Mala jugada

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En cuanto estuve en tranquilidad y completa soledad dentro de la celda, recordé que tenía asuntos pendientes.

Pero, al desmayarme
¿Dónde quedó el código?

Me puse histérica, no lo encontraba.

Pensé que tal vez y solo tal vez estuviera debajo del colchón de Rose, pues ella lo habría guardado en cualquier caso.

- ¡Joder!- grité con molestia al no tener ni un rastro de el por la celda.

Rendida caí en mi cama, mi respiración estaba más agitada de lo normal.

¡Carajo!
¿Qué haré? Mi orgullo no me dejará dirigirle la palabra a Rose después de meterme en esto y no hacerce responsable.
Cardi de seguro se está fumando algo a esto de medio día.

Maggie, seguramente ella sabría algo.

Sin más, me levanté con mucho cuidado de no volverme a marear,
no soportaría estar otro día en la enfermería sintiéndome tan débil como en realidad lo soy.

Con mi vista atenta a mis pasos y mi caminata con prisa llegué a el cuarto de lavado de la prisión.

Al cumplir una semana en la prisión te asignan un trabajo, por ejemplo, Rose la cocina, Cardi limpiar pisos y algunos baños, Maggie en mi suposición en la lavandería, escuché que las mayores se encargan de lavar los uniformes. A mí me faltan un par de días para comenzar en lo que me asignen, me pone un tanto nerviosa en qué área me pondrán, más bien con quién será...

Entre al cuarto buscando a Maggie entre las lavadoras y secadoras,
hasta que la vi...

- Mamá, ya te dije que no lo tengo. Te pido que me dejes ir. - dijo suplicando la mayor

La tenían acorralada dos de las presas sirvientes a Big mamá.

La corpulenta le tenía al parecer un vidrio con una punta bastante filosa en el cuello, cerca de la vena yugular.

Ella la estaba amenazando por el código, pensé.

Maggie es de mi celda y entre nosotras nos protegemos.

Viendo la escena, me lancé corriendo para taclear por la espalda a la grande, ella se abalanzó e hizo que el objeto picudo cayera al suelo.
De inmediato recibí las miradas de las abusadoras, soltaron a Maggie para comenzar una pelea que sin duda aclararía muchas cosas.

Una de las sirvientes dirigió su puño a mi estómago, como un reflejo tomé a Big mamá y la puse en mi lugar, recibió el golpe que venía hacia mi, sofocada calló en cuclillas.

La mayor estaba retorciendo de dolor y con su mano derecha hizo una seña para detener a sus servidoras que estaban a nada de volver a atacar, las dos asintieron y se quedaron en guardia en su lugar.

Volteó con lentitud su rostro para toparse con mi mirada llena de furia.

- De esta no te escapas, saldrás muerta - escupió con rencor en sus ojos.

Levantó rápido la corpulenta con una sonrisa descarada, tenía el vidrio de nuevo en su mano.
En segundos, lanzó con fuerza su primer apuñalada, mi cuerpo respondió con un salto atrás para evitarlo.
Dos intentos más de ser apuñalada, ya no tenía escapatoria, quedé entre la pared y su cuerpo.

- Te lo dije, no quedarías con vida, niñita - dijo con burla.

Asustada.

Palabra perfecta para describir como me siento.

Se acercó más siendo casi imposible, colocó el artefacto filoso a mi costilla izquierda.

Ya no tendría escapatoria.

Prisoner / Dua Lipa y Angèle. Dua Donde viven las historias. Descúbrelo ahora