Capítulo 11

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Terminamos el trabajo de química a las ocho de la tarde; esas horas de trabajo se me hicieron eternas, ya que Emma no me hablaba desde que vino Steve.

Cuando llegamos a las escaleras, vi otra hoja en la base del árbol, sin darle importancia seguí nuestro rumbo hacia la habitación. Necesitaba tumbarme y hablar con Emma de lo ocurrido.

Estábamos ya dentro cuando le dije.

-Emma, necesito hablar contigo.

-Mira por donde, que yo no.

-No seas así. No puedes hablarle de esa manera a Steve y no decirme que te pasa con él. Justo hace unos días que Jackson me dijo que no era un buen chico, y ahora tú también estás en contra de él... -Emma se puso tensa, y ahora todo encajaba- Espera, no me digas que ha sido todo cosa de Jackson. Él te ha dicho que intentes que no me junte con él, es eso ¿No?

-Ana, no es solo cosa de Jackson. Casi todo, por no decir todo el internado sabe como es Steve, y se está aprovechando de ti, porque eres nueva y no sabes nada de él.

-¿Y que se supone que tengo que saber de él?

En ese mismo instante tocaron a la puerta de la habitación, Emma abrió y entró Jackson. Las miradas entre ellos dos hablaron sin la necesidad de mover los labios. 

-Vamos Ana, tengo que decirte unas cuantas cosas.

Al principio no quería moverme de donde estaba, si quería decirme las cosas, me las diría con Emma delante. Pero ella insistió y me dijo que fuera con él.

Hasta que no salimos del internado no cruzamos ni una palabra. 

Nos encontrábamos entre el césped de la entrada, y seguimos andando hasta unos de los bancos de madera que se encontraban a la parte trasera del Luna. Nos sentamos y tras unos segundos corté el silencio.

-Bueno, ¿Para que me has llevado hasta aquí?

-Mira, voy a decirte unas cosas, que me vas a  decir que estoy mal de la cabeza. Pero me vas a prometer que no vas a decir nada hasta que termine. Por favor, escúchame.

No supe que decir. Ya tenía que ser gordo lo que iba a decirme, como para que tuviese que prometérselo.

-Prometido.

Jackson cogió aire y prosiguió.

-A ver, no se como empezar con todo esto. -Soltó todo el aire y continuó.- Eres un ángel.

-Mira Jackson, si me has traído aquí para burlarte y para decir cursilerías, vas mal. Empieza a decir ya lo importante.

-Ana, me has prometido que me ibas a escuchar. Y no son cursilerías, eres un ángel, bueno, mejor dicho, un ángel caído. 

No sabía que decir, todo parecía un sueño, ¿Cómo iba a ser yo un ángel caído de esos, si ni siquiera sabía muchas cosas de esos seres fantásticos? 

Pero la mirada sincera de Jackson afirmaba que todo era cierto.

-Nunca te mentiría, lo sabes. Y menos con este tipo de cosas.

-Pero...

-Es lógico que no entiendas nada, pero cuando te des cuenta de todo lo que hay detrás te vas a quedar peor aún, ve acostumbrándote.

-¿Cómo que vaya acostumbrándome? ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Una cámara oculta?

-Ana, tranquilízate, no es para tanto.

-Emm... ¿Me estás intentando decir que soy un ángel caído y dices que no es para tanto?

-Todo tiene un sentido.

-¿Desde cuando soy un ángel?

-Un ángel caído, Ana, no un ángel, no es lo mismo, hay mucha diferencia. Bueno, contestando a tú pregunta debo decirte que toda tú vida.

-¡¿Qué?! ¿Quieres decir que he estado 17 años engañada?

Jackson empezó a reírse.

-si solo fueran 17.

-¿Cómo que si solo fueran 17?

-Ana, al principio de todo, tú eras un ángel, pero por... circunstancias te expulsaron del cielo.

-¿Por circunstancias? ¿Qué tipo de circunstancias?

-Todo a su debido tiempo. No quería decirte esto a ton solo una semana de estar en este internado, pero no he tenido más remedio que decírtelo. 

-Y ¿Por qué te has adelantado?

-Porque no me haces caso. Te dije que Steve no era bueno, y tú no paras de ir tras él.

-¿Qué tiene que ver Steve en todo ésto?

Jackson se puso tenso, y se notaba que la rabia lo inundaba.

-Más de lo que te piensas. Y por favor, no le hagas caso, no es de fiar. 

-Mira vamos a dejarlo, que tengo sueño y mañana vendrá mi hermana a visitarme.

-¿Tú hermana? 

-Si, mañana es el único día de la semana que podré verla.

-Después de todo lo que te ha hecho, aún tienes ganas de verla?

-No la conoces, ella nunca había sido así. Me trató así en la última semana, antes de venir al internado.

-¿Y no te parece mucha casualidad?

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Morir para volar #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora