𝙈𝙞𝙧𝙖𝙙𝙖𝙨 𝘾𝙤𝙣𝙚𝙘𝙩𝙖𝙙𝙖𝙨 [𝘾𝙖𝙧𝙡 𝙂𝙧𝙞𝙢𝙚𝙨]

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Capítulo 24
Fiesta.

AMELIA

Al despertar, están profundamente dormidos. Me alegro de que ellos están cómodos aquí.

Trato de no hacer ruido y me levanto para hacer el desayuno para todos. Empiezo a cocinar huevos con tocino y algunos hot cakes. Todo en polvo.

La cocina siempre se me hizo fácil y sencillo.

Veo a Rick con Judith en brazos.
—¿Quien eres tú y que le haz hecho a Rick?.—Bromeé al ver que se corto la barba, parece otro.

—Me queda bien ¿verdad?.—Asentí—¿Que haces despierta tan temprano?.

—Quise hacerles el desayuno, ten come.—Le ofrezco un plato con comida.

Se sienta en la barra y toma un bocado de la comida.
—Esto está delicioso, no sabía que cocinabas tan bien.—Sigue comiendo, haciendo caras de satisfacción.

—No exageres, mi hermana me enseñó a cocinar.—Apago la estufa guardando todo después de terminar.

—Nunca me hablaste de tu familia.—Murmuró para después darle un trago a su café.

Y es cierto, casi no hablo con nadie de ellas ya que me incomoda el tema, tal vez sea porque no tuve buena relación con ellas.

—Bueno, no hay mucho que decir la verdad.—Tomo un vaso de jugo de naranja.

Veo cómo se levantan la mayoría.
—Vengan a desayunar.—Les sirvo.

—Justo como me gusta, huevos divorciados.—Rosita comentó.

Me agrada tener a alguien quien pueda hablar en mi idioma.
—Claro, uno no debe perder lo mexicana de su interior.—Respondí riendo, todos nos ven extrañados.

—Cosas de mexicanas.—Todos asienten.

Aún Carl no se ha despertado, así que me acerco a él y lo veo profundamente dormido, es demasiado inocente estando tan tranquilo.

Tomo con delicadeza una almohada y se la lanzó directamente a su cara.
—Que linda forma de despertar a la gente.—Abre sus ojos azules, gruñendo. Talla su cara con las manos, soltando un bostezo.

No digo nada por un segundo y conectamos miradas.

—No seas lloro y ya levántate. Hice el desayuno, vamos.—Hablé después de segundos de puro silencio.

—Amelia.—Glenn me habla.—Me dijo Deanna que serás exploradora, como a Tara, Noah y yo.

—Entendido chino, ¿Donde está Daryl?.—Pregunté viéndolos a todos.