DOCE

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Despertar y sentir el calor de tu pareja, es una sensación indescriptible...a menos de que estés embarazado y tú pareja parezca comal a la lumbre.

-¡Joder, Mingyu, estás caliente!- me levanté con dificultad, gracias a las tremendas ganas de vomitar que me habían entrado.

Corrí hasta el baño, descalzo y desnudo. Me hinque y vomite todo el contenido de mi estómago, me levanté mareado y enjuague mi boca.

-¿Que está pasando?- pregunté a mi reflejo.

-Son síntomas normales del embarazo, Wonnie. - Mingyu entró en pelotas al baño e hizo sus necesidades en frente a mí.

-iMingyu!- chillé.

-Dime, corazón.- termino con sus cosas y lavo sus manos.

- ¡Seguía aquí!- reproche.

-Vamos, corazón, no hay parte de mi cuerpo que no conozcas.- me guiñó el ojo y besó mis labios fugazmente.

Lo vi salir como si nada, después entró con unos jabones en las manos y toallas.

-Vamos a darnos un baño de burbujas, amor.- abrió la llave del grifo y la tina empezó a llenarse.

Una vez llena, me acerqué para ver cómo los jabones se disolvían en el agua formando espuma y burbujas.

-Adentro, amor.- le hice caso y entré con la ayuda de Gyu, me senté lentamente y relaje el cuerpo.

Las burbujas parecían no acabarse, como niño pequeño iba reventando las burbujas y salpicando el agua para ver abrirse la espuma.

Cuando volteé, Mingyu había salido, hice un puchero, me había dejado solo, cuando iba a pararme para reclamarle, entró con una cámara en manos.

Vi el flash y en un parpadeo el aparato revelaba la foto tomada, Mingyu la saco, dejo que se secara y sonrió al ver el resultado.

-Una de muchísimas.- me dijo antes de besarla y salir con ella en manos.

Reí, me acomode en la tina de baño y me quedé dormido.

Desperté por las cosquillas que sentía en mi vientre, intente rascarme aún con los ojos cerrados, pero una mano me lo impidió.

-No ahora, amor, estoy teniendo una plática, padre e hijo.- abrí poco a poco los ojos.

Alguien me había llevado hasta la cama, tenía una remera azul claro y unos shorts blancos. Muy cómodo. Mingyu ahora estaba vestido con una remera blanca y unos shorts militares, su mano tomaba la mía y me miraba con una sonrisa.

-Minnie, el bebé dice que dejes de estar molestando y traigas comida.- puse mi mano libre en mi vientre. tenemos hambre.- hice un puchero tierno.

-Esta bien, está bien.- Minnie se levantó con las manos en alto.- pero no te librarás de esta plática.- señaló a mi vientre con el entrecejo fruncido.

Sonrió de nuevo, me dió un beso y salió dando saltitos, tarareando una canción.

Reí y me levante para esperarlo.

-Wonnie.- Mingyu entró triste.- no hay nada para comer.

-¿Qué? Pero si ayer compré una pi...

- ¡YA NO HAY!- el grito de Mingyu me hizo saltar.- te llevaré a comer, vístete, amor, te espero en la sala.- sin más salió del cuarto.

-Que raro es tu papá, cariño.- sobe mi vientre.

No le di más importancia y me dispuse a cambiarme. Pero no pude evitar enternecerme, si Mingyu quería invitarme a salir, ¿por qué no simplemente lo dijo?

¿A dónde podríamos ir? Dudo mucho que sea un lugar lujoso, así que me puse unos pantalones de chándal negros, acomode un poco mi cabello, me puse unos zapatos muy feos, pero cómodos, ya que últimamente mis pies se hinchan y duele, un poco de perfume y bajé para encontrarme con Mingyu, quien estaba en su quinto sueño.

Sonreí al ver a mi imponente Alfa, se miraba tan vulnerable, tierno y apachurrable.

Con cuidado me senté en su regazo, poniendo mis piernas a sus costados, acomode unos mechones de su rebelde cabello y besé su nariz.

-Minnie-- susurré en sus labios.

-Minnie y... mío... tú...te amo.- ahora me enteraba de que Mingyu hablaba dormido, reí sin hacer mucho escándalo.

-¿Acaso no dormiste bien?- seguía susurrando.

-Mmm..no.- sentí a Minnie removerse.

-¿Porqué?- sus ojos se abrieron lentamente, se veía cansado.

-Porque espere más de tres meses para poder estar a tu lado...cada momento me parece único.-sus manos tomaron mis mejillas.- verte dormido es la vista más hermosa que he tenido.- su mirada era tan profunda, me sentía invadido, pero de una buena forma.

Más bien...ya no me sentía sólo.

-Si continuas de esa forma no dejaré que salgas de casa.- fruncí el ceño.

-¿Porqué, amor?- Minnie parecía asustado.

-Porque me daría mucho miedo que encontraras a alguien mejor que yo y me dejaras...me estás haciendo dependiente de tus palabras, tu toque, tu cariño, Mingyu.- baje la cabeza, triste.

El imaginar a mi alfa con alguien más me hacía sentir débil, triste, mi pecho pesaba, mis ojos ardían y mi cabeza dolía, ahora. ¿Que sería de mi sin Mingyu?

Estaba muy sensible, lo noté cuando las lágrimas del solo pensamiento de estar sin Mingyu salieron como ríos.

-Wonnie, jamás te cambiaría por nadie, ni siquiera por la modelo más hermosa del mundo, te lo juro.- los dedos de Minnie secaban mis lágrimas.- no llores más, por favor, me duele.

Estas palabras eran verdaderas en un cien porciento, pues ahora que estábamos unidos por un lazo de amor eterno, él podía sentir lo que yo y viceversa.

-Lo siento, es el embarazo, me pone sensible.- me excuse, mientras secaba mis lágrimas con fuerza.

-Esta bien, amor, no te enfades contigo mismo.- detuvo mis manos y las beso.- vamos a comer.- asentí sonriendo.

Después de buscar las llaves salimos de casa, tomamos un taxi y en media hora estábamos frente a la casa de...

-¿Qué hacemos frente a la casa de mi hermano?- mire a Mingyu y este sonrió.

-¿No pensabas presentar a tu esposo formalmente? - hizo un puchero muy malo, pero gracioso.

-Si, pero no pensé que sería tan pronto.- sobe mis manos.

La verdad era que no quería que Jeonghan hyung le metiera ideas erróneas sobre mi persona a Minnie. Hyung a veces... no, siempre es muy lengua larga.

Lo quiero, pero debe guardarse comentarios innecesarios.

Tocamos la puerta y en menos de un segundo Jeonghan hyung apareció con una mascarilla de arcilla verde y un pepinillo en el ojo izquierdo.

-iOh, Wonnie!- me abrazo y después acarició mi vientre con amor.- Hola, cosita.- sonrió, levantó la vista hacia Mingyu.- y tú debes ser Mingyu.

Minnie asintió sonrojado.

-Parece que le han hablado de mí.- rasco su nuca.- me presento, soy Kim Mingyu, la pareja de Wonwoo.- estiró su mano y Jeonghan hyung la estrecho.

-Lo sé, cariño, yo lo se todo.- rió.

Fue cuando Cheol apareció con una mascarilla blanca y un ceño muy fruncido.

-¿A quien le dices "cariño"?, al único al que puedes decirle de esa forma es a mi.- Cheol tenía las manos en la cintura y volteó, al mirarme sonrió e intento abrazarme.

-¡No lo toques!- gruñó mi posesivo alfa mientras me abrazaba, protegiéndome.

-¡Oh, oh, yo sé quien eres!- Mi cuñado llevo una mano a su mentón, pensativo.- eres...ese alfa que embarazo a Wonnie cuando estaba en su celo, totalmente vulnerable e inconsciente.

Me encogí en mi lugar, presiento que está visita no fue la mejor idea...

UBER - Meanie - Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora