EXTRA -02-

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Jiang JingYi x OuYang ZiZhen

★ ★ ★

Todo comenzó con un grito...

—¡¡JIANG JINGYI, VEN AQUÍ!! —, grito Jiang Cheng con ZiDian, un látigo heredado por su madre, en la mano.

—Calma A-Cheng, es solo un niño—, trataba de calmarlo su esposo.

—¿Un niño?, mira lo que hizo tu hijo—, gritaba furioso mientras le mostraba a su esposo el desastre que había hecho JingYi.

Mientras que Lan XiChen calmaba a su esposo, JingYi corría por Muelle de Loto escapando de su padre, mientras corría no se dio cuenta y choco con un niño cayendo ambos al piso por el choque.

—Auch...—, dijo el pequeño.

—Lo siento—, dijo JingYi poniéndose de pie y tendiéndole la mano al niño para que se pueda parar.

—No importa—, dijo el otro pequeño mientras se limpiaba la ropa del polvo.

—Soy Jiang JingYi—, se presentó, —y ¿tú? —, preguntó curioso.

—Soy OuYang ZiZhen—, dijo el pequeño, —¿Por qué corrías? —, pregunto en un susurro.

—Escapaba de mi papá, si me ve de seguro me mata—, dijo JingYi restándole interés.

—Oh...—, dijo ZiZhen mirando al chico.

—Eres de la manada que queda al este, ¿verdad? —, pregunto JingYi.

—S-Si—, respondía nervioso.

—¿Qué haces por acá? —, preguntaba curioso.

—Estoy acompañando a mi papá—, dijo ZiZhen mirando el suelo.

—¿Quieres jugar conmigo? —, volvió a preguntar.

—...—, ZiZhen no dijo nada, solo movía su pie nervioso en el piso.

—Ven, vamos a jugar—, JingYi jalo el brazo del pequeño y se lo llevo para qué jugarán.

Y así pasaron los años hasta que cumplieron 18 años...

—A-Zhen vamos, eres muy lento—, decía JingYi mientras corría por el bosque.

—Espérame A-Yi—, decía el omega corriendo detrás del alfa.

—Hueles bien—, dijo JingYi olfateando al omega, el cual se encontraba acorralado en el suelo.

—Tonto...—, respondió ZiZhen saliendo del agarre del alfa, —...mmm A-Yi...—, el omega se quedó en silencio.

—¿Qué pasa A-Zhen? —, pregunto curioso el alfa.

—...bueno... par-participarás en la cacería este año—, pregunto nervioso el omega.

JingYi al verlo nervioso soltó su aroma, un aroma dulce a flor de loto, para después frotarse contra el omega.

—Si tú quieres, lo haré—, dijo seguro el alfa.

—Mi padre no quiere que participe—, respondió triste el omega.

—¿Por qué?—, pregunto curioso el alfa.

—Creo que no le agrada la idea de que este contigo—, dijo un tanto triste.

—Hablaré con él o bueno le diré a mis padres también—, dijo JingYi consolando a su omega, —...tú eres mío, aun sin el lazo eres mi omega—, decía JingYi lamiendo al omega haciendo que este se avergüence.

El lazo que nos uneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora