remember. ( the originals )

008

Nueva Orleans,

presente.

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La mansión Mikaelson estaba en total silencio, se podría decir que estaba totalmente desierta si no se prestaba la atención debida. Si se escuchaba con cuidado escucharían una risa apenas perceptible saliendo del estudio.

Dentro del estudio Sarah se encontraba sentada en uno de los tantos sofás del lugar hablando con su hermana, ambas intentando recobrar el lazo que perdieron hace mucho tiempo, un lazo que era más fuerte que cualquier otro. Rebekah estaba más que feliz al saber que Sarah estaba recordando ciertas cosas, su felicidad era tanta que había obligado a sus hermanos a comprar todo lo que necesitaran para hacer una gran fiesta en la mansión. El regreso de Sarah lo merece, había dicho la rubia cuando Elijah intento detener sus intentos de organizar una fiesta. 

-Extrañaba tanto esto-la rubia tomo las manos de su hermana con una sonrisa brillante en el rostro.

-Aunque no los recordara siempre tuve ese sentimiento de estar extrañando algo-la menor bajo la mirada a sus manos unidas-, ahora que estoy con ustedes ese sentimiento se fue por completo.

-Me hace muy feliz saber eso, Sarah.

Sin resistirse mucho Rebekah envolvió a su hermana en un abrazo, uno que había estado añorando desde la ultima vez que había visto a la castaña con vida. En el interior de ambas se extendió un sentimiento cálido y la felicidad las hizo reír nuevamente. Por fin estaban juntas.

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Nueva Orleans,

antes.

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-Creo que ya tenemos suficientes flores, Sarah-se quejó Rebekah.

-Te dije que podía venir sola.

-No quería quedarme con ellos, Niklaus esta insoportable-la rubia se cruzo de brazos con la mirada fijada en el horizonte.

La castaña negó con una sonrisa divertida y se levanto del suelo sacudiendo su vestido, había pasado media hora desde que habían comenzado a recolectar flores para los jarrones de la mansión y Rebekah llevaba quejándose veinte minutos. Mirando la canasta llena de flores Sarah también concluyo que ya tenían suficientes flores para llenar todos los jarrones. 

La castaña tomo la cesta de flores y sin decir nada ambas emprendieron su camino de regreso a casa, Rebekah iba hablando de la fiesta que iban a dar esa noche, y Sarah solo la escuchaba aportando algún comentario de vez en cuando.  Apenas llegaron a la entrada trasera de la mansión uno de sus empleados se les acerco para tomar el cesto de flores, la castaña le agradeció al muchacho y siguió su camino hacia el interior del lugar.

-Deberíamos arreglarnos-Rebekah detuvo sus pasos y se giro para mirar a su hermana.

-Aun es temprano, Rebekah-la castaña paso a su lado con intenciones de ir a su habitación.- Además, sabes que no voy a arreglarme mucho.

-Oh, vamos Sarah, tienes que arreglarte bien.

La rubia siguió a su hermana y esta solo suspiro en derrota, sabia que nunca ganaría una discusión de esas con Rebekah. Jamás.

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el lunes inicie la universidad por lo que solo podre actualizar la historia los fines de semana y, tal vez, los domingos.

otra vez, gracias por leer esta historia.

lu.