Hong Kong parecía la mejor opción, ya no había nada en el Instituto de Brooklyn, New York que la atara. Isabel había aceptado el traslado y ella comenzaría desde cero. Jace no la amaba y ella no podía seguir viendo su rubia presencia, no después de...
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Narra Alissa.
Se perfectamente que esto no es un sueño, siento el pesar de mis ojos y lo suave de la cama donde me encuentro, también sé que no puede ser un reflejo de algo ya que la habitación no cuenta con ventanas por las cuales pueda estar siendo transmitida la silueta frente a mi cama y siempre que esta sombra aparece una sensación en mi marca es muy notoria, una sensación de agua corriendo por mi brazo sin mojarme y sin derramarse, simplemente la sensación es difícil de explicar.
— ¿Por qué no puedo verte bien? – sin importarme nada me levanté de la cama dejando al descubierto mí no tan abrigadora pijama.
—El negro también es tu color hermosura – siento su mirada recorrerme por completo y dudo por un momento que haberme levantado de la cama haya sido buena idea, sin embargo, avanzo para quedar frente a... eso.
—Lo sé, gracias. Ahora responde.
—Solo puedo adquirir esta forma para verte sin estar realmente aquí. Es una habilidad que he adquirido con el paso del tiempo y que he perfeccionado con el mismo. De hecho, a pesar de no estar aquí puedo apreciar todo con lujo de detalle, puedo ver lo profundo de tu habitación y lo sexy que te ves recién despertada, aún más con ese pijama que traes puesta.
Vi como avanzó unos pasos y quedó a centímetros de mi cuerpo, extendió su mano y tocó suavemente mi mejilla. Su tacto es frio, pero muy suave, de la impresión no pude moverme, deslizó su mano por todo mi rostro detallando cada parte hasta llegar a mi cuello, fue allí que reaccioné y de un manotazo quité su mano de mi cuerpo, sorprendentemente sentí su mano cuando la quité de mí.
— ¿Y ahora resulta que puedo tocarte también? – la incredulidad se apoderó de mi voz.
—Ventajas de la proyección. – sentí su sonrisa.
— ¿Cómo es que puedo sentir las facciones que haces a pesar de no poder ver tu cara? – me es una sensación extraña no ver nada frente a mi más que oscuridad y saber que tiene emociones.
—Es el vínculo, preciosa. La marca que te di nos une de diferentes maneras, una de ellas es que puedes saber lo que siento, aclaro que solo es cuando me encuentro de esta manera contigo, cuando nos encontremos en mi forma corpórea créeme que mis emociones no son lo único que sentirás de mí. – su voz es tan profunda que puede pasar por sexy, pero sigue habiendo algo que me pone la piel de gallina y no de una buena manera.
—No es algo que quiera comprobar, aclaro antes de que comiences a hacerte ideas en esa cabeza tuya. – si él quiere hacerse el "sexy" yo puedo jugar, al contrario. A pesar de mi intento escuché su risa.
—Creme cariño, cuando sepas todo lo último que querrás es separarte de mí, aunque admito que tu desinterés me hace las cosas más interesantes y divertidas.
No me dijo nada más, solo avanzó por la habitación, imagino que está viendo lo que hay aquí. A pesar de no estar completamente cómoda con su presencia no me siento en amenaza o peligro, por ello permito que se pasee lo que quiera, después de todo sé que de alguna manera no quiere hacerme daño. Y fue justo cuando un foco se prendió en mi cabeza.
