Prisoner / Dua Lipa y Angèle. Dua

Inaceptable

Tomé la ficha con mi mano izquierda, me puse de pie y salí corriendo del comedor.

¿Qué fue eso?
¿Quién es?
¿Por qué provocó algo en mi?

Y lo más importante

¿Qué fue lo que provocó?

Nunca lo he sentido, es como si mi vida dependiera de ella.

Por mi distracción no la pude apreciar, seguramente es erróneo.

Llegué a mi celda, me senté en mi cama...me dispuse a pensar en lo ocurrido.

Sus ojos tan brillantes y marrones con sus largas pestañas negras, su cabello oscuro con algunos mechones  ondulados, su nariz tan respingada y delgada, sus labios gruesos y rosados...¡Oh, no! Tengo que salir de mis pensamientos.

Es que ella, seguro es ella.

- Angèle, quita esa cara de boba - escuché a Rose cerca.

Agite mi cabeza para despejarme de mis pensamientos.

- Amm...¿Todo bien?- dice cuestionando.

La volteo a ver y se encuentra recargada en la entrada de la celda.

- Si, es solo...mi hermana- asintió comprendiendo.
- ¿Cómo te fue en la cocina? - dije para desviar el tema.

Caminó hacia mi.

- ¿Puedo sentarme? - asentí ante su pregunta y de inmediato se sentó a mi lado.
- Pues, lo importante de hoy es...la tapa - dijo susurrando lo último en mi oído.

Si que estaba distraída.

- ¡Ah! Claro, quiero saberlo todo... ahora - dije con un tono mandón.

- Esos números y letras que tiene el papel...es un código. - presté mucha atención, hablaba casi en susurros en mi oído de manera sigilosa.

- Tienes que protegerlo, Big mamá lo quiere a como se dé el lugar, ella ha matado por obtenerlo.
Jamás lo ha tenido en sus manos gracias a mi y a Cardi. - me sorprendió.

- Alto.
¿Cómo es que no les ha pasado nada a ustedes? - dije con una ceja arriba.

- No nos metemos en problemas.
Ella nos respeta y nosotras la respetamos, eso nos mantiene vivas a ambas. - lo dicho por Rose me trajo más preguntas.

- Sé que tienes dudas, pero no las puedo responder, por ahora corres peligro.- dijo como leyendo mi mente.

- Pero...- me interrumpió.

- No podré cuidarte, lo siento - dijo para levantarse y salir de la celda.

No necesito de nadie para cuidarme, yo puedo sola.

Seguía cuestionando mi mente
¿Para qué sirve este código?

Esto era revoltoso...
De repente, mi cabeza empezó a punzar fuertemente.
Mamá decía que pensar mucho traía dolor, pero este es duro.

Me levanté de mi cama, pero me mareé en un instante dejando mi vista nublada y... caí.

(Sueño)

- Déjala, ella no merece esto y aunque lo mereciera no es la manera...solo déjala vivir, por favor- supliqué por su vida.

Estaba amarrada en una silla en un cuarto grande y oscuro.
Mi desesperación era grande.

- No obedeció, no merece la vida.
Si tan solo tu madre la hubiera abortado.- escupió aquel hombre.

- Por favor, es lo único que tengo- mi voz se quebró.

- ¡Cállate! No lo hagas más difícil -
dijo con coraje.

Sentí un fuerte golpe en mi mejilla derecha dejándome inconsciente.

(Fin del sueño)

- ¡Juro que haré venganza! - grité con lágrimas y coraje

- ¡Angèle! - escuché una voz a lo lejos que no pude distinguir.

Sentí mi cuerpo empapado de sudor y mis párpados pesados, luché hasta poder abrir mis ojos.

- Tranquila, está bien - escuché la voz ronca que me hizo relajarme inmediatamente.

Con mi respiración agitada y mis ojos cansados pude formular palabras.

- ¿En dónde estoy? - dije volteando a todos lados de la habitación.

Acarició mi cabello, me hizo delirar.

- Estás en la enfermería, no tienes por qué preocuparte, te desmayaste - dijo con dulzura.

Rascó mi cuero cabelludo.

- Mmmmhhh, lo hacés tan bien - dije cerrando mis ojos.

De nuevo quedé en un sueño profundo.

(Sueño)

- ¿Eso es a lo que te referías?
Porque si es así, déjame decirte hermanita mía que Angèle jamás se enamora - dije relajada.

Estábamos en el centro comercial
Una mujer pasó a un lado de Natalie, era esbelta con un tono bronceado en su piel y cabellera negra.
Mi hermana comenzó a decirme que le hablara, pero yo trataba de resistirme.

- Ajá, si, no pierdes nada con hablarle - dijo alzando sus cejas de manera coqueta.

Reí.

- No lo haré, tengo más cosas en qué pensar y actuar- dije para finalizar la conversación anterior.

- Quedarás engancha muy pronto, Angèle.
De esta no te salvas.
- dijo divertida.

(Fin del sueño)