ONCE

677 55 2
                                    

Hicimos el amor.

Por primera vez, desde que nuestras vidas se cruzaron, Wonwoo y yo hicimos el amor, fue fantástico.

Antes de eso, el escuchar que Soonyoung había besado a mí Wonwoo me puso mal, me enojé hasta el punto de querer matar a ese Beta.

Aún con esos pensamientos, el olor de mi Omega me embriagó y ni mi alfa ni yo deseábamos alejarnos de él.

Lo cargué cual princesa y lo lleve hasta su habitación, donde me detuve en la puerta.

-¿Puedo entrar?

Es ridículo preguntar eso cuando sólo debo girar la perilla, pero sé que Wonnie ha hecho su nido para nuestro bebé y los omegas son muy reservados con a quien dejan y a quien no, entrar.

-Eres mi alfa, claro que puedes. - sonrió.

Asentí, feliz, gire la perilla y entre con él en brazos, lo deposite lentamente en la cama y levanté la vista para ver el entorno.

Recuerdo a la perfección como era aquel cuarto: simple, con pintura blanca, una ventana de madera tallada, una cama de sábanas blancas, libros, repisas, un calendario cerca de la puerta, un ropero, una computadora y nada más.

Ahora estaba asombrado, pues todo era tan...tierno: La pared era ahora un mural lleno de nubes en un cielo azul, la cama tenía unas hermosas frasadas amarillas llenas de ositos bordados con estambre, los libros eran ahora de cuentos infantiles, el calendario marcaba la fecha de gestación y la aproximada fecha de parto, el ropero de madera estaba ahora pintado de blanco al igual que la ventana y tenían figuritas de flores, ositos y caritas, el piso tenía una alfombra suave de color rosa pastel, el olor era a vainilla con ese característico olor a bebé y como final, en una esquina, donde recuerdo estaba la computadora, había un hermoso moises de color blanco con detalles plata en las orillas.

Miré asombrado a Wonwoo.

-¿Cómo hiciste todo esto, amor?- recorría el cuarto, tocando todo y memorizando cada rincón.

-Bueno, pinte a mano la pared, aprendí un poco de tejido e hice la colcha, Soon me ayudó a pintar el ropero y la ventana, al final decidí agregarle un poco de decoración, Cheol hyung me compró la alfombra y Soon la colocó...

-Espera, ¿Quién es ese tal "Cheol hyung”? - pregunté con un obvio tono de celos.

-Es el esposo de mi hermano, Jeonghan. - rio al ver mi cara avergonzada. Me había encelado de mi cuñado. - y lo ama muchísimo.

-Entiendo. - rasque mi nuca y reí nervioso. - ¿Que hay del moisés?- acaricie la tela del objeto dicho.

-Me lo regalo Jeonghan hyung...mi hermano. - específico con una sonrisa.

-Oh- reí.- está bien.- suspiré.- es hermoso, amor. camine hasta la cama, donde Wonnie me esperaba, sentado en la orilla.

-¿De verdad?- sus mejillas se tornaron rojas, preciosas.

-De verdad.- asentí, me senté a su lado y acaricie su mejilla.- Te amo.- vi a Wonwoo suspirar, estaba a punto de hablar, pero lo detuve.- no quiero que me digas que me amas por obligación, Wonnie, quiero que veas que puedo ser un gran esposo, padre, pareja y amigo, quiero enamorarte...quiero que el día que me digas que me amas salga desde tu corazón.- él asintió.

Tomé su otra mejilla y me acerqué para besar sus labios.

Suaves, húmedos, dulces, sus labios acariciaban los míos, eran roces tranquilos hasta que sentí su lengua salir, casi con miedo, rozó la orilla de mi labio inferior, abrí un poco la boca, dándole el acceso que deseaba, una vez nuestras lenguas se encontraron fue todo confuso, solo podía sentir las caricias de su lengua por toda mi boca y un millón de espasmos por todo mi cuerpo.

Lo tomé por los hombros y lo recosté en la cama. Metí las manos bajo su playera, sintiendo el bulto de su vientre, decir que eso me hacía sentir feliz era poco, estaba eufórico.

En un abrir y cerrar de ojos ambos estábamos desnudos, yo acariciaba el cabello de Wonwoo y él lamía mis abdominales.

-Minnie mmm~ eres delicioso. - sonrió ladino.

-¡Joder!- gemi.

-¡Esa boca!- me reprendió Wonnie con burla.

-No puedo evitarlo, Wonnie, eres tan sexy, tan lindo. - invertí las posiciones, ahora mi Omega estaba bajo mi cuerpo, bajo mi dominio.

Acaricié sus piernas, subí a su vientre, dejé un beso y subí con besos hasta su boca, lo besé con tanto anhelo que casi quedé sin aire.

-Mío. - me ubiqué en su cuello, lamí la marca y sonreí. - Te adoro, Wonwoo.- chillé. Me parecía absurdo todo lo que estaba sintiendo, era descontrolado.

-Tuyo. - susurró con ternura. - de ahora en adelante, sólo tuyo.

Escuchar aquello de esos esponjosos labios rojos, fue el colmo para mi paciencia.

Esta vez baje, abrí sus piernas, acaricie el interior de estas y tome su miembro entre mis manos, masturbando.

-Min-minnie.- su cuerpo temblo.

Sonreí al ver la reacción que tenían mis caricias en su cuerpo.

-Escucha con atención, bebé. - mi mano iba de abajo hacia arriba, rápido, fuerte, preciso.- Soy tu alfa.- sus gemidos eran fuertes, seguidos y cada vez se prolongaban más.- Eres mí Omega.- pronto su semen salió, manchando mi mano.- lo nuestro no fue una casualidad.- tome el semen y utilizándolo como lubricante, metí un dedo en su entrada.- era simplemente el destino.- moví el dígito y en unos minutos tenía tres dedos moviéndose en su interior.- ahora.- saque los dedos y tome mi pene para acariciarlo un poco y lubricarlo con el semen. - te amaré hasta que muera.- me ubiqué en su entrada y me introduje lento.- nadie más podrá hacerte sentir lo que yo.- escuché un gemido agudo en la primer embestida.

-¡Argh!- sus ojitos estaban llorosos, sus mejillas sonrojadas, su cabello húmedo y el sudor escurría por el contorno de su rostro.

-Me perteneces Wonnie, eres mío y sólo mío. - embestí una y otra vez, sintiendo su humedad y escuchando los eróticos sonidos que se producían. - te demostrare que conmigo te basta y sobra.- Wonwoo gritó.- te demostrare que puedo amarte como nadie.. - las paredes de su ano se contrajeron, embestí más rápido, duro, profundo.- Te amo.- jadeé, sentí mi nudo atravesar sus paredes e hincharse poco a poco.

Un orgasmo lento, tortuoso y placentero, escuchando la respiración agitada de Wonwoo, sintiendo como su pene palpitaba, soltando pequeños chorros de semen blanquecino.

Mi corazón latía a un ritmo desesperado, el orgasmo había sido increíble, pero sentir los brazos de Wonwoo a mi alrededor, abrazándome y dándome su calor.

Eso, me había matado.

-Ya te jodiste, Kim.- dijo, Wonwoo, después de unos minutos.

-¡Esa boca!- él rió, suspiré.- ¿Porque lo dices, amor? - Wonwoo estaba colgado de mi cuello y yo estaba sobre mis codos, tratando a toda costa no lastimar a Wonnie y a mi bebé.

-Porque ahora eres mío.- susurró antes de quedarse dormido.

UBER - Meanie - Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora