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La dichosa alarma sonó, interrumpiendo su plácido sueño.

Estiró su mano y al fin pudo apagarla.

La cabeza ya no le dolía mucho, así que decidió que era hora de volver al colegio después de haber estado una semana sin asistir, tampoco pasaría nada si se quedase más tiempo en su casa, sus padres no le dirían nada, pero él quería volver, aunque fuera un alumno excelente, no podía darse el lujo de perder clases.

Se obligó a sí mismo a ingerir algo de comida para después, poder tomarse una pastilla. Esta vez se aseguró de no ingerir más pastillas, no quería acabar como la vez pasada. Cuando ya estuvo listo, agarró su mochila y una bolsa en donde tenía algo guardado y se marchó de su casa.

Minutos después, ya había llegado a aquel semáforo que daba el cruce hacia su colegio, mientras esperaba a que cambiase el color de las luces, empezó a observar a su alrededor, con el objetivo de encontrar a alguien en particular.

Y lo vio.

Vi a aquella esbelta figura de cabellera rubia, ojos gatunos y labios pequeños, caminando con parsimonia y con sus típicos auriculares.

— ¿Vas a cruzar o te vas a quedar mirando hacia la nada?— Una voz a sus espaldas se hizo presente, Jungkook enseguida parpadeó sus ojos dándose cuenta de que el semáforo ya estaba dando paso a los peatones. Se dio la vuelta y se encontró con Taehyung a sus espaldas.

—¿Uh?

Taehyung rodó sus ojos de manera burlona— ¿Qué hacías Jungkook? Parecías embobado con algo— El pelinegro volvió a mirar hacia donde ,segundos atrás, se encontraba el chico, pero esta vez ya no estaba, seguramente ya había cruzado la puerta del colegio.

— N-nada, estaba pensando en mis cosas— Dijo mientras colocaba su brazo sobre los hombros de su amigo— ¿Vamos?

Ambos caminaron hacia el edificio, que no estaba muy lejos, subieron las escaleras y caminaron por los pasillos, en donde se encontraron a un Seokjin furioso.

— ¡Voy a matar al maldito enano!— Espetó furioso.

— Primero que nada, buenos días— Dijo Taehyung burlón.

— No estoy para tus bromas, Taehyung. Necesito darle una lección a ese enano.

— ¿Qué pasó?— Preguntó Jungkook interviniendo.

— ¿No lo ves? ¡Me tiró un batido encima de mi camisa!— Contestó señalando dicha prenda. Eso explicaba porque había algo espeso de color rosa en su ropa.

— ¿Cuál de los tres enanos ha sido?— Preguntó Tae.

— Jung, ha sido él. Ese maldito me las va a pagar— Dicho esto, se marchó en dirección a los baños, hecho una furia.

— ¡Espera! Te ayudo si quieres...— Jungkook vio como sus dos amigos se marchaban de allí, así que no tuvo otro remedio que retomar su camino e ir a clase.

Nada más entrar al lugar, todas las miradas se posaron en él, los murmullos enseguida se hicieron presentes, Jungkook, simplemente los ignoró y fue hacía su asiento, pero justo antes de sentarse, se dio cuenta de que la vista del chico pálido estaba sobre él, y por un momento, ambos cruzaron miradas.

— Yoon. ¡Yoon!— Le llamó su amigo al ver que el contrario parecía estar distraído. Yoongi desvió su mirada hacia Jimin.

— ¿Q-qué pasa?— Preguntó un poco desorientado.

— No sé, dímelo tú, te has quedado mirando hacia la nada.

— Uh, solo estaba pensando en mis cosas, pero da igual, ¿Qué decías?— Dijo volviendo a poner atención en la conversación.

Enemigos|| KookGi (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora