「 𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁 𝗲𝘃𝗶𝗹 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 」
A pesar de que trataron de olvidar al otro
se les hizo imposible.
Y, gracias a las vueltas de la vida,
poco a poco ambos jóvenes
dejarían de ser simples desconocidos.
❥ 𝗦𝗶𝗻 𝗲𝗱𝗶𝘁𝗮𝗿
❥ �...
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Ada Wong? No le sonaba para nada, tampoco recordaba que Leon la hubiese nombrado antes o algo así. Aquella mujer se veía tan poderosa y segura a simple vista, incluso intimidó a Either que siempre mantiene su porte confiado y sensual.
-gracias...- murmuró la castaña, incorporándose lentamente. La adrenalina comenzaba a bajar de su cuerpo y los golpes se dejaban sentir con fuerza. Sin embargo no bajó la guardia frente a la supuesta Ada, no sabia quién era ni qué pretendía.
-no hay de qué- sonrió con ligereza. La de cabello corto y negro notó la desconfianza en la de orbes grises -te ves algo confundida, acaso Leon no te ha hablado de mi?- preguntó Ada.
-no- negó con dureza, prestando atención a cada movimiento de la agente. Ada chasqueó su lengua, algo disconforme con el comportamiento de Leon, sin embargo su principal duda era quién era y que hacia esa chica allí.
-que descortés suele ser- la asiática se movió con familiaridad por el apartamento, haciéndole saber a Either que había estado allí antes. Wong giró a ver a Either y señaló su rostro con el dedo índice -yo que tú me podría hielo en eso, no vaya a ser que se inflame demasiado...-
-Either- completó la recien nombrada. Ada sonrió nuevamente al ya tener su nombre, aunque aún le faltaban algunos datos más. Aquella sonrisa no le inspiró confianza a la castaña, que se preguntaba porqué rayos aquella mujer la había ayudado.
Either ignoró todo por unos momentos y caminó con rapidez hacia el baño. Notó la marca roja en su mejilla, gracias al espejo sobre el lavabo, y la sangre que salía de su nariz. Se limpió el rostro con agua mientras Ada esperaba pacientemente a que ella acabara para tener respuestas.
La agente se sentía amenazada. Había estado observando los movimientos de Leon y de Either en los últimos días. Se los veía muy unidos, cariñosos, algo que nunca había pasado entre ella y Leon. Además de que Either era hermosa, con aquellos aires entre ardientes y adorables que volvía a cualquier hombre completamente loco.
Había pasado un largo tiempo desde su último encuentro con Leon, que se trató de, básicamente, una noche de sexo duro, algo que Ada amaba. En esos tiempos, Leon estaba loco por ella, completamente idiotizado por la idea de tener a Ada para él por, al menos, una noche.
Pero luego de largas semanas solo y confundido, Leon se dió cuenta de que había sido el juguete sexual preferido de Ada, aquel que usaba cuando quería y luego desechaba hasta nuevo aviso. Kennedy recapacito y llegó a la conclusión de que aquel capricho por Wong se había disipado hace tiempo, que solo se usaban para el placer y ya. Le dolió un poco, Ada había sido la primer mujer en tener su atención, pero después supo manejarlo.
Y luego entró Either a su vida, dejando todo de cabeza desde el momento en el que entró por las puertas del bar, con aquel hermoso vestido negro y sus cabellos cayendo por su espalda. Leon se dió cuenta de que lo que Ada le había hecho sentir no le llegó ni a los talones a lo que estaba sintiendo con solo ver a Either pasar.
No las estaba comparando entre ellas, para nada, pero sí estaba comparando lo que cada una lograba despertar en él, y desafortunadamente para Ada ella era la perdedora.
Either regresó al comedor, observando asqueada el cuerpo sin vida del hombre que con tan poco cuidado la trató. Tomó un poco de hielo de la cocina y lo colocó sobre la zona afectada en su rostro, apaciguado levemente el ardor.
-asi que, eres amiga, compañera de trabajo de Leon o qué?- preguntó Ada casualmente. Either se percató de lo que la de prendas Rojas quería, pero decidió responder lo más amable posible, después de todo ella la había salvado.
-una amiga- se encogió de hombros. Ada la observó de arriba a abajo y levantó una ceja.
-no sabia que una simple amiga usara tu ropa y anduviera en pocas prendas por el apartamento- Either se indignó al oírla, puesto que había estado en ropa interior por el apartamento unos días atrás y aquella mujer estaba juzgandola por eso.
-me espías?-exclamó la castaña. Wong sonrió victoriosa al notar que había logrado cabrearla.
-solo me aseguro que, lo que es mio, quede un buenas manos hasta que decida regresar- contestó, refiriéndose a Leon -por fortuna para ti, he decidido regresar, ya no tendrás que soportar a Kennedy-
Either abrió la boca sin saber que responder, no entendía nada. No conocía a Ada, ni sabía absolutamente nada de ella. Su actitud tan posesiva le molestaba, Leon no era un objeto para hablar de esa manera de él. Ya no se sentía intimidada, se sentía cabreada y furiosa de que Ada estuviese irrumpiendo de esa manera en el apartamento de Kennedy, sin ningún permiso de él.
-cuanto le importas como para que no te haya nombrado en ningún momento- dijo irónicamente. La sonrisa en el rostro de Ada se esfumó y la remplazó por una mirada seria y venenosa.
-que dices...- habló despectivamente, la sobreviviente de Raccoon City.
-lo que digo es que, Leon nunca habló de una mujer como tú, o siquiera pronunció tu nombre- metió sal a la herida. A pesar de no demostrar nada, Ada sentía, y mucho por aquel rubio que tantas veces traicionó. Se arrepentía de no haberle dado la relación que él pidió en su momento, se arrepentía de haberle entregado simples polvos, de no haber demostrado más. Pero era tarde, Leon parecía estar más que coladito por la futura abogada, y eso era inaceptable para Ada.
-pues, como lo haría? No hablas de oro con cobre- dió una referencia bastante particular, que Either consiguió entender -lo que quiero decir es que, no hablas con tu polvo diario sobre la mujer que amas. Eso arruinaría el momento-
-callate- siseó la principal sospechosa del atentado.
-no quieres escucharme porque sabes que es verdad- esbozó una sonrisa malvada la agente, viendo lo mucho que le afectaban a Moon sus palabras -eres un simple polvo para él, Either. Te los digo porque lo conozco y no creo que merezcas eso, mereces más- se acercó, para tomarla del rostro y levantarle el mentón -eres una mujer hermosa, puedes tener al hombre que quieras-
Sus palabras sonaban con tanto veneno como sinceridad, lo que hizo dudar a la bella muchacha. Leon se portaba cariñoso y dulce con ella, casi todas las noches juntos follaban para que él luego desapareciera todo el día, en la oficina según lo que dice.
-además, eres como una criminal y no creo que se vea bien que Leon Kennedy, el agente secreto del gobierno, esté relacionado con alguien así- se separó, para continuar hundiendo a la dulce chica -eres egoísta si crees que ambos se merecen estar en algo así-
-no hables de lo que no sabes- gruñó Either.
-no necesito saberlo para darme cuenta de las cosas, así de obvios son- a Either le dolió aquello, sobretodo porque la mujer se veía bastante segura de sus palabras, no dudaba ni un segundo -deberías huir. Irte de la ciudad, o hasta del país, hasta asegurarte que aquellos sectarios ya no te buscan y puedas vivir en paz-
Aquello sonaba muy convincente e incluso pensó en los apartamentos en Alaska que tanto le habían gustado. Either de replanteo la idea y supo que lo mejor sería alejarse de todos para evitar más muertes a su causa. Se iría de New York ese mismo día.