Allison... ¿Una nueva Doppelganger? ~Vampire Diaries

CAPITULO 10: Contando secretos

No podía creerlo, Patrick era un hombre lobo.

Ya estaba cansada de ser la damisela en apuros, a la que siempre tenían que rescatar, más vale que esas clases de Tae kwon do que tome de niña me sirvieran de algo.

Moví mi brazo derecho y le di un buen golpe en la mandíbula, me dolió un poco la mano pero había funcionado, se había distraído, me levante y corrí lo más que pude para llegar a casa, pues no sabía que le había pasado a Valerie.

Al llegar a casa parecía que no había nada, las luces estaban apagadas, me dirigí a la puerta para salir a buscar a mi hermana, pero cuando iba a abrir la puerta para salir escuche un golpe en el piso de arriba, subí las escaleras y me dirigí al cuarto de Valerie, y ahí estaba, sentada en su cama con los ojos cristalizados.

-Por un omento pensé que no volverías- Me dijo mientras se levantaba de la cama.

-No te podrás liberar de mí tan fácilmente- trate de sonreír pero me fue imposible.

-¿Que fue eso Dayan Hamilton?- se notaba enojada, nunca me llamaba Dayan, o por lo menos casi nunca- ¿por qué demonios nos atacó ese chico, y como es que sabía tu nombre?

-Yo...

-¿Y por qué estas llena de tierra y hojas?- Pregunto de nuevo

Voltee hacia el espejo que había a un lado, y tenía razón, estaba llena de tierra y tenía hojas secas en el cabello, trate de limpiarme y sacudirme un poco con las manos.

-Te lo explicare todo, lo prometo, es solo que...- No sabía que decirlo, ¿Cómo le explicaría?

-¡¿Es solo que, que Dayan?!- Ahora sí que estaba molesta, solo me decía Dayan cuando se molestaba con migo, yo lo estaría, pero no encuentro la manera de explicarle todo lo que está pasando-primero desapareces de la nada, y ahora un tipo loco que sabe tu nombre nos quería atacar... ¿y quién esa tal Katherine? Al parecer te odia demasiado.

-Ni te imaginas- Dije en voz demasiado baja.

-¿Y bien? Espero una explicación.

-Y te la daré, te lo contare todo, es solo que es algo difícil de comprender- Explique.

Necesitaba contarle la verdad, merecía saberlo, no se lo podría ocultar por toda mi vida, si es que me queda un poco.

-Tratare de entenderlo.

Ahora sí que estaba en un lio, y grande, me daría por loca.

-Okay...

-Okay, te estoy esperando.

-Como empezar, sé que sonara loco, pero tratare de resumirlo un poco... en este pueblo hay Vampiros y hombres lobo, Caroline, Damon, Stefan y Elena son vampiros, Katherine es la Doppelganger de Elena, son idénticas, y ella me quiere entregar a un tal Klaus que me quiere usar como banco de sangre humana para crear híbridos, mitad vampiro, mitad hombre lobo, no sé cómo es que mi sangre puede hacer eso, y acabo de descubrir que...

-Acabas de descubrir ¿qué?...

-Patrick es un hombre lobo- Dije mientras trataba de deshacer el nudo de mi garganta.

De pronto mi hermana comenzó a reír como loa, se dejó caer sobre la cama mientras se moría de risa.

-¿Qué es tan gracioso?- Dije un poco molesta por su reacción.

- De verdad que debo de prohibirte leer tantos libros de ficción, no es bueno para ti, pensándolo bien... deberías escribir uno, tienes demasiada imaginación hermanita- Desearía que esto fuera un libro de ficción, pero era la vida real y no podía hacer nada al respecto.

No pude evitar rodar los ojos ante tal comentario, sabía que no me creería pero tenía que decírselo.

-Te digo la verdad Valerie, ¡y deja de reírte!- dije mientras le arrojaba una almohada a la cara para que se callara.

-De verdad, deberías escribir un libro con esta historia- Si salgo viva tal vez lo haga, pensé para mí.

- Solo cuando venga un ser sobrenatural e intente matarte, no me aguantare el decirte "¡TE LO DIJE!."- dije mientras le lanzaba otra almohada en la cara.

- ¿Sabes?, no es fácil el que de la nada te digan hay vampiros en este pueblo y que el chico guapo que le gusta a tu hermanita es un hombre lobo.

No pude evitar ruborizarme por lo último que dijo, no podía sacarme la primera vez que nos besamos Patrick y yo, la fantasía se había terminado tan rápido como había llegado.

-Solo olvida lo que te dije.

- Te creo All, solo es que, es complicado.

-Dímelo a mí.

-All, eres la única familia que tengo, confió en ti, de verdad lo hago, me preocupo por ti, trato de que seas feliz, pero, de verdad que es algo difícil de comprender.

- Te dije que no lo entenderías- Le recordé.

-Solo necesito tiempo y pruebas, tu no me creerías de ser yo quien estuviera en tus zapatos.

-Sabes, desde que murieron nuestros padres me han estado pasando cosas extrañas, pero nunca pensé llegar a esto-Dije mirando al suelo- Extraño los consejos de mamá y las ocurrencias de papá.

-Yo también los extraño All- Dijo seria.

Cundo la volví a mirar a los ojos no pude evitar que se me escapara una lagrima, odiaba que me vieran llorar.

-Ven acá enana- Dijo mientras abría los brazos

Me acerque a ella y deje que me abrasara y que me consolara como cuando éramos pequeñas.

-Solo por esta vez te perdono lo de enana- Dije mientras me alejaba y me secaba las lágrimas.

Ella rio al igual que yo se recostó de nuevo en su cama y yo estaba a punto de salir de su recamara.

-Te quiero- le dije sin girarme a verla.

-Yo igual...espera, ¿a dónde crees que vas?- Me gire para verla.

-A mi recamara, ¿a dónde más?- Respondí sin comprender.

-No tan rápido señorita, tenemos un asunto pendiente.

-De que estas habl...-No me dejo terminar la frase pues una almohada me golpeo justo en la cara.

Valerie comenzó a reír mientras me lanzaba otra almohada, pero la tome ates de que me golpeara.

De acuerdo, pelemos- Dije mientras reía y caminaba hacia ella para comenzar una pelea de almohadas como cuando éramos niñas, no me importaba que no me creyera sobre los vampiros, solo me importaba que estuviera a salvo y que estuviéramos juntas.

Después de la gran pelea de almohadas, nos pusimos a ver películas y a escuchar música mientras cantábamos.

Ya pasaban de las tres de mañana y mi hermana se había quedado dormida en mi hombro mientras yo escuchaba Running whit the wolves, esa canción e hizo recordar a Patrick.

Me levante de la cama y recosté a Valerie para que durmiera más cómoda, salí de la habitación sin hacer mucho ruido ara no despertarla.

Me dirigí a mi cuarto para darme una buena ducha de agua caliente, de verdad la necesitaba pues habían pasado muchas cosas hoy, me puse mi pijama y salí de la ducha. Me puse frente al espejo mientras cepillaba mi cabello.

Una briza fresca llego desde la ventana, voltee, no recordaba haber dejado la ventana abierta.

La cerré mientras dejaba el cepillo sobre la mesita de noche, y sobre ella pude ver un pequeño papel un poco sucio, lo tome y lo abrí, era una pequeña nota con dos palabras que me hicieron estremecer.

-Lo siento.