20 Abril 2016.
No lo podía creer, el cuerpo inserte de Dylan yacía en la puerta de su hogar, después de haber presenciado muchas muertes, justo en ese momento no sabía que sentir o pensar. Lágrimas se acumulaban en sus ojos, pero estás no salían, solo se dedicó a ver es escena que para muchos resultaría aterradora, pero para ella no, pues sabía que en algún momento sucedería.
Tenía los ojos cerrados y un disparo directo en el corazón, su sangre estaba esparcida por el frío suelo y su expresión era, sin embargo de paz.
No tenía idea que quien pudo haber sido, pues en el mundo dónde el se movía cualquier desgraciado pudo haber hecho tal acto, pero ¿Como encontrar al responsable? Ni idea. Había cientos de matones como él y eran tan cuidadosos que ni una pista dejaban los desgraciados.
(...)
Una semana después Lina se encontraba en su sofá, ese dónde alguna vez él se había sentado.
Ya no había mucho que hacer sin Dylan, solo le aguardaba su vida rutinaria, ya no había paseos nocturnos, ni cenas a las 4:00am, ni su compañía, nada, sólo silencio y más silencio, era tan abrumador que sentía que lastima a sus oídos.
Lina pensaba, y entre más pensaba, más le dolía la cabeza, pero eso se fue al escuchar que la puerta era tocada con ímpetu. Le recordó a cuando en una ocasión Dylan fue perseguido por la anciana del piso de abajo por "intentar violarla" según las palabras de la mujer, absurdo, pero cierto. Tan solo recordar le saco una sonrisa, que se vio interrumpida por la insistencia de cualquiera que se encontraba del otro lado de la puerta.
Abrió y se encontró a un hombre casi igual de alto que Dylan, solo que este era moreno y con una perforación en el labio inferior.
"¿Señorita Lina?" Pregunto el joven a lo que Lina asintio repetidas veces. "Bien, el señor Dylan dejo esto para usted, dijo que si le pasaba algo, esto estaría bien en sus manos, también dijo que usted sabría cómo manejar la situación en cuanto viera lo que hay dentro" extendió la caja color marrón hacia Lina y está la recibió con una mueca de confusión.
Vió que el hombre se marchaba "Espera" grito Lina, el hombre se volteo y camino de nuevo hacia la chica.
"Gracias" y le dió un abrazo a lo que el joven solo que quedó estático y creyó haber sentido que se tenso. Lo soltó y ambos tomaron sus respectivos caminos.
Ciertamente la muerte de Dylan la había tomado por sorpresa, pero al ver que dentro de la caja había papeles que decían que, Dylan había cedido todos sus bienes a la joven esto le hizo sentir ternura y comenzó a llorar. También en aquella caja había una cajita rectangular color azul con un moño blanco, al abrirlo vio la prueba de embarazo que Lina se había hecho 2 semanas atrás. Lo sabia, él sabía que estaban esperando a un pequeño ser y por esa razón quiso dejar todo a nombre de ella y el bebé, para que no les hiciera falta nada.Quizás se escucha muy cliché, pero Dylan nunca tuvo una familia amorosa, por lo cual, jamás en su vida imagino que encontraría a alguien con quién formar una y que encontraría a alguien a quien le dijera "te amo."
Había pensado que con Bea podría haber sido así, pero por desgracia la vida, o mejor dicho su "mejor amigo" se la arrebato gracias a su trabajo. O mejor dicho pr envidia y deseo hacia ella. Todo bajo la excusa tonta de "Si no es mía no será de nadie"
Por otro lado estaba Lina, quien pensaba en como las cosas se habían desarrollado de tal manera, su muerte, la sesión de bienes, y la emoción de saber que realmente la amaba. Sonrío de nuevo, ella también lo amaba.
Al final de la caja había un sobre con letras medianamente escritas a tinta negra de algún bolígrafo caro, como los que Dylan solía llevar consigo. Tomo la carta con la punta de sus dedos índice y pulgar, seguido a eso lo acerco a su nariz. Olía a él, a esto se dedicó un poco más y cuando por fin se sintió familiarizada con todo la abrió por un costado.
Sabía que, también eso era muy cliché, pero, ¿Con que otro método se comunicaba algo cuando sabes que estás a punto de morir? Obviamente por medio de una carta.
Al leer la primera línea, la chica rio con fuerza, Dylan tenía una caligrafía horrenda, jamás en su vida había visto una caligrafía tan sucia como esa.
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SOLO RECUERDOS (historia corta)
RomanceAún lo recuerdo, supe que iba a ser mi perdición en cuanto sus pies tocaran el suelo de mi pequeño apartamento. Aún recuerdo su cálido tacto disfrazado de chico rudo y rebelde. Aún recuerdo su físico, el cual yo encontraba hermoso en todos los sent...