「 𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁 𝗲𝘃𝗶𝗹 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 」
A pesar de que trataron de olvidar al otro
se les hizo imposible.
Y, gracias a las vueltas de la vida,
poco a poco ambos jóvenes
dejarían de ser simples desconocidos.
❥ 𝗦𝗶𝗻 𝗲𝗱𝗶𝘁𝗮𝗿
❥ �...
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Leon bajó del coche con su porte tranquilo y relajado, para luego caminar hacia su lugar se trabajo. Habia tenido una buena mañana, junto a aquella chica tan diferente a él. Mientras él prefería la vida tranquila, que muy pocas veces se cumplía, ella desordenaba todo lugar por el que pasaba. La pequeña e inusual sonrisa en su rostro era evidencia de lo alegre que lo ponía aquella mujer.
Sin embargo su humor bajó al encontrar varios coches de policía fuera de la comisaría, donde su oficina estaba instalada. Caminó con rapidez hacia allí, notando la cinta amarilla que rodeaba el lugar. Manchas de sangre habían salpicado los azulejos del suelo, mostrando una escena escalofriante.
-qué pasó aquí?- preguntó sobresaltado, a uno de los oficiales allí.
-hubo un atentado a la comisaría ayer por la madrugada. Al parecer buscaban a alguien, porque no se llevaron nada. Lastimosamente no hubo sobrevivientes- explicó el oficial, mostrando inquietud. Leon se sorprendió notablemente y pensó en lo que Either le había contado aquella mañana.
Y si habían ido a buscarla a ella? Seguramente sería así y agradecía al cielo que ella haya sido lo suficientemente inteligente como para huir antes de su llegada. Ayer en la madrugada, mientras ellos follaban sin parar en su cama, varios agentes estaban luchando por sus vidas.
-hay sospechosos?- preguntó nuevamente.
-nadie sobrevivió para dar un testimonio cercano, por lo que aún no tenemos sospechosos. Sin embargo sospechamos de Either Moon- respondió con paciencia el policía. Leon frunció el ceño al oír el nombre de la chica.
-ella no lo hizo- aseguró con tono duro. El oficial levantó la mirada, confundido ante las palabras y el tono que el rubio había empleado. Leon se dió cuenta de su error y decidió enmendarlo -quiero decir, dudo que ella sola haya podido hacer todo esto. Además, porqué volvería luego de haber escapado?-
-no lo sabemos. Estamos investigando el caso, si me permites- el oficial pasó por su lado y se fue a hacer quien sabe qué. Leon pasó la mano por su rostro con frustración, sin saber bien que hacer.
Estaba siendo un traidor al ocultar a una principal sospechosa en su apartamento, mientras el peso de sus acciones caía sobre otros. Pero simplemente no podía, ni quería, alejarse de ella o hacer algo que pueda lastimarla. Quería cuidarla y asegurarse de que todo estuviera bien, pero como lo haría? No podían llegar a la comisaría de las manos y simplemente explicarlo todo. No. Es por eso que Leon se hallaba tan aturdido como preocupado.
¿qué haría?
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Either se hallaba ensimismada en hallar un nuevo apartamento por intent. Estaba en proceso de hacerse una identificación falsa, con la ayuda de Leon, para poder escapar de la policía y de los sectarios. Su vida se había vuelto muy complicada en cuestión de días y ahora no sabia que hacer. Había perdido el control de su marcha.
Si había algo que agradecía de todo esto es haber conocido a Leon. Quiere decir, ya habían tenido una noche juntos antes, de la que ella salió huyendo en la mañana por miedo a caer por aquel rubio. Era una mujer que se le facilitaba escapar, y en cada oportunidad que se le presentaba lo hacía.
Pero ahora las cosas entre ellos habían cambiado. Ella había dejado de intentar escapar de él, tuvo la oportunidad hasta de huir del país, sin embargo decidió visitar al rubio en su departamento, pasando la segunda mejor noche de su vida junto a la misma persona.
Algo pasaba entre ellos, ambos lo sabían, pero estaban tan confundidos como atemorizados en este momento como para pensar en eso.
Su teléfono vibró sobre la mesa, llamando la atención de la muchacha. Justo había conseguido un apartamento en Alaska que contaba con todo lo que ella necesitaba. Nadie la buscaría en Alaska y ella amaba la nieve, qué mejor que eso?
-diga- respondió al teléfono, sin prestar mucha atención sobre quien se trataba, algo tonto de su parte teniendo en cuenta de que, ¡estaba prófuga!
-Either, algo malo pasó en la comisaría- habló Leon, con voz agitada. La castaña se alertó al instante, mientras que una mala sensación llenaba su pecho -todos están muertos, se llevaron todo de mi oficina...no me gusta nada esto-
-qué?- preguntó ella, exaltada. La culpa comenzaba a gobernar su cuerpo. Todos estánmuertos. Sabia porqué, por ella, y es por eso que se sentía de lo peor. Todos habían muerto porque ella era una maldita rata escurridiza.
-Either tranquila, escucha, lo resolveremos, okay? Encontraremos a esos bastardos- aseguró Kennedy al oír la voz cortada de la chica -Either..?- preguntó Leon, conduciendo como podía con el celular en el oído. Rogaba por no tener un accidente automovilístico.
-debo colgar- murmuró ella, con la poca voz que le quedaba.
-Either, ¡no!- Leon gritó que no colgara, pero ella lo ignoró exitosamente, acabando la llamada. Kennedy tiró con furia el teléfono hacia el asiento de copiloto, despeinado su cabello durante esto, pero no le interesaba en lo más mínimo.
Aquellos sujetos tenían todos sus datos, habían robado todos los papeles con la investigación y cosas importantes sobre él y Either. Los sectarios podían ir tranquilamente por Either hasta su departamento y apenas los vecinos lo sabrían. Es por eso que estaba preocupado y tomaba el volante con fuerza, no quería perderla, no ahora que todo parecía tomar forma en su vida gracias a ella.
Llegó a su apartamento lo antes posible. Corriendo escaleras arriba con su arma en mano por las dudas de qué se encontraría al llegar. No le importaba su apartamento y los destrozos que pudieron haber dejado los sectarios al atacar, solo le importaba que ella estuviese bien.
La puerta estaba cerrada, cosa que lo confundió pero gracias a eso mantuvo las esperanzas de que ella estuviera a salvo. Coloco la llave en la puerta y contó hasta tres mentalmente, antes de ingresar al apartamento de un rápido y brusco movimiento, con su arma apuntando.
Sin dudas no esperaba la escena que encontró. Pero soltó un suspiro de alivio mientras se acercaba a ella, quien estaba hecha una bolita en el sofá. Ella estaba bien.