Capítulo 02

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Emily Evanson:

La gente está que no para de rumorear y estar en contra de mi por el hecho de no querer llevar a cabo la solución que me planteo Tamara pero antes muero a volver a mi antiguo hogar. Ya han pasado dos días desde que les robamos comida y supongo que al no ver la comida de vuelta los de la otra manada me han enviado una carta. 

La carta por fuera decía:

Para el alfa de la manada

No dudaron en hacérmela llegar así que enseguida la abrí y me encontré con lo siguiente:

Tu sola te lo has buscado, hay muchas más formas de conseguir lo que uno quiere que robándole a la manada enemiga y equivocada. No hace falta decir que eso esta sumamente prohibido. Tu solita has empezado todo esto luego no te arrepientas ni vengas con sollozos, habían muchas formas de pedirlo.

Del alfa.

Lo primero que pensé al leerlo fue que menudo drama se estaban montando aquí los vecinos por robar un poco de comida sin obviar que encima les dejamos un poco para ellos y ahora quieren empezar una guerra puedo entender que les haya molestado igual que cuando eres pequeña y tus padres le dan de comer al perro te dicen no te acerques pero igualmente me parece estúpido.

Volví a cerrar la carta y en la parte trasera me encontré algo escrito que antes no había visto.

El jueves a las 18h en la zona este del bosque.

Como siempre se hace antes de empezar cualquier guerra los dos contrincantes ponían las normas pero siempre los dos alfas acababan discutiendo y empezaba ahí mismo la batalla por lo que es fundamental llevar toda la manada completa. Y ahí estaría yo, dispuesta a lo que fuera.

Me tumbé en mi cama y cogí el libro que me estaba leyendo para intentar evadirme de la realidad como siempre hago, después de un largo rato cerré el libro y apoyé mi cabeza en su portada. Pequeños flashbacks de él vinieron a mi mente, vi su sonrisa hasta incluso me pareció escuchar su voz y su risa, la comisura de mis labios se curvaron en una sonrisa al recordarlo.

 Todo parecía verdaderamente real pero abrí los ojos y me di cuenta que todo habían sido imaginaciones mías, él no estaba ahí y no pude evitar que me bajaran lágrimas por las mejillas. 

Levanté la mirada fija en mi cama al ver que la tela de la entrada de la cabaña se levantaba, me sequé las lágrimas enseguida para que no me viera llorar y vi un rostro familiar, Tamara.

—Espero no molestarte pero creo que deberías de hacer algún comunicado explicando a todos y cada uno de ellos lo que va a pasar durante los próximos días.

No me apetecía nada pero sabía que tenía razón así que me limité a asentir con la cabeza, salí de allí y los reuní a todos.

Para darme voz aclaré mi garganta y todos se callaron.

—Como sabéis hace dos días uno de nosotros en nombre de todos fue a una manada cerca de aquí para robarles un poco de su comida, la cosa no salió muy bien ya que lo descubrieron.

De repente todos empezaron a hablar y dejaron de escucharme.

—Idiota 

—No sabes hacer tu faena gilipollas 

—Gulliver nos has metido en un lío 

Desde Mi Montaña © [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora