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La junta había salido relativamente bien, tuve que despertarlo unas cuantas veces ya que este se estaba quedando dormido cuando los demás empleados exponían todo acerca de la semana e igualmente tuve que responder por el, quizás Endeavor tenía razón, el no tenía ni idea de cómo manejar una agencia de manera "correcta".

Pero que puedo decir, yo a mis 18 aún ni siquiera era independiente y el ya era uno de los héroes más populares con una agencia.

—Vamos a comer—

Yo simplemente asentí, era ahora o nunca, tenía que aclarar las cosas con Keigo.

Ya que no me iba a responder dónde estuvo ayer, además de que no quiero ser una entrometida aún me quedaba una pregunta.

¿Que somos ? o ¿Que vamos a ser?

Si el realmente quiere una relación, ya sea abierta o simplemente vamos a dejar que dicho evento se deje en el olvido, tenía que saberlo.

Es cierto que me gustaría iniciar algo con el, ya no puedo negarlo más, al principio me parecía la persona más déspota y arrogante pero a medida que pase tiempo con el, me hizo querer conocerlo más y más.

Keigo parecía alguien relajado y sarcástico pero esa es la personalidad que el quiere aparentar, quería conocer más al Keigo que se esconde detrás del imponente Hawks.

Entramos a un restaurante de pollo frito, en el cual parece ser que Keigo era la figura pública del mismo ya que  al entrar tenían una enorme pancarta con su cara promocionando el dichoso pollo.

El dueño del lugar al verlo rápidamente se alegro y le indicó a Keigo que su mesa estaba lista, yo solo lo seguí y llegamos a la parte de arriba del restaurante esto para evitar el bullicio por parte de algunos fans que se encontraban en aquel restaurante.

Nos sentamos mientras Keigo ordenaba la comida, el mesero nos indico que en breve vendría nuestra comida.

—Bien...podemos hablar aquí...te escucho—

Hawks cómo siempre es directo, el solo me dedico una sonrisa, me quedé en blanco por un momento es imposible que justo en este momento me ponga nerviosa aún cuando ya he estado a solas con el.

—Eres como un libro abierto linda...te noto tensa cada vez que estás nerviosa tomas mechones de tu cabello y juegas con el...—

Tenía un punto, suelo hacer eso desde que soy pequeña y siempre he demostrado así mi nerviosismo pero tenía que preguntarle todo.

—Bien...yo...¿A dónde fuiste anoche? No creas que soy una entrometida...es solo que me preocupe al ver tu espalda con esa quemadura...y...—

No pude evitar preguntar y aunque se que quizás no me responda no perdía nada con intentarlo nuevamente.

—Bien...linda yo quiero mostrarte que tengo confianza en ti pero aún no puedo contarte mucho solo te puedo decir que no es nada malo es simplemente una misión...—

Eso me dejó más tranquila, puedo entender que su misión sea peligrosa y secreta.

Pero no era mi única pregunta.

—Keigo...¿Que somos?—

La pregunta del millón, quería saber si lo nuestro seria meramente sexual o si realmente quiere iniciar algo conmigo.

—Nena no cabe duda que sigues siendo una niña...¿Acaso me tengo que hincar y pedirte que seas mi novia?...Creí que era demasiado obvio mi interés por ti—

¿Una niña?

—Además deje que durmieras en mi casa, te hice el desayuno y bueno si lo nuestro hubiera sido solamente un encuentro sexual ¿Acaso crees  hubiera hecho todo eso?—