ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ 𝟽| 𝑻𝒆́ 𝒅𝒆 𝒎𝒂𝒏𝒛𝒂𝒏𝒊𝒍𝒍𝒂

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"Desearía mi mente tomara fotografías, para así poder guardar en mi memoria tu sonrisa de primavera."

—Park Jimin.

[Narrador omnisciente]

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[Narrador omnisciente]

» No puedo pensar bien cuando lloras frente a mí, así qué deja de hacerlo.

Con aquella pequeña confesión, Edurn sintió un nudo en la garganta, jalando aún más su corbata en busca de aire y separándose del castaño cómo si fuera lava ardiente.

Taehyung tosió, tratando de calmar su sonrosado semblante, buscando con la mirada una forma de salir de aquella situación tan vergonzosa. Y gracias al cielo, lo encontró, incluso sintiéndose emocionado.

— ¿Eso de allá, es té? —Preguntó este sin reflexionar si estaba siendo atrevido—. ¿Puedo verlos?

Notando su entusiasmo, al pelinegro no se le escapó la pequeña sonrisa que sin querer Taehyung le había obsequiado y su mirada iluminada.

Adorable. Le hacía querer molestarlo a propósito.

— ¿Antes no lo hacías?

—Verlos más de cerca... —Aclaró entre dientes el castaño.

Asintiendo, Edurn alzó el brazo, con su mano apuntando elegante al gabinete y manteniendo un gesto en su rostro que Taehyung no supo identificar—. Es todo tuyo.

Apresurado, el castaño se levantó de su asiento, yendo rápidamente hasta uno de los estantes de cristal, lleno de cajas con hierbas de té.

Su favorita estaba entre ellas.

— ¡Manzanilla! —Exclamó, eufórico. Al instante comenzó a buscar para hacer un té casero, sacando uno por uno los artefactos sin preguntar sí podía o no tocarlos.

Aunque siendo sinceros a Taehyung no le importaba obtener permiso de nadie en ese lugar.

» Déjame hacernos un té. Estoy seguro, te gustará, sí tienes cajas llenas de todo tipo.

—La razón por la que estás aquí es por un labio roto y una queja. No por un té —Regañó el doctor, ocultando como se le hacía posible el deseo de reírse—. Mi colección privada no es para tomar.

—De todos modos ya sé que tienes tu té en este estante, puedo venir a tu oficina de noche y robártelo. Permíteme hacer esto a las buenas —Propuso el mayor, bajando los hombros.

— ¿Y crees que si le dices a la persona a la que planeas robarle más tarde vas a obtener un robo exitoso? No eras buen estudiante, al parecer. Hay un programa para adultos aprender a expresarse. ¿Los llamo para inscribirte?

Ya exasperado, el castaño sonrió, con la intención de controlarse, pensando en su bebida preferida—. Te voy a pedir de forma tranquila algo muy importante.

EDURN || SDI©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora