Cercanía

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Estaba sentado afuera de la puerta esperando, tratando de escuchar algo, aunque fuera solo un sollozó o si rompía otra cosa pero nada.

Se mantuvo distraído unas horas hasta que decidió que ya había sido suficiente tiempo, quería hablar con él. La puerta aún seguía cerrada, tocó varias veces sin obtener respuesta.

Estaba por resignarse pero realmente le preocupaba, sabía que cuando Willy explotaba era impulsivo, así que busco por todas lados las llaves de la habitación hasta que las encontró en el cuatro de invitados, regresó y con precaución abrió la puerta, podría simplemente estarlo ignorando y su presencia sin consentimiento empeoraría la situación.

Solo hubo silencio, entro aun dudoso mirando alrededor, encontró a su novio durmiendo dándole la espalda, usando su "pijama" de siempre. Se acercó rodeando la cama para verlo de frente y para su sorpresa no tenía sus ojos ni sus nariz irritados como siempre después de que discutían, se sintió aliviado pero de igual manera lastimado.

Se tomó su tiempo para admirarlo, algunos platinados cabellos caían por su lindo rostro. Su expresión era tranquila pero a la vez molesta, descansaba pero lo que sea que estuviese soñando no lo dejaba. Quería pasar su mano por su frente para relajar su gesto como hacia cada que se enojaba sin sentido, pero se detuvo por un movimiento involuntario del otro.

Continuo mirando, recorriendo el cuerpo de su novio. El punto débil de Willy estaba en sus costillas pero el de Fargan empezaba en la cintura ajena, podía acércalo a él y con una sonrisa a ambos les bastaría para saber que quería el otro; movió más la mirada y tuvo el impulso de delinear la curva de la cadera pero solo podía mirar. Siguió con su otro punto débil: las piernas, con exactitud los muslos, con la piel tan clara de su novio que ahora relucía descubierta una sensación lo recorrió pero no podía estar pensando esas cosas ahora.

Se lo pensó mucho pero prefirió dejarlo durmiendo solo, lo movió un poco para poder cubrirlo con las sábanas, bajo y regreso con lo que necesitaba para recoger los vidrios. Dando una mirada más a su novio volvió a cerrar con seguro.

Consideró irse al cuarto de invitados pero no se sentía cómodo ahí, tomó las mantas que había en la cama y se fue a dormir al sillón.

Un tiempo más tarde escucho un ruido, Willy se había levantado por algo a la cocina, de regreso le dio una mirada a Fargan quien fingía seguir dormido y regresó a la habitación.

Aunque Willy estaba cubierto por las sábanas y el edredón tenía frío, la cama se sentía más grande, como primera opción agarró la almohada de Fargan y la abrazó escondiendo su cara en esta pero no funcionó; aún si tenía su playera puesta o inhalara el aroma de su almohada no podía dormir. A David le pasaba lo mismo, dio varias vueltas en el sillón sin encontrar una posición cómoda hasta que usó dos almohadas, una la puso entre sus piernas y otra encima como si fueran las amadas piernas del peliblanco, también se puso una mano en la cabeza porque tenía la manía de dejarla entre el cabello de Willy.

Cuando despertó a la mañana siguiente estaba muy cansado, no debía ir a trabajar pero necesitaba hablar con alguien, ese alguien era obviamente Lolito, después de insistirle acordaron verse en un par de horas. Había estado sintiéndose mal con respecto a su pareja, casi nunca tenían problemas o se solucionaban de manera sencilla, creía que su amigo con más experiencia podría aconsejarle y esperaba que esta vez no le regañara.

Cuando entró a la habitación Guille seguía durmiendo, estaba destapado como siempre que dormía sólo y estirado por toda la cama. Vio que en la mesita de noche tenia una botella de vodka que era por lo que había bajado anoche, estaba casi terminada por lo que solo aparto la mirada molesto. No tenia sentido ocultar las demás, por ahora no le quedaba mas que dejarlo y soportar su "comportamiento".

Attention | WillganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora