TRECEAVA

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— ¿Estabas muy nervioso?

— Mmm. Tuve miedo que te arrepintieras...

— Amor, solo fue un ensayo.

Las joyas comenzaron a ser retiras, mientras que YoonGi le hablaba mientras rosaba sus labios en su mejilla.

— Pero aun puedo arrepentirme, ¿o no? Aun no he firmado ningun papel... Ni-

La besó.

— Oppa... Hay personas aquí...

— Lo siento... Lo siento.

Se apartó, solo lo suficiente para que pudieran quitarle las capas de sus vestidos. Una vez mas, Mina lo corrio para que no la viera desnuda.
Accedió a darle la espalda, cuando noto que le quitaban lo ultimo que la cubria se acercó, sorprendiendo a la servidumbre.

— Aunque no hayas firmado nada, eres mia y seras mia para siempre.

Mina sonreia, aunque esquivaba sus besos, dejó que le robara algunos.

— Besame... ¡Besame! — Exigio el caprichoso.

Deslizaba sus manos, amenzando con tocarla demas.

— Oppa ~

Soltó sus pechos y lo tomó por la cabeza y lo besó.

— Mmm, rico labial. Te amo.

— Yo tambien te amo... Ahora deja que me vistan. Tu ve a hacer lo mismo.

YoonGi negó.

— Esperaré a que mi esposa lo haga.

Su rostro de puso muy rojo, sentia que, especialmente, las asistentes casi ansianas, la miraban con mala cara, cuando se marchó, una de ellas rió.

— Los Min son todos iguales, apasionados y fogosos. ¿No es así?

— La señora Lia, cuando se comprometió, fue exactamente igual. El señor SeHun no paraba de verla y cuando se casaron, casi se desmayo cuando la vio de blanco.

— Lo recuerdo.

Las señoras rieron.

— No esta permitido las demostraciones, es decir, cariñitos. Pero siempre lo hacen, en secreto.

— Señorita Mina, usted es muy afortunada, será amada incondicionalmente. Tendrá una vida feliz y llena de amor.

El ultimo boton de su vestido fue abrochado.

— Si quiere ir con el Joven Min, puede hacerlo ahora.

— Gracias, beberé un poco de agua y luego iré. Gracias por su ayuda.

— Esta bien, debe estar conmocionada, esta viviendo como en un cuento de hadas.

Mina sonrió hasta que por fin estuvo sola. Respiró profundo y luego bailo en su lugar. Miró su anillo de nuevo y murmuró:

— Estoy tan feliz. — Rió. — Min YoonGi, niño loco, me vas a matar de alegria... ¡Oh! Mi rostro, estoy tan roja...

Se sacudio hasta caer sobre una silla, una vez mas, respiró profundo e intento calmarse.

Encontró una pequeña caja sobre la mesa, la miró mientras bebia su agua, pero recordó la peticion de YoonGi: No abrir ningun regalo, ninguna una caja, ningun paquete.

Cuando el fin de semana llegó, el día estaba realmente caluroso.

— Oppa, vamos, vamos, apurate...

— Tranquila, Yoonie. Puedes hacerte daño.

YoonRa iba de un lado a otro, hasta que tropezo.

— ¡Yah! Te dije que tuvieras cuidado.

LOS HERMANOS MIN / GUNSHOT; MYG BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora