El olor a alfa no ayudaba a mis pobres y bajos instintos, los nervios me comían vivo y mi entrepierna punzaba con cada bache. Restregaba mis piernas contra sí en un vano intento de detener la picazón.
-¿Todo en orden, joven Jeon?- esa voz con intento de profesional no ocultaba nada la grave y excitada voz de mi acompañante.
-Por supuesto.- sonreí falsamente.
-Le veo incómodo.- me miró de reojo y no pase desapercibido ese destello en su mirada, deseo puro.
-Para nada.- deseaba que mi casa apareciera en medio de la calle para así poder huir de este lío.
Mi pulso se aceleraba al igual que el carro en marcha. Las manos del conductor apretaron el volante haciendo ver sus nudillos huesudos y blancos, la fuerza debe ser bestial.
Acomode mi chamarra en mi regazo intentando ocultar la creciente erección que me mataba, tampoco podía dejar pasar el hecho de que en mi celo me vuelvo un... "cariñoso".
Tantos malditos celos en soledad se las están cobrando en estos momentos, todo parece ir de mal en peor.
Y como si mi deseo hubiese sido escuchado, mi casa apareció entre las hileras de árboles, dejándome escapar un suspiro de alivio.
-Hemos llegado, joven.- carraspeo algo incómodo.
-Si, eh...el pago, bueno yo..
-No se preocupe, está pagado.-no me miraba y eso solo lograba ponerme más caliente.
Abrí la puerta del auto y temblé.- Deja que te pague el viaje.- le miré y este negó.
-No se preocupe.- lo veía incómodo, esto será divertido.
-Deja de hablarme de usted, sígueme.- me incline hacia él y acaricie su mejilla.- ¿me dirás que no?.- hice un puchero.- me voy a sentir triste.- sonreí y salí del auto.
Después de unos segundos escuché una puerta ser abierta, cerrada, un seguro ser puesto seguido de sus pasos torpes y atolondrados detrás de mí. No pude evitar sonreí con auto-satisfacción.
Saqué mis llaves casi por un milagro, la excitación se podía palpar en el aire, ¡mierda! sentía el lubricante natural escurrir por mis piernas.
Me hice a un lado dándole paso, él comprendió y entró, la fachada de trabajador respetuoso y chico tímido desapareció en cuanto cerré la puerta.
Sus labios se unieron a los míos con desesperación, sus manos fueron de forma posesiva a mi cintura y yo, bueno yo era un saco de gemidos y temblores.
-¿Desesperado, niño bonito?- se burló en mi cara con morbo.
- No tanto como tú.-tome la orilla de su camisa arrugada, lo acerqué y lamí sus labios.
-Eres un descarado.- apretó el agarre en mi cintura y me elevo, como costal de papas, me llevó hasta el segundo piso donde me dejó suavemente sobre la cama.- me encanta.- su nariz fue hasta la curva de mi cuello y aspiro con fuerza.
Temblé ante la sensación de su aliento recorriendo mi pecho. Estaba completamente fuera de mí, no tenía conciencia de nada.
-Hazlo, ¡Ya!- tome su rostro con algo de brusquedad y mordi sus labios, mi lengua se paseo con deseo por el interior de su caliente boca.
Recibí un gruñido, mi ropa termino rasgada y en el suelo. No perdí tiempo y saqué su camisa junto a su vaquero.
Me deleite lamiendo su pecho y abdominales, tenía un sabor salado, pero delicioso.
ESTÁS LEYENDO
UBER - Meanie - Adaptación
FanfictionEl servicio más seguro... ¿De verdad? Todos los créditos de la historia a @TaeHopeJikook y gracias por la autorización para adaptarla.