Estúpida, estúpida, estúpida.
Eso era lo único que pasaba por la cabeza de Jennie mientras corría a su clase y pasaba ante la mirada molesta de la profesora.
¿Cómo se había sentido celosa de Lisa? Ellas no eran nada serio.
Solo eran unas amigas que tenían sexo de vez en cuando, no podía llegar y decir que estaba celosa, esa no podía ser una palabra correcta y acorde a su situación.
— Ponga atención o vaya a dirección —la voz de la maestra la llamo y Jennie ni siquiera lo pensó cuando tomó su mochila y camino a la dirección, todo el salón se había quedado boquiabierto incluida la maestra, que posiblemente sólo esperaba una disculpa—
— Mira el tamaño de esos huevos —silbo alguien al fondo de la clase y la burla colectiva llegó, para ese momento Jennie ya estaba afuera del salón e iba a su castigo—
En el vacío pasillo sonaban sus zapatos con fuerza, la cabeza en alto y un cuerpo erguido era lo que se podía ver en la joven que estaba molesta, no con su maestra, o con Lisa, estaba molesta consigo misma..
Ella no podía caer tan bajo para sentirse celosa de Lisa, si era maravillosa y le había dado su suéter, y...
Cuando Jennie pasó frente al aula de Lisa y la observo riendo y secreteándose con Rosé, se quito el suéter en un movimiento y lo lanzó contra la ventana antes de correr.
Tenía que alejarse antes de hacer una estupidez como enamorarse.