustia, recordando lo que había pasado.

-Ya lo creo señorita, le hablare a mi sobrino para que la lleve, creo que él se quedara en Mystic Falls, ya que solo vino por unos días.

-Muchas gracias Raphael.

Salió de la habitación dejándome sola, me quede sentada esperando a que llegara su sobrino. Me distraje viendo unas fotos donde salía Raphael y al parecer su familia. Escuche una voz masculina, pero no era la de Raphael sino de la de alguien más. Al voltear para ver quién era. Me topé con la cosa más hermosa que haya visto.

Era alto, fornido, de ojos color azul, un cabello negros como la noche, una sonrisa impecable y unos labios rojos, aparentaba tener unos 17 o 18 años para mi suerte.

-Hola, me llamo Patrick.

Allison... ¿Una nueva Doppelganger? ~Vampire DiariesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora