C.1 - Bienvenida a Swellview

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6:30 a.m.

Otra vez, maldita alarma, odio los lunes, odio levantarme de mi dulce cama. Estiré mi cuerpo lentamente sobre la suavidad acolchonada que se encontraba bajo mi cuerpo, luego de encontrarme unos segundos sentada en el borde de mi cama mirando hacia la nada, decidí que por fin era hora de levantarme si -a pesar de todo- no quería llegar tarde a la tonta escuela. Luego de darme una ducha y demás, opté por vestir una chaqueta sencilla, una camisa de tiras negra, y un jean del mismo color de la chaqueta, de tiro alto y mis viejas botas negras. Luego de perfumarme decidí en terminar de tomar mis maletas que se encontraban en la entrada de mi pequeña habitación, no sin antes guardar mis medicamentos. Una vez crucé el pasillo de mi casa, llegue a la cocina, mi madre se encontraba terminando de poner mi desayuno en un plato.

-Buenos días hermosa ¿Lista para tu viaje? - Preguntó con una sonrisa en su rostro, se le notaba cansada y no le culpaba, jornadas de casi quince horas al día le harían eso inclusive a alguien indestructible.

- ¿Es necesario que me vaya? – Tomé el tenedor que había extendido en mi dirección, en realidad no me molestaba el hecho de que la mayoría del tiempo me encontraba yo, mi ansiedad y mi soledad merodeando la casa a mitad de la noche, pero de igual manera el hecho de que me obligase a abandonarle, eso si que me molestaba.

- Tu padre quiere verte, y a mi no me gusta el hecho de que estés todas las noches aquí sola en casa.

- Y a mi no me gusta la idea de dejarte aquí sola tampoco, además, papá solo quiere tomar el rol que nunca tuvo.

-________, él si ha querido comunicarse contigo, la única razón por la cual el no te busca tanto como antes es por que se resigno a darte tu espacio desde que le demostraste que no querías saber de él. – Tomó mi mano sobre la mesa del comedor, haciendo que le mirase. – Necesito saber que estas a salvo o al menos no estas sola en la noche, por un tiempo, en lo que logro conseguir un mejor trabajo que me permita cuidarte como se debe ¿Si? ¿Por mí?

- Bien... - Murmuré por lo bajo luego de unos segundos, terminé mi desayuno por completo para luego subir mis maletas al auto, Swellview quedaba a casi dos horas de mi casa, y yo odiaba los aviones. Mi madre por su puesto conducía y me dejaba saber lo que se encontraba haciendo mi padre en estos momentos de su vida, al parecer era dueño de una tienda llamada 'Junk N' Stuff', y le iba bien; mis padres a pesar de estar separados mantenían una muy buena comunicación, aunque a veces llegaba a pensar que todavía seguían enamorados, aunque mi padre era algo o mejor dicho muy vanidoso como para tener amor para alguien mas que no sea sí mismo. Me contó que mi padre quería desde hace mucho que me mudase con el durante una temporada ya que sabia que mi madre se encontraba muy ocupada con su trabajo y le preocupaba mi bien estar.

El viaje fue algo largo, y por "algo" me refiero a muy, y por largo me refiero a larguísimo, el gusto de música de mi madre era muy distinto al mío, y a pesar de que la amase demasiado, esto era una tortura enorme para mí. Logré pasar todo el trayecto en calma a pesar del pésimo gusto de mi mamá en música, no supe en que momento se estacionó frente a la casa de Ray, mi padre, era una casa muy hermosa, debo admitir, a pesar de no ser extravagante, tenia su encanto, dos pisos, patio amplio y combinaba armoniosamente con las demás casas que se encontraban a su alrededor. Ray se encontraba con una amplia sonrisa en el pórtico del lugar.

- Algo que debo mencionarte antes de que bajes del auto. – Mencionó mi madre haciendo como si buscase algo en su bolso. – No le muestres tus tatuajes por favor, posiblemente le des un ataque al corazón si supiese que los hiciste a escondidas.

- Intentaré no mostrarlos tanto. – Era una gran mentira, me daba igual si los notaba o no, aunque ahora que lo recuerdo mi madre casi me mata cuando los vio por primera vez, posiblemente tenga el mismo teatro que tuve con mi madre el año pasado a los 16, cuando llegué casi a media noche con mi brazo envuelto en plástico y muchos "garabatos" como ella dice en mi brazo derecho.

La hija de Ray || Henry Danger y Tú || Jace Norman y Tú || Henry HartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora