Capítulo 023

74 8 33
                                    


Emily Evanson 

Cuando me cogieron me taparon la boca con una cinta y luego me metieron la cabeza en una bolsa. Después de eso no recuerdo nada.

Me desperté atada a una pared de ladrillos con cadenas en un sótano cerrado con una puerta que se veía de un material bastante resistente, moví fuerte el brazo para intentar romper la cadena pero era demasiado fuerte y lo único que conseguí fue hacer mucho ruido. Entonces apareció una mujer por la puerta.

—Hola niña

Dijo acercándose a mi y cogiéndome por el rostro con suavidad 

—Vengo a rescatarte 

—Si, porfavor 

Supliqué

Entonces sus manos apretaron mi cara haciendo que me doliera.

—¿Te lo has creído? Tu te vas a pudrir aquí dentro, y en unos meses yo misma me encargaré del bebé 

Una vez dijo eso me estampó la cabeza contra la pared tan fuerte que noté como empezaba a sangrar. Yo no quería estar aquí metida, necesitaba salir. Lágrimas empezaron a caer por mi mejilla, esto iba a ser una completa tortura.

—Nena no llores 

Me asusté porque estaba tan metida en mis pensamientos que ni siquiera noté que había entrado el mismo hombre que ayer me encontró, él del pelo largo.

—Déjame ir 

—Sabes, así también lloraba tu hermana 

—Tu la mataste 

Dije escupiendo las palabras 

—Yo ordeno, pero no te preocupes ella vino aquí solita con su novio para contarme todo lo que tú y Aaron os traíais entre manos. Fue tan ingenua que pensó que la dejaríamos y por su culpa matamos a su novio.

¡¿Que?! Y yo llorando su perdida, será hija de puta.

—Y con eso te quiero decir que no tienes a nadie, la única persona en la que realmente confiabas  te envío a la muerte. No esperes que alguien venga a buscarte.

Sabía que se refería a Aaron pero yo tenía la esperanza de que viniese a buscarme.

—Capullo sácame de aquí

Con la cara que había puesto supe que la había cagado y tendría que haber mantenido la boca cerrada. Fue a coger un cubo que estaba por ahí y me lo lanzo por encima.

Empecé a gritar, gritos desgarradores sabiendo que eso solo sería el principio. El cubo estaba lleno de cristales y plata que había sido calentada hasta quedar líquida, mi piel estaba ardiendo y sangrando. Dolía tanto que solo quería dejar de existir.


3 meses después 


—Cogerla y meterle la aguja 

Estaba harta de esa frase, cada mañana durante tres meses la escuchaba. Venían a ponerme un tranquilizante para poder soltarme y no atacarles. Como cada maldito día me llevaban a una habitación de laboratorio y hacían experimentos conmigo, de todo hasta lo que no os imagináis. El bebé que llevaba en mi barriga ya no está, me lo quitaron hace semanas así que lo más probable es que esté muerto pero es lo que menos me importa. Ni siquiera me importaba mi propia vida.

Deseaba morir cada noche y siempre pedía que al día siguiente algo saliese mal y que acabaran conmigo de una vez por todas. No quería vivir así y aunque me soltaran, con todo lo que me han hecho aquí dentro nunca estaría a gusto. He sufrido mucho y algo tan valioso que siempre había querido conservar como la vida me la han destrozado. 

Desde Mi Montaña © [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora