Prisoner / Dua Lipa y Angèle. Dua

¡Basta!

- Aquí tienes- escuché a Rose acercarse con una bandeja llena de comida.
Podía ver dentro de esta una pequeña hamburguesa y una porción suficiente de papas fritas.

Tomé la bandeja.

- Gracias, Rose.
Quiero compartir contigo- dije.

Después de todo lo que pensé, ella parecía buena chica...llego a pensar que ella puede ayudarme con mis problemas en el amor. Es muy atractiva y amable hasta cierto punto.
Tal vez lo sea, esto es confuso.

(●●●)

Al terminar la cena preparada por ella hicimos un recorrido por el baño para lavar los dientes y alistarnos para dormir.
Me encontraba en camino a la celda acompañada de Rose.

Quería saber qué plan tenía en mente y cuáles eran sus intensiones conmigo, así que, tendría que acercarme más y si era posible...trataría de jugar con su mente y...cuerpo.

- Estoy exausta, hoy fue un día largo...ya sabes, cocinar todo el tiempo, acatar órdenes de imbéciles- Soltó un largo suspiro.
- Creo que lo único bueno de mi día ha sido el estar... contigo- dirigió su mirada para conectarla en seguida con la mía.

Estábamos sentadas en la parte baja de la litera, ya que, esta es mi cama.

- Amm... quién no querría estar conmigo, Dohhh- dije un tanto diva a lo que ella comenzó a reír conmigo.

Me recosté en la cama a lo cual ella copio mi acción.

- Es cierto, Angèle- dijo terminando de reír.

- Es tu primera noche aquí, es difícil dormir cuando eres presa principiante, ya sabes, hasta para eso hay que estar preparada - dijo sentándose con cuidado de no pegar con el metal de la base de la cama de arriba.

- Clac, ¡Vaya! Ya estoy vieja, siempre truenan mis huesos.
Escuchamos a Maggie en la litera del otro lado.

- Par de enamoradas, ya duerman.
Esta anciana trata de dormir - soltó somnolienta.

- Ajá, si Maggie, como tú digas- habló Rose.

Repente escuchamos fuertes ronquidos de algún lado de la celda, supuse que era Cardi.

- Es Cardi, no te asustes, así es de salvaje cuando duerme- dijo Rose divertida a lo que yo reí.

- Así que, es una señal que tenemos que dormir. Podría dormir contigo si tú lo deseas, d-digo no quiero hacerte sentir in- incómoda, sabes, mejor n...- la detuve tomando su brazo para que volteara a verme confusa.

-Quiero dormir contigo, no pasará nada ¿Si? Solo dormiremos - dije relajada.

Me paré de mi cama siguiendo sus movimientos después de ella.
Al estar las dos acostadas de frente sentí algo en mi interior, pero lo dejé pasar.

-Buenas noches, Angèle- susurró en mi oído dándome un beso por la mejilla.

- Linda noche, Rose- le devolví el beso.

Enseguida ella cerró los ojos casi inmediatamente quedó dormida.

Yo no podía dormir, habían ruidos por toda la cárcel.

Rose al notar mi insomnio colocó su mano en mi costilla, yo estaba un poco juguetona y la bajé a mi cintura, casi como un instinto apretó su agarre para acercarme a ella.

Tenía ganas de jugar, pero no era el momento indicado, así que me dispuse a tratar de dormir hasta que lo logré.

(Sueño)

-Bien jugado, hermanita.
Natalie y yo estábamos en el jardín trasero de mi casa jugando fútbol.

- Sabes que soy la mejor, Nat- dije con el balón entre mis pies tratando de hacer algún truco.

- Si, pero deberías pensar mejor tus jugadas, puedes salir enganchada- dijo quitándome el balón para correr con el.

(Fin de sueño)

Abrí mis ojos poco a poco.
La luz entraba por la pequeña ventana que hasta esta tiene reja.

Al abrir por completo mis ojos me encontré con una despeinada Rose que aún seguía dormida.

- Rose- susurré relajada para no asustarla.
Al no ver reacción alguna, continúe.

- Roosee- dije un poco más fuerte.
Ella se movió quedando boca arriba.

- Ya, ya desperté - dijo asustada sacudiendo su cabeza.

Tenía una mancha de baba la comisura de sus labios.

- Tranquila, al parecer falta poco para que vayas a la cocina - dije acercándome para provocarla.

Pasé mi mano por sus labios para limpiar la mancha. Ella atrapó mi dedo entre estos para meterlo a su boca succionando y lamiendo como si se tratara de un chupón.

- Mmmmhhh... algún día serás mía, Angèle - dijo soltando mi dedo y sentándose.

- Algún día, puede ser pronto o a tiempo lejano - dije para darme la vuelta y bajarme con un salto de la litera.

Tomé mi toalla y una pequeña bolsa que contenía jabón y shampoo.
Me daría una ducha, a esta hora no hay nadie en la bañera.

Salí de la celda dirigiendo mi caminar hasta mi destino.
Aún no había muchas prisioneras por los pasillos, solo unas cuantas mujeres de edad mayor.

Al entrar a las bañeras quité mis prendas de esta forma quedé desnuda.

Me coloqué debajo de una regadera de inmediato salió agua fría a lo que tuve que soportar, mi piel se tenso al sentir el agua recorrer mi cuerpo.
Segundos después lo frío cambió agua caliente.

Me sentí relajada.

Qué daría por estar en mi mansión de Italia, sumergida en mi tina de baño comiendo esas deliciosas fresas cubiertas con miel.
Esa era mi parte favorita de estar en casa... lastimablemente eso tardaría en regresar o no por mucho...

¿Qué tan difícil podría ser fugarse?

Hola, espero que se encuentren bien.
Últimamente estoy ocupada todo el día, escribo y compongo canciones, aún no saco ninguna, pero en eso trabajo.
Trataré de actualizar dos veces por semana.

Voten y comenten porfavor.