Capítulo 016

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Emily Evanson

Después de un largo rato en el hotel, se hizo de noche y ambos nos preparamos para salir a cenar a un restaurante que aún no me había rebelado su nombre o como era.

Cogí el vestido y me lo llevé al lavabo para cambiarme, me quité con ansias lo que llevaba puesto y empecé a subirme el vestido que se quedó ceñido a mi cuerpo resaltando mis curvas, mi cintura, mis pechos y mis largas piernas. Era la prenda perfecta, hacía que te vieras hermosa y seguidamente me puse los zapatos que solo esperaba no caerme.

Salí del baño decidida y me encontré a Aaron vestido de traje, estaba guapísimo. Más de lo que ya era e inconscientemente ambos nos mordimos el labio inferior.

—Dios, ¿Como eres tan preciosa?

Dijo cogiéndome de la cintura alzándome hacia arriba 

—Tal para cual 

Dije una vez pise tierra firme 

Abrió la puerta y estiró el brazo para que pasara yo primero, como se podía ser tan maravillosamente perfecto. No lograba entenderlo y menos que él estuviese con alguien como yo después de hacerle sufrir tanto, sin darme cuenta mis ojos se humedecieron.

Mierda

—No te preocupes Emmy, yo te perdoné

¿Como sabía en lo que estaba pensando? Tanto se notaba?

Asentí con la cabeza e impedí que las lágrimas cedieran 

Me cogió del cuello colocándome contra la puerta y me besó, cuando lo hacía sentía que no había ningún problema, solo él y yo. Que todo iba perfectamente. Y cuando nuestros labios se despegaban, pum golpe de realidad. 

Si fuera por mi uniría nuestros labios con super glue 


Aaron Morrison 

No podía creer lo que mis ojos veían, como podía ser alguien tan perfecto como ella. 

Tampoco podía creer que sus ojos se estuvieran empapando, ella tenía que ser feliz. No tenía que malgastar tiempo llorando por errores del pasado. 

Supe en seguida la razón por la mirada de tristeza que me echó, no sentía ningún tipo de rencor hacia ella. Es más yo la amaba y quería pasar el resto de mi vida con ella, y estaba esperando el momento perfecto para hacérselo saber. 

Pero ahora necesitaba volver a probar sus carnosos labios, cuando nuestros labios sentí que nunca pasó nada entre nosotros. Ella era maravillosa.


Emily Evanson 

Después de diez minutos caminando llegamos al restaurante, no podría describirlo se veía incluso más lujoso que nuestro hotel. Y podría decirse que a Aaron le vuelven loco los cristales porque todo era de cristal igual que donde estábamos alojados esta noche. Las vistas eran a toda la ciudad con las luces encendidas de la ciudad.

Una camarera con el pelo recogido nos recibió en la entrada 

—¿Son solo dos?

 —Sí

Decidí responder yo 

Nos guió hacia una mesa de cristal obviamente y nos sentamos uno delante del otro.

—Me apetece carne 

Dije resoplando al ver la carta 

—Mañana si quieres vamos al bosque 

Desde Mi Montaña © [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora