LOS HERMANOS MIN / GUNSHOT; MYG BTS

DECIMA

— Yoonie, ¿cómo llegaste aquí?

— Ajussi me trajo. — Sonrió.

— Pense que ibas a estar en casa...

— Mmm, pero tenia muchas ganas de verte. Así que vine.

Se quitó el chaleco de seguridad.

— Dame un momento, iré por mi paga. Solo un momento.

YoonRa se sentó en la banca, esperó hasta que su querido salio.

— Vamos, te mostrare un lugar muy bonito. ¿Ajussi nos seguira en el auto? ¿Por qué no me esperaste allí?

— Porque... Porque queria verte. Le dije a Ajussi que vuelva a casa. Mas tarde lo llamaré y me buscara.

JungKook asintió.

— Okay, vamos entonces. Este lugar, es muy tranquilo. Nada ocurrira. Ademas, yo te defendere.

Tomó su mano y luego su bolso.

— ¿Por qué esta tan pesado?

— Traje a Gigi también. — Sonrió. — Lo cargaré...

Saco al animalito de allí.

— Gigi tambien te extrañaba. Queria verte...

Arrugo su nariz y lo acarició.

— Bien, entonces Gigi tambien verá este hermoso lugar.

Luego de recorrer el pequeño lago, se sentaron en un banco, frente a un restaurante.

— ¿Por qué trabajaste hoy?

— Porque mis padres dijeron que no debia preocuparme, que me quedara en casa y yo... No pude. Debia hacer algo. ¿Y tu? ¿que hiciste hoy?

— Mmm, dormi un poco y luego hice nada.

Su estomago resonó.

— Supongo que no tuviste tu merienda. ¿Quieres que cenemos? ¿Esta bien si lo hacemos aqui?

— Me encantaria. Ademas de la tienda de tus padres, nunca he comido en otro lugar.

JungKook estiró su mejilla.

Luego de comer, YoonRa observó como las personas al subir al autobus, pasaban una tarjeta.

— Oppa, ¿es muy costoso el tren?

— No lo sé, creo que no. ¿Por qué? ¿Nunca viajaste en tren?

Ella negó.

— Supongo que no necesitas el tren, tienen muchos autos, no necesitan el transporte publico.

— ¿Publico? Es decir... ¿Todos podemos usarlo?

— Mmm, necesitas una tarjeta como esta, y puedes usar el transporte publico, donde quieras, hacia donde quieras. Buses, trenes, y los subterraneos.

— ¿Hay trenes aquí? ¿Aquí abajo?

Sus ojos brillaron.

— Si, justo ahora. Hay trenes funcionando, bajo nuestros pies.

— Asombroso... — Murmuró. — Oppa, ¿y donde dan estas tarjetas? ¿Puedo tenerla? ¿Si?

— Mmm. Puedes, justo allí, ¿quieres una?

— ¡Si!

Se levantó extendiendo los brazos.

— Okay...

Tomo su bolso y la siguio.

— Oppa, oppa, apurate...

— Si, si... Yoonie. Una tarjeta de transporte por favor. Gracias.