*Sonrisa: Gesto de alegría, felicidad o placer que se hace curvando la boca hacia arriba como si se fuese a reír, pero levemente y sin emitir ningún sonido.
Muchas de pequeña, felicidad, sonrisas que provocan risas, de esas que hacen que te duela la barriga, de esas que hacen que salga de tu boca un sonido precioso, armonioso. Muchas que vi plasmadas en tu cara y que provocaste en mí, sonrisas que recuerdo, todos los días, sonrisas que añoro, que quiero que vuelvan. Sonrisas que provocan mariposas en el estómago, las mismas que me hiciste sentir al verte por primera vez, que me hiciste sentir cuando te iba conociendo poco a poco, que me hacían ponerme nerviosa al quedar contigo a las cinco de la tarde, una de verano que recuerdo como si fuese ayer. Me llevaste a la playa a ver el atardecer, mi pelo lacio se movía al ritmo del viento que, a pesar de ser escaso, me hacía ponerme la piel de gallina, recorriendo un escalofrío por mi espalda, cuando tú me dejaste tu chaqueta y me arropaste con tus brazos, dándome calor y acercándome a ti. Corrimos hasta que no pudimos más, hasta unas rocas al fondo de la playa, entre risas y besos. Me empujaste al agua, empapando mi ropa, te atraje a mi, nos fundimos en un beso corto, lento y lleno de pasión y amor. Me cogiste en brazos llevándome hasta la toalla donde se encontraban nuestras copas de vino blanco, bajo la luna llena, brillante me besaste de nuevo y aparecieron esas mariposas. Me escribiste una carta y me la leíste, nuestro primer te quiero. Siempre guardaré ese momento en mi memoria, aunque no te vuelva a ver, aunque no me vuelvas a provocar esas sonrisas, aunque me vaya de aquí, de este mundo, te recordaré, a ti y a ese momento, ese te quiero y ese beso en mitad del agua, sin preocupaciones y sin temores.
Son las cinco y media de la tarde, tengo media hora para vestirme y preparar las cosas e ir a casa del idiota del pasillo, del que todavía ni se su nombre. Me sigo preguntando porque sabe el mío.
Cojo las llaves, me despido de mi madre con un rápido beso en la mejilla y un adiós rápido, tengo que ir rápido así que cojo la bicicleta, me pongo el casco y empiezo a pedalear rápido para llegar puntual. Pongo el freno de la bicicleta y llamo al telefonillo, en el papel pone 3º A, así que pulso el botón y al segundo responde una voz dulce de una niña, me abre la puerta y subo hasta el piso 3, busco la puerta, llamo y aparece la niña pequeña, me coge de la mano y me lleva hasta la habitación del que supongo que será su hermano, más conocido como el idiota del pasillo.
Nos saludamos y me siento en la silla que tiene al lado suyo.
- No me has dicho tu nombre todavía.- pregunto impaciente.
- ¡Hola! ¿Qué tal? ¿no?.- me dice con sarcasmo. Pongo los ojos en blanco y añado una pequeña sonrisa.
- Me llamo Justin, encantado.- me tiende la mano con una amplia sonrisa.
Se la estrecho y me rio delicadamente.
Después de más de una hora explicándole la lección de hoy me despido de él y vuelvo a casa en bici, con una sonrisa.
Paso toda la noche con mi madre, viendo una serie a la que estamos enganchadas, hasta que ella se queda dormida, apago la tele y la arropo con una manta, me voy a dormir pensando en Justin con una sonrisa tonta. ¡Dios que me pasa! Hasta hace unas horas lo odiaba, es un creído e insoportable pero no puedo parar de pensar en la tarde de hoy.
Esas sonrisas causan felicidad y mariposas en el estómago acompañadas de emoción al pensar en él, pero odio, odio por no haber sido ella la que le crea esas sonrisas llenas de amor y ternura. Después de todo pienso que esas sonrisas eran falsas, tanto como él y como todos los momentos que construimos y destrozó en tan solo un momento. Un momento duro para mí pero que a él no le importó porque siguió destrozándome, regalándole esas sonrisas a ella mientras yo me miraba al espejo tratando de quererme, tratando de pasar página, tratando de perdonar tu traición y mostrando una sonrisa a los demás como siempre...
ESTÁS LEYENDO
Porque te quiero.
Teen FictionEvie, una joven no muy segura de si misma acaba de empezar la vida universitaria, una novata más entre muchos estudiantes. Un inesperado choque contra un chico alto de ojos verdes cambiará su vida ¿para siempre? Acaba de salir de algo doloroso para...