CAPITULO 1

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- Oye, no estoy seguro de que un novio debería verse así el día de su boda.

La verdad es que viéndolo así, realmente no le daban muchos ánimos de casarse, pero ¿Quién podía culpar a su amigo por verse así? No cuando era un matrimonio arreglado.

- ¿En verdad estoy tan mal? - preguntó su amigo tranquilamente.

Ladeó la cabeza estudiandolo y negó.

- Creó yo... Que ya es bastante triste la situación, así que al menos deberías sonreír para verte bonito, cosa que ya eres.

Su amigo le sonrió, iba a decir algo pero otro de sus amigos lo interrumpió.

- Shotaro deja de molestarlo - regañó Yangyang - Haechan sabrá que hacer cuando comience la ceremonia.

Le enseñó la lengua a su amigo, Yangyang rió por el gesto infantil.

- Ustedes dos - Jaemin entró a la sala de espera y los señaló - No están ayudando a Haechan y ya casi es hora, así que fuera.

Ambos hicieron un puchero y asintieron, Yangyang se acercó primero y lo abrazó, después lo hizo él tratando inútilmente de darle ánimos a su amigo.

Salió junto con Yangyang y caminaron tranquilamente buscando el salón de la ceremonia.

- ¿Viste lo guapo que es su prometido? Haechan no debería de estar haciendo un gran drama - dijo Yangyang - Al menos tendrá hijos bonitos.

Sonrió y negó.

- Tu por qué eres un idiota que le gustan las caras bonitas, pero Haechan sabe bien que no será feliz y que su vida algo así como que termina.

- Mucho drama.

Rodó los ojos y golpeó su hombro.

- Si fueras tu cambiarías de opinión y harías aún más drama.

- Puede ser Tarito - le apretó su mejilla - Pero de todas maneras sabes que a nosotros nos robaron la felicidad al nacer - se alzó de hombros.

- Muy alentador, por alguna razón me siento triste ahora.

Yangyang le sonrió y lo abrazó por los hombros.

- Aún así no abandonaremos a Haechan, y si nos llega a pasar se que al menos tendré a mi Taro a mi lado.

Le dió a un codazo a Yangyang cuando este le dió un pellizco en su cuello.

- Ni sueñes que te soportaré toda la vida.

Comenzó a caminar rápidamente y se detuvo cuando escuchó la voz de su amigo.

- ¡Yo sé que me amas!

Sonrió y siguió caminando.

A veces Yangyang podía ser muy molesto, pero sí, realmente amaba a su querido amigo.





- ¿Taro? ¿Me estás escuchando?

La voz insistente de Yangyang lo hizo apartar su vista hacia él.

- ¿Qué decías?

Yangyang lo miró burlón, como si hubiera descubierto su secreto más profundo.

- ¿Qué tanto mirabas Taro?

Rodó los ojos, Yangyang era tan infantil y juguetón como un niño de cinco años.

- Nada de tu incumbencia.

Yangyang le dió un ligero empujón con su hombro.

- Es lindo, el nuevo chófer de Haechan.

Friendship in a million - Sungtaro/XiaoyangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora