El mayor se dió la vuelta en la cama, quedando cara a cara con Jisung. Había pensando en comprar una cama de esas que tenían una cama en forma de cajón para no incomodar al menor al dormir juntos, pero el más bajo se negó, alegando que no le incomodaba dormir con él.
Minho miró al chico junto a él y alargó una de sus manos, tapándolo con la manta por completo.
— ¿Hannie?— llamó. Después de dormir tanto juntos, Minho había aprendido a distinguir cuándo el menor dormía y cuando no, y en esos momentos no parecía estar durmiendo.
— ¿Hmm?
— ¿Qué me ibas a decir antes de que llamaran?— cuestionó, recordando la conversación inacabada.
El menor abrió sus ojos, mirando al mayor.
— He pensado en volver a casa, Min.— comentó, incorporándose en la cama.— No quiero molestarte más aquí, y creo que ya es hora de ir superando. ¿No crees?
— ¿Por qué no te quedas?— formuló la pregunta antes de pensar siquiera en lo que decía: no quería que Jisung se fuera.
— Minho, ya he estado contigo mucho tiempo. Sé que no piensas así, pero no quiero llegar a ser una carga para tí.
— Nunca serás una carga para mí.
El menor empezó a notar como el tono del mayor bajaba, como si quisiera discutir sobre el tema. Lo notaba triste, incluso cuando le dijo la noticia de que por fin irían a corte tampoco estuvo tan feliz, y no sabía el porqué, y el contrario no mostraba indicios de querer decírselo.
— Minho, tengo que volver por completo a mi vida. No puedo estar aquí para siempre.
— ¿Eso pasa? ¿Soy la razón por la que sientes que no has vuelto por completo a tu vida?— el mayor se incorporó también, sintiendo su sangre hervir. La tristeza fue reemplazada por rabia, rabia por no poder aceptar que el menor se iría. Entendía a Jisung, pero el hecho de que se refiriera a estar con él como un obstáculo para recuperar su vida le había sentado mal.— Si te sientes incómodo aquí, solo dímelo. Iré a dormir fuera.
Se levantó de la cama, sin siquiera dirigirle una mirada a Jisung, quien lo miraba confundido por la situación. Pensó en ir tras él, pero se paró a sí mismo, diciéndose que por muy mal que estuviera el mayor no tenía porqué pagarlo con él. Se abrazó a sí mismo, sintiendo como Doongie subía a la cama y dormía junto a él, llenando físicamente el espacio que Minho dejó en la cama.
[...]
Minho se tiró al sofá, cruzándose de brazos y mirando hacia el techo, pensando en la escena que montó hace unos segundos. ¿Por qué tenía que ser tan idiota? Quizá por eso se iba Jisung, por cómo era. Han no tenía la culpa de que él procesara sentimientos por él, ni tampoco de su inseguridad de que su relación terminaría en cuanto Jay estuviera tras las rejas. A veces se ponía a pensar en ello, y era estúpido. Dudaba mucho que Jisung solo estuviera con él por estar lejos de Jay, pero siempre estaba esa pequeña vocecita que le gritaba que aún existía la posibilidad de que eso fuese así.
Abrazó su propio cuerpo, mirando en dirección a su habitación. Tendría que acostumbrarse a dormir solo nuevamente.
Cerró los ojos, esperando poder dormir para así alejar todos esos pensamientos que se le venían a la mente.
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