TRECE

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-¿Su... excremento?- el Alfa estaba confundido, ¿realmente su Omega se había comido su excremento?

-Si, ya te dije Mingyu. Mamá olvidó cambiar el pañal del bebé Wonwoo y este al sentirse sucio se quitó el pañal, al final termino por darle una probada a sus gracias. El mayor en la sala rió a carcajadas mientras sostenía su estómago.

El Omega, avergonzado, miró con enojo a su chismoso hermano.

-Cheol, hyung, ¿Ya te conté que Jeonghan hyung se hizo pipí en los pantalones el primer día de clases...en secundaria?- El mencionado se atraganto con el jugo de vegetales.

-¡Prometiste no contarlo!- El Omega mayor se levantó indignado y salió de escena con unos pasos extravagantes.

-Iré a ver a mi esposo.- Seungcheol se disculpó con ambos invitados y fue en busca de su príncipe.

-Esto es un asco.- Wonwoo llevo sus manos a su rostro y lo sobo con desesperación.

-Amor, lo lamento.- Mingyu estaba apenado, había cagado sus oportunidades de impresionar a Wonwoo.

-Esta bien, Gyu.- el Omega suspiró.- vamos, esos dos están haciendo cosas indebidas.- el Alfa no entendió hasta que escucho un agudo gemido en la planta alta, el cual le provocó un escalofrío.

Wonwoo tomó una nota adherible, una pluma, garabateo un par de cosas, se acercó hasta el Alfa, tomó su mano, beso su mejilla y salieron rumbo al restaurante.

Un restaurante extranjero, con olor a pino, hermosos ventanales, mesas enormes y comida deliciosa.

¿Que podría salir mal?

-¿Te gusta, amor?- preguntó el Alfa con ojos brillantes. La pareja caminaba por el lugar, buscando una mesa disponible.

-Es hermoso.- el dulce Omega miraba impresionado cada detalle de aquel lugar.

-Me alegro.- Mingyu no podía evitar sonreír y babear mientras admiraba la obra de arte que tenía por pareja.

Una vez encontraron una mesa, tomaron asiento y esperaron por la atención.

¿Que podría salir mal?

Un joven alto, rubio, de ojos azules, fornido, guapo, usando una musculosa blanca que solo lograba resaltar sus atributos y ni hablar del pantalón ceñido que dejaba ver sus redondas nalgas.

Si...en estos momentos, Kim Mingyu estaba arrepintiéndose de su decisión.

-Buenas tardes, bienvenidos a Rochi Meet, me presento, mi nombre es Vincent y seré quién los atienda el día de hoy, un placer.- el tipo sonreía con esa sonrisa de comercial que hacía a las entrañas de Mingyu revolverse.

-Amor.- el Alfa tomó las manos de su omega.- ¿Que deseas comer?- miró de reojo al joven.- ¿nuestro bebé desea algo dulce?¿0 tal vez algo salado?

-Quiero...no, queremos algo dulce, amor.- El Omega dijo, mirando las manos entrelazadas con el mismo hueco en el estómago de semanas atrás. Era todo tan extraño.

-¿Desea beber algo, dulce joven?- el mesero apuntaba en su libreta y miraba coqueto al Omega.

-Agua de fresa, por favor.- las mejillas de Wonwoo se encendieron cuando los largos dedos de Mingyu acariciaron sus nudillos. El monumento extranjero estaba siendo ignorado.

Mingyu sonrió enorme y Wonwoo bajo la mirada, sonrojado hasta el tuétano.

-Deja de mirarlo.- soltó Mingyu entre dientes, de pronto. El mesero no estaba haciendo su trabajo y perdía su tiempo mirando al Omega.

UBER - Meanie - Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora