secret

𐄹 27

La casa de Chan no estaba tan lejos como pensó, más bien estaba a unas calles del parque donde se reunieron.

Por el camino el grupo bromeó y habló sobre temas variados, creando un ambiente sorprendentemente cómodo para Jisung. No recordaba la última vez que se había sentido tan bien con un grupo de personas, sabiendo lo introvertido que era.

— ¿Sung?— Felix lo sacó de sus pensamientos. Se había quedado hacia atrás y Lee, viéndolo, se acercó a él.

— ¿Hmm?— alzó la mirada hacia el llamado del menor, atento a lo que diría.

— ¿Pasa algo? Te notaba ausente.

— Oh... No, no. No es nada, solo estaba pensando en que hace mucho que no salíamos.— contestó, mirando a su amigo con una sonrisa. Felix se la devolvió, ya más aliviado.

Siguieron caminando en silencio, con las voces del resto de fondo.

— ¿Minho es ese chico?

Jisung miró a su amigo confundido, sin saber de qué hablaba.

— Vamos, Sung, ¿me vas a decir que no me iba a dar cuenta de cuando llegabas con una sonrisa a clase y con los ojos sobre tu teléfono? Te conozco bastante para no haberme dado cuenta de que algo pasaba.— apretó el hombro de su amigo, pasándole el brazo por encima.— Y después, sorpresivamente dejó de pasar. Pero esta mañana estabas igual, y no sé, he deducido que es él. No es que tengas relación con mucha gente, y él es al único que no conocía.

Han asintió, aún sorprendido de ser tan transparente para Felix.

— ¿Entonces sí es?

— Sí, somos amigos.— contestó, alzando la mirada para ver como el australiano rodaba los ojos.

— Lo que digas. Me voy hacia delante, se está acercando el tigre.

— ¿Qué...?

— Hola.— Minho apareció junto a ellos, y sin decir nada más, Felix se fue hacia delante con el resto, dejando al par en una burbuja.

— ¿Por qué me saludas? Antes estábamos juntos.— cuestionó, caminando junto al mayor y aún con las palabras de Felix en mente. ¿A qué se refería el chico que él no captaba?

— Bueno, solo quería comenzar una conversación, y no sabía cómo.— se encogió de hombros, metiendo las manos en sus bolsillos.— Además, ya hemos llegado.

Una casa se alzaba ante ellos. Entraron al interior, dejando sus cosas en el perchero que Chan les había indicado.

— Bueno, podéis serviros de la mesa de aperitivos que hemos preparado antes.— les señaló la mesa.— Nada de alcohol y todo eso. Bueno, solo somos ocho, no sé ni por qué digo algo.

El mayor rió, dando por comienzo la pequeña "fiesta" que era más bien una reunión pequeña.

— Ji, ¿me puedes acompañar arriba?— Minho lo tomó del brazo.— Solo será un momento.

— Claro.

Minho le hizo un gesto a Chan, indicándoles que subían, y el mayor asintió, sabiendo a dónde iba Lee. Su relación no había mejorado, pero al menos Minho ya lo soportaba medianamente y le pedía ayuda en cosas como éstas.

— ¿Qué vas a hacer aquí?— cuestionó Han nada más entraron a una habitación en el segundo piso. Minho cerró la puerta, dirigiéndose hacia un armario al final del cuarto.

— Le tengo otro regalo a Jeongin, además de los tickets. Es como un hermano para mí, así que también le he hecho algo especial.— respondió, cogiendo una silla para poder alcanzar la caja encima del armario.

— Oh... Veo que sois todos muy cercanos.— comentó, viendo como Minho se ponía de puntillas sobre la silla, intentando alcanzar el objeto.— Cuidado.

Dió unos pasos hacia delante, sujetando la silla para evitar que el mayor perdiera el equilibrio y cayera al suelo. Minho le dió las gracias dedicándole una sonrisa y apoyó uno de sus pies en el respaldo de la silla, consiguiendo alcanzar la caja. Saltó desde ahí, dándose la vuelta para sonreírle aún más al menor.

— Gracias por acompañarme, no-

Dos disparos se escucharon, seguidos del sonido de cristales rompiéndose. Ambos se agacharon un poco por instinto, aunque luego volvieron a incorporarse.

— ¡Me las pagarás, cabrón!

La voz les llegó algo distorsionada, ya que estaban en el segundo piso, pero ambos la pudieron reconocer perfectamente.

Minho miró a Jisung atentamente, dejando la caja a un lado y tomando sus manos para alejarlo de la ventana. El menor había comenzado a temblar, por lo que lo abrazó con fuerza.

— Los demás... Están abajo, los disparos y...— Jisung apenas podía pronunciar palabra. La puerta se abrió, dejando ver a un Chan preocupado.

— Gracias a dios, no ha pasado nada.— murmuró, suavizando su expresión al ver a los dos menores bien, al menos físicamente.— Solo venía a molestar, creo que ya se ha ido junto a sus amigos.

— Es mi culpa, yo...

— Sung, no es tu culpa. Él solo venía a dejarle una advertencia a Chan para que lo dejara en paz, lo hacía incluso antes de que te conociéramos.— acarició el cabello del más pequeño, intentando tranquilizarlo. En ese estado, lo que menos necesitaba era que el menor sintiera esos sentimientos de culpa.

— Minho tiene razón. Voy a ir a llamar a la comisaría, podéis quedaros aquí o bajar con los demás. Lo que te sienta mejor, Jisung.

El menor asintió, escondiendo su rostro en el pecho del mayor. Apesar de sus palabras, aún seguía sintiéndose culpable. ¿Por qué vendría Jay a molestar si no fuera porque él estaba planeando denunciarlo? El mayor le había mandado un mensaje hace nada, ¿esa era su forma de volver a su vida? Comenzó a temblar aún más, asustando a Lee.

— Sung, Sung, mírame, por favor.— el mayor tomó sus manos, agarradas inconscientemente a la tela de la sudadera del mayor, y alejó su rostro de su pecho para poder observarlo.— Estoy contigo, ¿sí? Estoy aquí.