Zeldris observó todo a su alrededor. Los adornos florales que adornaban la iglesia estaban hechos con margaritas, aquellas, que tras varios esfuerzos de su mejor amiga, se habían convertido en su flor favorita. No era una celebración extravagante, porque así lo habían querido ellos, solo estaban los más allegados, las personas más importantes en su vida.Ahora que estaba esperando a Haruka en altar pudo dedicarle una rápida mirada a todos. Comenzó con su hermano, a quien se alegró de perdonar en su día ya que hoy tenían la mejor relación, fue el rubio quien lo ayudó a darse cuenta de que estaba enamorado de su mejor amiga, fue él quien lo hizo perseguirla, fue él quien renunció a su amor para que pudieran ser felices juntos. A nueve años de aquellos días, su hermano había encontrado lo que le faltaba en otra mujer, Zeldris tenía una linda cuñada llamada Lina.
Siguió con sus más grandes socios y compañeros, a quienes en su tiempo llamó "Lo Diez Mandamientos" solo para rivalizar con Meliodas, ahora se reía de lo inmaduro que fue.
En tercer lugar se fijó en sus padres, los mismos estaban orgullosos de todo en lo que se había convertido su hijo. Afortunadamente no eran de ese tipo de ricos que se imponía y quería hacer de su voluntad una religión, ellos respetaban cada paso que daban sus descendientes, y aunque los aconsejaban, dejaban que vivieran su vida, porque al fin y al cabo, la vida es caer, cometer errores y levantarse.
El viaje terminó cuando la música indicó que Haruka estaba arribando en la sala. Y desde el momento en que las puertas se abrieron mostrando lo hermosa que se veía en aquel blanco y amarillo vestido, Zeldris no tuvo ojos para nada más. Estaba concentrado en esos orbes castaños, en esa tierna expresión, en esa hermosa sonrisa.
El tiempo se hizo eterno para que llegara a él.
—¿Por qué margaritas, Haru?
—Las margaritas son muy especiales. Leí que son dos flores en una, en realidad el centro y los pétalos son diferentes floraciones que juntas dan como resultado la margarita, eso me recordó a nosotros. Simbolizan el renacer de un nuevo día, la alegría del vivir y la más profunda de las amistades. Dime Zel, ¿No te parece que estás flores fueron hechas para nosotros?
Si existía el felices por siempre, Zeldris lo alcanzó cuando Haruka tomó su mano frente al cura, mientras que con la otra aguantaba su ramo de margaritas. En ese momento, una sonrisa sirvió más que mil palabras.
Estaban juntos y eso era lo que importaba. No importa que depare el futuro, lo afrontarían con una sonrisa en sus rostros y una margarita en sus manos.
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.Palabras del autor:
Hasta aquí está pequeña historia de Zeldris, espero que les haya gustado leerla tanto como a mí escribirla.
CofcofLinacofcof, ¿Referencias a Ourt Secret? ¿Dónde?
Pasen buenas noches, días o tardes, como sea desde donde me lean y recuerden, el amor está ahí, dónde menos lo imaginas, solo hay que saber verlo.
Lean comiendo palomitas ( ̄ω ̄)🍿
~Sora.
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Margaret •|Zeldris|• ✓
FanficAhora, a punto de casarse con la mujer que siempre amó, Zeldris solo puede recordar como hace algunos años ella le dejaba hermosas margaritas con frases bastante peculiares. El romance que nació en su juventud fue capaz de superar todos los obstácul...