remember. ( the originals )

005

Nueva Oleans,

antes.

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La castaña daba vueltas sobre su propio eje mientras intentaba obtener la atención del hibrido, que estaba sentado al otro lado del escritorio, se detuvo un segundo y sonrió mirando al rubio cobrizo.

—Klaus—le llamo usando su tono mas dulce, nada—, Klaus—volvió a llamarlo, nada—, ¡Niklaus!—grito ya cansada.

—Dios, Sara—el hibrido la miro frunciendo el ceño—, ¿Qué sucede ahora?

—Estoy aburrida—hizo un puchero—, ¿Por que no salimos a caminar?

—No puedo, ve tu sola.

—Luego preguntas porque prefiero a Elijah—rodo los ojos dejándose caer sobre el sofá.

—Si quieres puedes hacerle compañía—el hibrido se levanto de repente tirando algunas cosas que estaban sobre el escritorio.

La castaña se quedo congelada en su lugar, sabia lo que eso significaba. Podía sentir la mirada del otro sobre ella y supo que había cometido un error.

"Nunca digas que prefieres a Elijah frente a Klaus, te ganaras una daga por eso", le había dicho Rebekah hace un par de años atrás.

—Klaus...—no pudo seguir hablando ya que en menos de un segundo el hibrido la tenia contra la pared—...Klaus, por favor.

—¿Podrías recordarme cuantas veces te e clavado una daga?—giro la daga entre sus dedos.

—Dos...dos veces—la castaña no aparto la mirada de la daga—, por favor, no lo hagas, lo siento.

Sus ojos se encontraron y Klaus fue capaz de ver el miedo en los ojos de su hermana, y entonces se dio cuenta de lo solo que estaba, sus hermanos lo habían traicionado y ahora estaban en el sótano sumidos en un sueño del cual probablemente no despertarían pronto. Miro la daga y la apretó con fuerza antes de soltar a la menor y alejarse de ella.

Y esa fue la ultima vez que Klaus amenazo a Sara porque ese día se dio cuenta que Sara era la única que nunca lo traicionaría.

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Nueva Orleans,

ahora.

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Todos estaban en silencio, nadie se atrevía a decir algo, ni siquiera Kol se atedia a hablar. Sara tenia la mirada clavada en el suelo, parecía como si estuviera en algún tipo de trance, quería que Klaus siguiera con las historias pero a la misma vez quería que se callara.

—¿Quieres que continúe?—pregunto el hibrido rompiendo el silencio.

—Si, yo...quiero saber todo.

La castaña levanto la mirada y se topo con los ojos del rubio, y para Klaus fue como si su mundo cobrara vida poco a poco.