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Nueva Orleans,

antes.

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-Te amo, ahora y siempre, Sarah.

La castaña sonrió ampliamente ante la confesión del chico frente a ella, el amor de su vida. O eso quería pensar. El chico había pedido su mano frente a toda su familia y su padre, aunque un poco presionado, había aceptado que su 'pequeño ángel' sea cortejada por aquel chico. 

Desde que había comenzado a ser cortejada Sarah no podía estar más feliz, sentía que nada podría quitarle aquella felicidad que se merecía. Pero la vida nunca nos da lo que queremos y para ella todo fue en picada cuando su hermano menor Henry murió y su madre decidió que seria buena idea convertirlos en seres inmortales. En un principio a Sarah le pareció bien, pero solo por no ver a su madre triste, después no le pareció tan bien. 

Si le preguntan cuando las cosas fallaron, sin duda alguna, diría que fue cuando su padre decidió que eran monstruos y tenían que morir, el día que su amado murió a manos de su padre. Verlo morir había sido demasiado para ella, tanto que estaba dispuesta a morir en ese instante, claro que sus hermanos no la dejaron.

Luego de aquel trágico día Sarah se sintió vacía, algo le faltaba siempre y aunque tenia a sus hermanos con ella, nunca se sintió completa otra vez.

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Nueva Orleans,

ahora.

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El silencio se había apoderado de la mansión Mikaelson, todos estaban en sus habitaciones, incluso Sarah había decidido quedarse esa noche con ellos. Freya pensaba que tal vez el estar en un ambiente familiar la ayudaría a recordar y no estaba equivocada, lo comprobó cuando un grito rompió aquel silencio pesado que se sentía en la casa.

Ni un segundo después de aquel grito todas las puertas de las habitaciones fueron abiertas con fuerza causando un gran estruendo que hubiese despertado al que no se despertó con aquel grito. Los hermanos se lanzaron una mirada rápida antes de moverse con rapidez hasta el cuarto de la menor, el primero en llegar fue Elijah quien rápidamente abrió la puerta dejando ver a Sarah sentada en medio de la cama abrazando sus rodillas contra su pecho, lagrimas mojando su rostro y sollozos saliendo de sus labios.

-¿Sarah?-el mayor avanzo con pasos largos hasta la cama de la menor.-¿Qué sucede?

-Yo...Yo recordé-su respuesta llego en un susurro tembloroso apenas perceptible.

-¿Qué recordaste, ángel?

-El día que todo fallo-miro a sus hermanos dejando que todos vieran su dolor.

Niklaus aparto la mirada de inmediato, siempre había odiado ver a su hermana llorar. Rebekah fue la única que se movió para acercarse a la otra y envolverla en un abrazo, demostrándole que siempre estaría para ella.

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N O T A

Cuando comencé a escribir esta historia no tenia nada planeado, los capítulos solo llegaban y listo, incluso ahora no tengo nada planeado pero creo que la dejare ir hasta los 10-15 capítulos o algo así. Gracias por leer la historia hasta acá, no se olviden de darle a la estrellita, eso me anima mucho a escribir porque me hace saber que aprecian mi trabajo. 

También hare un poco de propaganda a mis otras historias de The Originals y las que voy a subir en próximos días, espero su apoyo.

Otra vez, gracias.

lu.

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