QUINCE

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¿Sabes que son los celos?

Hace unos años, respondería que no, pero ahora…  ahora estaba por sacarle los ojos a la tipa del cine.

-Entonces, ¿Desea estos asientos?- su maquillaje era tan exagerado al igual que ese estúpido escote que dejaba ver sus gordas tetas.

Las cuales, Mingyu no miraba directamente. ¡Pero vamos! Es imposible no verlas.

En la mañana Minnie me dijo que quería salir a divertirse, obviamente conmigo a su lado.

Ambos creímos que el cine sería la mejor opción y bueno, casi todo esta bien, excepto por ella.

-¿Te parecen buenos lugares?- la chica era japonesa, era más que notorio que su busto era falso. Mingyu seguía con esa expresión de sorpresa, miedo y otra emoción indescifrable en su rostro.

-Son mejores estos.- la mujer se inclinó más, dejando más descubierta su piel y mi alfa estaba ahí, frente a ella. Solo le faltaba el cartel neón que dijera "Mira aqui"

Mingyu me miró, yo tenía los brazos cruzados, un puchero prominente al igual que mi barriga y el entrecejo fruncido al máximo.

Miré a Gyu a los ojos, lo vi sonreír, acarició mi mejilla e hizo una mueca de enojo, se volteó nuevamente.

-Deme los asientos anteriores.- soltó seco.- no debería dejar que la estafen señorita, si va a pagar por una prenda pida que se la den completa.- miró su escote, con desagrado.

La chica bufó, se acomodó la blusa, cubriendo sus pechos, nos dió los boletos, Minnie tomó mi mano y fuimos a por los dulces.

-¿Que desean mis cuatro amores?- me pregunto al momento en que me daba un beso inocente.

-Mmm… palomitas de extra mantequilla, palomitas de Ruffles, un refresco de uva, gomitas con chile, cacahuetes y una barra de chocolate con helado. - tenía ya, ocho meses de embarazo y los antojos solo se habían intensificado.

-Lo que mis amores deseen.- Minnie sonrió, fue hasta la sección de dulces.

Estaba más que feliz, pues me había tocado el mejor y más lindo alfa del mundo, lo amo con todo mi corazón.

Estaba viendo las películas próximas a estreno y cuando volteé mi sangre empezó a hervir, pues el chico de los dulces acariciaba la mano de mí Minnie mientras le entregaba la barra de chocolate con helado.

Esta vez camine, lo más sensual que pude, sin presionarme, sin correr. Me plante a lado de mi alfa, tome su rostro y le di un beso largo y profundo.

-Te espero en la sala, mi amor.- sonreí al ver los ojos de Minnie brillar, amaba eso.- bueno.- acaricie mi vientre.- te esperamos en la sala.- reí bajito y camine de igual forma hasta la sala.

Ya dentro quería reír hasta desmayarme, la cara del chico al verme besar a Minnie y al ver mi enorme vientre fue épica, realmente necesito una foto de ella.

Minnie no tardo en llegar, con todo lo que le había pedido y un par de cosas extra, él sabe que aunque pida siempre tendré más hambre.

-Gracias, Minnie.- sonreí y bese sus labios una vez más antes de que la película comenzara.

La película era de risa, según la cartelera, entonces no sabía porque tenía unas inmensas ganas de llorar.

Al final no resistí mucho y comencé a llorar en silencio, Minnie me miró preocupado, pero solo tomo mi mano sonriendo. Estos cambios de humor por el embarazo son increíbles.

Al final de la película, me había terminado todo, incluyendo las palomitas y mitad del refresco de Minnie.

-¿Qué tal la película, mi muñequito de porcelana?- las luces se habían encendido y la mayoría de la gente había salido.

UBER - Meanie - Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora