EXTRA -03-

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Lan SiZhui

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A los 4 años...

Tenía 4 años cuando mis padres murieron, nos atacaron unos lobos, mi mamá me puso en un árbol de duraznos diciéndome que me esconda y que ella vendría por mí, yo tenía miedo no quería que me deje solo, pero sabía que si iba con ella no iba a ser de ayuda, espere por ella y por mi papá, pero no aparecieron...

Al anochecer baje del árbol como pude y busque por los alrededores a mis padres, pero no estaban, yo los llamaba como podía, ya que con 4 años aún no hablaba bien, después de buscar un rato vi en la nieve sangre y sentí miedo, cuando me acerque vi a mis padres tirados en la nieve, me acerque primero a papá, lo llame muchas veces, pero él ya estaba muerto, después corrí como pude al lado de mi madre con miedo a que ella también me haya dejado, cuando la vi la abrace y ella con la poca fuerza que tenía por las heridas que le causaron solo sostuvo mi cara me dio un beso en la frente y me dijo, —eres fuerte A-Yuan, escóndete mi pequeño... te amo—, después de eso cerro sus ojos y no los volvió a abrir yo me puse a llorar y a llamarla, pero no servía de nada, ella había muerto, esa noche me quede ahí llorando hasta quedarme dormido.

A la mañana siguiente siendo un pequeño niño me fui al árbol de duraznos donde me había dejado mi mamá la noche anterior y me quedé ahí, ya que aparecieron otros lobos; al parecer ellos no me vieron, pero aun así no era seguro así que como pude me fui de ahí.

A los 5 años...

Era un día muy soleado y tenía hambre, desde la vez que escape siempre regresaba al árbol de duraznos, ese lugar me recordaba a mis padres.

Como todos los días me escondía y como podía llegaba al árbol en busca de duraznos, algunos meses se secaban y no salían después de meses, pero aun así era mi lugar preferido, podía jugar en la nieve y no sentirme tan solo.

Ese día en especial fue uno de los más felices para mí, cuando me encontraba encima del árbol comiendo una buena ración de duraznos escuché unas voces y me asusté, intenté no hacer ruido hasta que se vayan esas personas, lo que no me esperaba era que alguien subiera al árbol, yo tenía miedo y empecé a llorar en silencio rogando que no me hagan daño.

Mientras retrocedía no me di cuenta que la rama era muy delgada y me caí, cuando abrí mis ojos estaba en la cabaña que se encontraba cerca del árbol, cuando vi que alguien me estaba mirando me arrinconé en la esquina con miedo.

—¿Cómo estás pequeño? —, pregunto un chico con una sonrisa muy bonita.

—...—, yo no dije nada.

—Tranquilo no te haré daño—, dijo intentado tocarme.

Yo solo me alejé más y comencé a llorar con miedo, quería irme de ahí.

—¿Dónde están tus padres? —, pregunto esta vez sin acercarse.

—Mu-murieron—, dije más tranquilo, limpiándome mis ojos.

—¿Y con quien vives? —, volvió a preguntar, con algo de inquietud en sus ojos.

—Vivo solo—, dije dando una pequeña sonrisa, no parecían malas personas.

—¿Hace cuánto tiempo murieron tus padres? —, volvió a preguntar con tristeza en la voz.

—No lo sé, ya pasó mucho tiempo—, dije mirando a esas personas, me dolía, pero sabía que mis padres me cuidaban desde donde sea que estuvieran.

No sé en qué momento, pero esa persona me abrazó y se puso a llorar haciendo que yo también suelte unas pequeñas lágrimas.

—Lan Zhan—, dijo limpiándose los ojos y la otra persona simplemente me miro y asintió.

El lazo que nos uneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora