Limites

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El tono de llamada estaba acabando con la poca calma que trataba de generar para concentrarse en conducir, otras llamadas perdidas, tres de estás eran de Rubius y las demás eran de Auron.

Estaba cansado, no quería escuchar ninguna excusa, no quería dar explicaciones.

Se había llevado el auto de Fargan, solamente arrojó sus cosas en el asiento de copiloto y se alejó de su casa lo más rápido que pudo.

En una luz roja, golpeó el volante con ambas palmas usando todas sus fuerzas y la frustración que aún tenía.

Terminó apagando el celular harto, encendió la radio tratando de enfocar su mente en otra cosa.
No debía ir por su auto porque era obvio que se encontraría con sus amigos. Buscaría un lugar donde pasar la noche, pero antes necesitaba ir a una farmacia, ahora no sentía más que incomodidad pero probablemente en poco tiempo le dolería todo. 

Se detuvo en una farmacia que se encontraba vacía, ya era tarde y la persona que atendía lucía cansada, así se evitaría preguntas.

Pidió todo lo que necesitaba, cuando fue momento de pagar no podía hacer correctamente las cuentas, comenzaba a desesperarse otra vez, pero no quería seguir actuando como un tonto agresivo. Suspiro, comenzó de nuevo, y salió cuando el cajero le sonrió confirmando la compra.

Caminó en automático hasta su auto comprobando que había comprado lo que necesitaba, miraba una y otra vez dentro de la bolsa, pero en realidad su memoria repetía lo que había pasado hace menos de una hora.

Sintió que lo tomaban por el hombro, sin quererlo se tensó y apartó la mano que lo tocaba, sin embargo detuvo toda palabra o acción al ver de quién se trataba. Isak lo miraba con preocupación, cuando se había calmado mostró una pequeña sonrisa.

El muchacho tenía la mejilla hinchada donde antes lo había golpeado Fargan y se notaba confundido. Miraba a Willy de arriba a bajo, decidía si sería buena idea acercarse de nuevo.
Willy tomó la iniciativa y se acercó para mirar más de cerca que tan mal estaba el golpe.

—¿Compraste algo para el dolor?

Isak solamente asintió, después sacudió la cajita en su mano.

Una parte de Willy decía que prefería estar solo, pero otra que debía buscar un lugar para dormir cómodo y curarse. El chico frente a él le ayudaría, además de que había recibido un golpe por su culpa.

—¿Dónde te estás quedando?...¿Estás solo?— habló más alto de lo quería pero temía que se estuviera quedando junto a Rubius.

—Ammm...sí, bueno en realidad no del todo solo, reservamos habitaciones contiguas, pero no creo que Rubén este allá— explicó mirando al suelo, no se sentía cómodo hablando directo a sus ojos. No es porque desde que conoció a Willy le haya parecido alguien atractivo, ni porque Fargan lo haya intimidado, sino que saber que lo estaban buscando y no decir nada le hacía sentir culpable, pero al verlo tan alterado le pareció mejor si aceptaba lo que le pidiera.

—Está bien— miró al rededor esperando que Isak se moviera para seguirlo, pero solo se quedó haciendo lo mismo. No quería seguir usando el auto pero por ahora no tenía opción. —Conduce, es más fácil.

La conversación durante el camino fue suplantada por la música de la radio, no fue un gran recorrido gracias al casi nulo tránsito, no cruzaron palabras hasta que llegaron al estacionamiento del hotel.

Llegaron hasta la habitación evitando llamar la atención, sin hacer ruido al caminar cuando llegaron al pasillo de las habitaciones.
Willy entro como si esa fuera su habitación, Isak pensó que el ambiente ya se había calmado un poco, pero cuando vio la misma expresión que tenía Willy en el estacionamiento, comprendió que solo estaba actuando de manera automática.

Attention | WillganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora